El sionismo israelí continua su derrotero de exterminio consolidando la ocupación, ahora perpetrando una nueva masacre que sorprende a palestinos que buscaban ayuda humanitaria en Gaza.
Aaron Bushnell no sobrevivió para ver otra horrenda y cobarde masacre perpetrada por los Sionistas Israelíes el 29 de febrero pasado que tuvo lugar en la calle al-Rashid en las afueras de Gaza. Si hasta el 25 de febrero – día en que se convirtió en mártir – Aaron estaba agotado mentalmente de los vejámenes y genocidio constante cometido por Israel a los Palestinos, este nuevo hecho quien sabe que hubiera ocasionado en él. Lo cierto es que una nueva modalidad de asesinato surge de esta nueva masacre a los Palestinos: esperan el momento a que el pueblo se acerque a los camiones solidarios que reparten víveres – cual coto de caza hace con el cazador, brindándole la presa en la aguada – para disparar a mansalva a seres totalmente indefensos y con hambre que solo buscan ayuda con comida, para matarlos sin ningún miramiento. Más de 100 palestinos asesinados y unos 750 heridos fue el saldo esta vez.
El terror tuvo lugar en la calle al-Rashid, en las afueras del suroeste de lo que queda de la ciudad de Gaza, donde miles de palestinos sin hogar se habían reunido al aire libre por la noche. Frío. Enfermo. Sediento. Hambriento, esperando que un poco de humanidad los pueda socorrer en pocas horas. Lo que ocurrió en ese lugar horas después, no fue un “incidente” ni un “accidente”. Fue una nueva táctica de asesinato en masa utilizada por las fuerzas de un ejército de ocupación que tiene un plan y lo está llevando a cabo: la exterminación total del pueblo Palestino. Lo que los testigos parecen describir es la táctica militar conocida como “doble toque”. El golpe inicial se da en el objetivo previsto. Un segundo ataque está dirigido a los transeúntes que acuden para ayudar a los muertos y heridos. Obviamente, están trabajando denodadamente para intentar, como están acostumbrados a hacerlo, encontrar una explicación, una excusa, una justificación para absolver a Israel de la responsabilidad por los crímenes de lesa humanidad que ha cometido con impunidad en Gaza y más allá, ya que tienen los medios necesarios para infundir sus mentiras en todo el mundo.
Pero sabemos lo que sucedió allí porque Ismail al-Ghoul de Al Jazeera estaba allí, informando como periodista, no estaba en Tel Aviv ni en la Jerusalén Oriental ocupada, no estaba en un estudio de televisión en Washington, en Nueva York, Londres o París, ni comentando bajo un relato de un periodista marioneta portavoz israelí. Él estaba ahí, dijo que después de abrir fuego, los tanques israelíes avanzaron y atropellaron a muchos de los cadáveres y heridos: «Es una masacre, además de la hambruna que amenaza a los ciudadanos en Gaza». Y agregó: “Los muertos y heridos fueron trasladados a cuatro centros médicos al-Shifa, Kamal Adwan, Ahli y los hospitales jordanos. Las ambulancias no pudieron llegar a la zona porque las carreteras estaban totalmente destruidas». Un palestino dijo a Quds News Network que el ataque militar fue un crimen: “He estado esperando desde ayer. Alrededor de las 4:30 de la mañana empezaron a llegar camiones. Una vez que nos acercamos a los camiones de ayuda, los tanques y aviones de combate israelíes comenzaron a dispararnos, como si fuera una trampa”. “A los Estados árabes les digo: si quieren que nos maten, ¿por qué envían ayuda humanitaria? Si esto continúa, no queremos que se entregue ninguna ayuda. Cada convoy que llega significa otra masacre”. Jadallah al-Shafei, jefe del departamento de enfermería del hospital al-Shifa, dijo que «la situación está más allá de cualquier descripción», y añadió que «el hospital se vio inundado con decenas de cadáveres y cientos de heridos». “La mayoría de las víctimas sufrieron disparos y metralla en la cabeza y la parte superior del cuerpo. Fueron alcanzados por bombardeos directos de artillería, misiles de drones y disparos de armas de fuego”.
No hay donde ir
La situación en Gaza es extrema, no hay posibilidad de escape, no hay agua, luz, quedan pocos hospitales y a esto las constantes masacres producidas por las fuerzas de ocupación. Sumado a esto, las agencias de ayuda no han podido entregar suministros al norte de Gaza desde el 23 de enero, muchos están emprendiendo un largo viaje a pie hacia el sur.
Hambruna
El miércoles 28 pasado, Carl Skau, director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA), dijo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que más de 500.000, o una de cada cuatro personas, estaban en riesgo de sufrir hambruna, y que uno de cada seis niños menores de 15 años se consideraban gravemente desnutridos.
Médicos Desesperanzados
Un médico palestino que se disponía a ayudar a los heridos en medio del sangriento caos admitió que había poco que pudiera hacer, sentenció: “La mayoría de los casos necesitan 4 cirugías y quirófano”, afirmó. “Para ser honesto, no sé qué podemos hacer. La situación es… horrenda”. La situación es horrenda desde hace mucho tiempo. Pero la llamada “comunidad internacional” titubea.
Peor aún, lanza tópicos sin sentido que “piden” a Israel que deje de matar civiles. Es evidente que las reuniones del mundo Occidental, las discusiones del mundo árabe y los tópicos no están funcionando. Los crímenes contra la humanidad, el Genocidio contra los niños, mujeres y hombres Palestinos, siguen y siguen.
Nicolás Weichafe