Compartimos la columna de Horacio Catena, Secretario del SUTEF de Tierra del Fuego, en el programa “Tripulantes de la mañana” en la radio del gremio.
Bueno, son casi 10.40 de la mañana, estamos nuevamente en la columna habitual de Horacio Catena, vamos a intentarlo, hablando sobre la realidad política y económica del país.
Horacio, buenos días, ¿cómo te va?
Hola, buenos días a los tres, hola Rocío, hola Naikén. Bueno, primero quiero decir que banco a Riquelme para después arrancar con la otra realidad política, esta es política también.
Anoche comíamos con los pibes del club y obviamente, mayoritariamente entre bosteros y gallinas, entonces se acercaron un par de pibes que siempre charlamos un poco y les digo, bueno, es muy importante que ustedes sigan atentamente lo que pase en las elecciones de Boca, un club tan popular, de tanta resonancia política nacional e internacional, porque van a aprender un montón de cosas de la vida cotidiana, lo que pasa y que a veces no se entiende.
La columna de hoy, que tiene que ver con, obviamente, seguir reflexionando sobre el presente, sobre lo que nos está pasando, sobre lo que angustia y esperanza. Hay un sector de la población que tiene mucha angustia, mucha desazón, mucha ansiedad para ver qué va a pasar y hay mucha gente que tiene esperanza, hay que decirlo también porque si no, veríamos de una sola parte de la realidad.
Los desafíos del presente que tienen que ver con comprender lo que Álvaro García Linera llama tiempo liminal. Yo creo que eso es muy importante en este momento para nosotros y nosotras, los militantes, los que nos gusta la escucha atenta, analizar la noticia, creo que los hechos últimos en Latinoamérica, en el mundo, dan cuenta de lo acertado de esa definición conceptual política de Álvaro, el tiempo liminal. Ese trabajito para aquellos que nos escuchan, aquellas seguidores y seguidores que nos escuchan, que busquen la definición exacta de tiempo liminal. ¿Por qué? Porque acertar correctamente en el tiempo que nos toca es el primer paso y te diría que hasta la condición para poder saber hacia dónde tenemos que transitar.
Creo, a ver, también hay que decir que si bien es Álvaro el que lo dice y lo da desde una perspectiva marxista, todas las clases sociales están claros de ese tiempo, por eso es tan grande la disputa. No es que lo analiza Álvaro y sólo sirve para el progresismo, sirve para todas las clases sociales. Y en ese punto creo que los que se hicieron del gobierno, que yo lo caracterizo como un gobierno fascista y neoliberal, por corrientes políticas y no por estigmatización o etiqueta, se adelantaron. Se adelantaron de tal manera que han logrado instalar en gran parte de la población algunos conceptos para que sean aceptadas sus medidas. Han logrado aceptar, o que se acepte por parte de la población mejor dicho, de que vienen tiempos difíciles, que hay que ponerle el hombro, de que hay que soportar el ajuste, y que eso a ellos le permite ganar tiempo. Le permite ganar tiempo para poder establecer o restablecer bases sobre la que tuvieron algún retroceso.
Entonces esa predisposición, que no sé hasta dónde durará, tiene dos aspectos. Uno, y que dejo el trabajito también de investigación, lo que viene en la Argentina no es sólo ajuste. Reviste la característica de ajuste para darle una definición más coloquial, más cotidiana, más entendible, y si es entendible es aceptable. Si es entendible es aceptable por una parte. Te llevan todo a lo coloquial, te llevan todo a lo cotidiano. Es como en una casa de familia, no perdóname, en tu casa de familia, tu economía no está destinada a construir una escuela, un hospital, una ruta, un servicio. O en tu casa de familia no tenés la oportunidad de emitir dinero. Por supuesto. Que simplifican mucho esta realidad que es sumamente compleja a algo coloquial justamente para que se vaya volviendo más permeable y uno vaya naturalizando. Apelan a algo que nosotros hemos tratado en esta columna con ustedes, con algunos de nuestros oyentes que nos interpelan muchas veces, que es al sentido común, que es el menos crítico de los sentidos.
Encontramos una parte de la militancia más consciente, que dicen lo que van a hacer e igual los votan. Y encontramos en los encuestadores, en los que trabajan sobre la opinión y todo lo demás, eso que escuchamos muy recurrentemente, cómo puede ser que la gente que lo vota para algo después cree que no lo va a hacer. Ese doble estándar, bueno porque en realidad en este tiempo liminal está en discusión todo y al mismo tiempo para hacer determinadas cosas hay que tener audacia.
Creo que el presidente electo la tiene, ha tenido la audacia de poder instalar en el escenario público discusiones que parecían saldadas, eso hay que reconocerlo, ha tenido audacia, ha tenido audacia para plantear hasta la quema del banco central, ha tenido la audacia de llamar casta a lo que es casta, ha tenido la audacia para denunciar cosas obvias pero que nadie lo hacía, y ahora ha tenido la audacia para aliarse a todas las castas. Eso también es tener audacia, porque se ha aliado a la casta política, a la casta judicial, a la casta internacional del fondo monetario, a la casta militar, digo hay que tener audacia y es un tiempo para que los que estamos en la antípoda de esas ideas también tengamos audacia y entonces hay un proceso inevitable para mí, que es construir nuevas conciencias y la alfabetización política. Es necesaria la alfabetización política, porque lo que está en discusión para las próximas generaciones son los cambios superestructurales.
Lo que cambió, lo que marcó el cambio de época fueron para mí dos grandes cosas, primero la derrota definitiva del campo socialista, que simbólicamente lo hizo a través de la caída del muro de Berlín, el consenso de Washington y la puesta en marcha del neoliberalismo sobre la base de una derrota cultural, política y económica de la mayoría en el mundo.
