Recordar a los Mártires de Chicago, asesinados en el año 1886 luego de aquel 1ero de mayo de huelga por la jornada laboral de 8 horas, es traer al presente las condiciones en las que viven lxs trabajadorxs, bajo el capitalismo en su fase monopolista, imperialista, que esclaviza a millones de personas en jornadas extenuantes, superexplotadas, arrastrando al hambre y la miseria a millones, destruyendo los ecosistemas e inoculando pestes, pandemias y guerras cuando creíamos que lo habíamos visto todo.
Se borraron las fronteras de conquistas logradas por luchas históricas del movimiento obrero para mejorar sus condiciones de trabajo. La esclavización moderna de la mano de obra asalariada ha bajado varios escalones del infierno capitalista donde ese crecimiento desigual que benefician a las metrópolis imperialistas lo padecen países como el nuestro pagando a la larga o a la corta esa exportación de capital.
Condicionamientos y sometimientos con deudas externas impagables y la penetración de sus monopolios estatales o privados que “clavan sus garras” sobre nuestras riquezas y superexplotación a los trabajadorxs con la ayuda de la clase terratenientes y los agentes en las oligarquías locales. Estas potencias que se muestran “amigas de los pueblos y el desarrollo laboral”, nos arrojan al lugar de ser proveedores de materias primas en la división internacional que ellos manejan para que su infernal maquinaria no se detenga.
¡Somos Optimistas!
Pasó mucha agua bajo el puente, y por suerte la clase obrera acaudillando a su pueblo pudo mostrar que podía superar esa esclavitud, transformando de cuajo la realidad, poniendo todo “patas para arriba” y empezar a construir otra sociedad donde el trabajo sea una realización para la humanidad y no un yugo que pesa sobre sus cabezas al servicio de la máxima ganancia de un puñado.
Aquellos países que vivieron las revoluciones de liberaron y comenzaron a construir el socialismo, escribieron en su historia las epopeyas a donde recurrir para llenar de optimismo el presente y el futuro.
Nadie dijo que esas hazañas populares se construyen de la noche a la mañana, no. Como tampoco lo fue el capitalismo en la historia de la humanidad. No puede ser un “chasquido entre los dedos” sustituir un modo de producción por otro.
Estamos transitando ese largo proceso de transición en una época revolucionaria, dolorosa, de avances y retrocesos. Estaremos más cerca de lograr esos nobles objetivos si pasamos en limpio los aciertos, pero también los errores de los procesos emancipadores donde se pudo llegar lejos, pero fueron derrotados.
Estas derrotas sirvieron a los enemigos del pueblo para teorizar contra las vanguardias revolucionarias, comunistas o “zurdos” pero la realidad ha mostrado que los movimientos espontáneos son efímeros si no van precedidos de fuertes organizaciones revolucionarias, haciendo viable la liberación de los pueblos con una poderosa unidad en el frente único popular y revolucionario.
La clase obrera mundial se puso de pie luego de dos guerras mundiales, de dos crisis económicas históricas, de la derrota de los procesos revolucionario donde se conquistaron avances hasta aun hoy no superados por el capitalismo. Se puso de pie luego del “fin de la historia” cuando el capitalismo imperialista parecía invencible. Pero ese triunfo trajo más sufrimientos, guerras, crisis y pandemias. Pero la lógica de los pueblos es inalterable, comprobada por la historia de la lucha de clases “Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo, volver otra vez a luchar, y así hasta la victoria.” (Mao Tse-Tung).
Los acontecimientos en el umbral de una nueva guerra mundial, más venenosa que todas las anteriores, muestran a un sistema putrefacto, donde las cupulas de los bloques en pugna emanan solo más putrefacción a su paso. Un periodo histórico donde EEUU ha entrado en el ciclo de su crisis de hegemonía, llenando de razones a las afirmaciones de Lenin en cuanto a las características de esta etapa, la última del capitalismo, dominada por los monopolios imperialistas.
Un periodo donde la clase obrera mundial resiste y se rebela frente a los embates de los Estados y los monopolios que empujan los bajos salarios, ajustes, inflación o precarización laboral. Sabemos que no todas las luchas son triunfantes, pero marcan el camino para millones, aunque se trate de ocultarlas con el control monopólico de la tecnología y la comunicación, pero también muestra que es un arma de doble filo, ya que también encierra una contradicción que es usada para transmitir las imágenes y mensajes de quienes los enfrentan.