Entonces te dice qué fue lo que cambió superestructuralmente en la Argentina con el gobierno de Menem, mira yo traje cuatro cosas, las privatizaciones, la reforma constitucional, la apertura de la economía y la ley de convertibilidad. No quiero desarrollar mucho porque con el Ale nos pondríamos a hablar de toda esa época y no nos alcanza esta y cuatro columnas más que creo que hay que hacerla, porque de ese cambio superestructural, yo voy a nombrar dos o tres cosas nada más, no se volvió a recuperar.
El primero y fundamental es la reforma constitucional. Es muy importante eso, solamente para que se entienda el cambio. ¿Cuál es la representación más federal que tiene la Argentina? Pregunto. La representación más federal que tiene son en teoría la autonomía de los gobiernos provinciales. ¿Y en qué se expresa? Se expresa en sus diputados y senadores. La representación más federal que le quedó a la Argentina después de la reforma del 94 son sus senadores. Las provincias de la Argentina tienen tres senadores, tenga la cantidad de habitantes que tenga. Sin embargo en esa constitución cambian algo fundamental, que rompe el federalismo, rompe la representación federal y le da la ventaja a Milei de poder decir que si una escuelita de la quiaca se tiene que cerrar, que se cierre. Como lo dijo no conmueve al conurbano bonaerense a Córdoba o a Santa Fe.
Hoy en la Argentina los que definen la política en los próximos años son tres provincias, cuatro provincias y el resto por más que, por ejemplo, la provincia de Tierra del Fuego inyecte la cantidad de gas que se consume en Capital Federal por día, serán descartables o serán llevadas al rincón de productora de gas. No podemos hacer valer lo que se ha dicho sobre Malvinas, el peso que tiene geopolíticamente nuestra presencia como habitante en la Argentina y en el mundo. ¿Y qué hay que recuperar? Hay que recuperar un modo de representación federal, porque debo recordar y con esto cierro este punto, que el último que empezó la campaña en Tierra del Fuego como candidato a presidente, ¿quién fue? Toquen madera, pero fue Carlos Saúl Menem. Menem lanzó su candidatura a presidencia en Tierra del Fuego y tuvo que recorrer todas las provincias de la Argentina, pero para convencer a qué, a lo que fuera después el colegio electoral, porque cada colegio electoral sumaba a él.
Bueno, lo otro que cambió superestructuralmente y lo pongo de manera positiva, pero que pudimos recuperar, fue los fondos del ANSES. La privatización del sistema jubilatorio de la Argentina cambió durante los 90 y pudimos recuperar el Fondo de Garantía, aunque no pudimos recuperar el modo de jubilación completo. Pero ahí muestra dos formas superestructurales de poder hacer política distinto. Porque recuperaste el Fondo de Sustentabilidad, pudiste aplicar políticas redistributivas. ¿Por qué pongo el Fondo del ANSES? Porque es uno de los fondos por el que van.
Entonces, digamos, que hay que basarse para los próximos días, para los próximos meses, en tres o cuatro premisas o temas centrales. Primero, ¿cuál es la situación internacional? Lo de la multipolaridad, la bipolaridad, la unipolaridad, será lo que define. Ahora, hay que ver qué están haciendo los países centrales. Están saliendo del libre mercado para ir a un proteccionismo regional, porque obviamente la crisis ha llegado a un extremo que ha puesto en cuestión todo. Lo segundo, ¿cuál es el mundo de las relaciones laborales? ¿Cómo ha cambiado el mundo de las relaciones laborales? Por ejemplo, en esto de la superestructura, ha cambiado las relaciones laborales en la Argentina. De hecho, estamos asistiendo y vaya toda nuestra solidaridad con los pibes y las pibas que se están quedando, y los obreros y obreras que se están quedando sin contrato en este momento en toda la provincia de Tierra del Fuego.
Pero eso antes no podía darse de esa manera. Las flexibilizaciones, producto de ese cambio de paradigma en el mundo de las relaciones laborales, han permitido que el capital avance sobre el trabajo. Y entonces esa famosa tablita Excel que muchas veces no explica y es difícil de entender, es que hace que parte del PBI vaya mucho más concentradamente a los monopolios, a las empresas, que a los trabajadores y trabajadoras. ¿Por qué? Porque en ese momento el capital sigue manteniendo la renta, mientras que los trabajadores pierden salario, empleo y participación.
Lo otro que me parece que es importante poner en discusión, y que espero que podamos discutir dentro de lo que son los sectores del trabajo, los sectores populares, es la nueva agenda sobre la nueva democracia. Está claro que la democracia está interpelada, el modo de representación está interpelado, y creo que esta audacia que ha tenido el nuevo presidente de aliarse con lo peor, de lo peor tiene que ser castigada y condenada, incluso por sus propios votantes, pero a partir de nuevos paradigmas. Porque a los nuevos desafíos que tenemos, tenemos que imponerle una transformación revolucionaria para las nuevas mayorías, pero para un nuevo paradigma mundial. Eso es lo que está en discusión en la juventud, en todo el mundo.
¿Cuáles son los nuevos paradigmas en los que queremos vivir? ¿Cuál es la nueva relación laboral? ¿Cuáles son la nueva materia distributiva? Ahí tenemos una lucha que es a muerte, a la tiranía la verdadera libertad, la libertad de los pueblos. El pueblo sabe que no se salva solo, el que se salva solo, solo huye, nada más.
El audio y video completo:
Escuchá a Catena en Triputantes de la mañana