Un 1ero de Mayo sumergido en un periodo donde florecen las expresiones fascistas de una derecha que se aprovecha como hienas, de las políticas de ajuste que hunden a los pueblos golpeando su vida cotidiana pero también su moral.
Derechas y ultraderechas que crecieron bajo la sombra de un supuesto “progresismo” surgido del campo popular, cortoplacista, defensor y practicante del “arte de lo posible”, dejándoles el poder a los inescrupulosos de siempre, “con tal que derramen algo para el lado del pueblo” y así “tratar de encajar lo cuadrado en lo redondo” en la quimera de “gobernar para todos” o “redistribuir la riqueza”, en una sociedad que se basa en que unos pocos oprimen a la inmensa mayoría, para hacer su fortunas a base de los excedentes y la plusvalía extraída de lxs laburantes. O sea, la búsqueda de la máxima ganancia.
¿O alguien piensa que sus fortunas o sus tierras son porque son “buenas personas” o “buenos emprendedores”? “gobernar para todos”, es gobernar para esas “buenas personas” dueñas del poder que siempre quieren más y cuanto más se les concede más entramos en sus fauces para ser destrozados! Y ahora vienen por más…por todo el poder sin condicionamientos.
1° de mayo 2025
La realidad de lxs trabajadores es de las peores de los últimos años. El gobierno de la ultra derecha celebra un ajuste feroz que no tiene antecedentes en la historia. ¿Cómo puede haber lugar para algo bueno para los trabajadores? Si tomamos las propias palabras y medidas del gobierno, podremos medir el grado de claudicación de esa rancia dirigencia sindical, viejos conocidos, enquistados en los sindicatos. Nada de ese ajuste se podría haber hecho sin su colaboración. Como nada de ese ajuste histórico podría haber pasado sin las agachadas de legisladorxs y gobernadores.
Un 1° de mayo donde han madurado las medidas del gobierno, pero van por más y quieren recoger sus frutos. Esgrimen la “recuperación” del salario después que nos hundieron, después que se perdió más del 20% y negando el costo de la canasta familiar, que arroja que más del 60% de lxs asalariadxs son pobres, más los jubilados y pensionados en el umbral de la indigencia donde lo único que suman son gases y palos cada miércoles.
Un 1° de mayo donde lxs trabajadores pagan las consecuencias del acuerdo ruinoso con el FMI que trajo una nueva devaluación con aumentos de costos de servicios básicos y alimentos.
Un 1° de Mayo donde celebran el puñado de los que tienen el poder porque como dijo el ministro Caputo, “Al bajar el gasto, lo que hicimos fue devolverle los recursos al sector privado”. Y “al tener un estado más chico, ustedes tienen que poner menos plata para bancar al Estado”. ¡¡Para ellos gobiernan!! Mientras las Pymes se funden con la ola importadora solo comparable con el menemismo o la “plata dulce” de Martínez de Hoz con Videla y la dictadura.
Achican el Estado, la industria y el país soberano. Ajustan todo, pero aquí pagan los cientos de miles que lo perdieron todo, los precarizados sin derechos, los recursos naturales, la tierra para vivir y trabajar, los pueblos originarios y cientos de derechos democráticos arrancados donde se ajustó también el valor de la democracia como la conocemos.
Si ellos van por todo, hace falta pararlos para desde allí comenzar la contraofensiva con una perspectiva liberadora y no de medias tintas…esas del “arte de lo posible” ya la vivimos.
Hace falta revolución y poner todo “patas para arriba” para que desde esos cimientos comenzar a construir la esperanza de millones, teniendo a la cabeza a la clase trabajadora, aquella que produce y sostiene todo lo que conocemos, pero no es dueña de los medios que utiliza para producir, porque los posee aquel puñado que solo busca chupar su sangre para lograr su máxima ganancia con total crueldad en tiempos de tiranía como los que corren.
Nuevamente tratan de silenciar las movilizaciones en todo el país en este 1° de mayo, porque necesitan abonar esas teorías fracasadas del “el fin de la historia” que dan por “muerta a la clase obrera”, por el contrario, es desde sus entrañas, aun en las perores condiciones como las que soporta en la actualidad y cuando parece que la noche y la fiesta para pocos va ser para siempre, los pueblos vuelven como la novena ola, aquella que los marinos señalan como la más grande y peligrosa que las anteriores.
De eso se trata, de construir la “novena ola” que teman los poderosos y el fascismo en todas sus versiones porque saben que serán aplastados.
¡VIVA EL 1° DE MAYO!
¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!
Gustavo Funes