El gobierno conservador de derecha de Kyriakos Mitsotakis viene aplicando numerosas medidas de corte liberal desde que asumió en 2019. Como ha pasado con las derechas en Europa, sean gobierno o no, proponen reformas laborales y previsionales que no sólo significan aumento en horas de la jornada laboral, sino que van por los derechos ganados por décadas de lucha por los trabajadores.
En los últimos 15 días, se sucedieron en Athenas una serie de masivas manifestaciones contra lo que lisa y llanamente es una reforma laboral esclavista. Jornada de 13 hs; se terminan las horas extraordinarias (extras); permite a empresas imponer un sexto día laboral en la semana; la patronal que permita horas extras sin autorización pagará multas altísimas; también deja la puerta abierta para trabajar 13 horas al día hasta los 74 años. Esta reforma se aprobó el 22/9 con los votos de la mayoría absoluta que tiene en el Congreso La Nueva Democracia el partido de Mitsotakis. El pueblo se concentró frente al congreso y en reacción ante semejante medida antipopular y con la consigna “nos quieren convertir en esclavos modernos”, numerosos gremios han convocado a un paro de 24 hs.
Grecia país endeudado con el FMI y otros organismos internacionales de la usura, viene en una crisis de muchos años. Con las deficiencias de los gobiernos progresistas y reformistas, en 2019 se termina empoderando a un hombre de la casta conservadora liberal. La Nueva Democracia ganó el gobierno con una mayoría que le permitió gobernar con Congreso propio, con lo que descarga una batería de medidas antipopulares.
El capitalismo imperialista como origen de estas crisis
Luego de la pandemia, el capitalismo imperialista, empuja la disminución del salario en la moneda dura de intercambio internacional, por ahora el dólar. En el marco de la disputa por la supremacía económica entre EE.UU y China, se están produciendo crisis en todos los continentes, crisis de origen energético en donde intentan a través de gobiernos títeres de países centrales, hacerse con los negocios relacionados al petroleo, el litio y el uranio. La respuesta popular no se hace esperar como en áfrica y el pueblo ucraniano, que vive una guerra de invasión por Rusia, producto de esta disputa.
Estamos frente a un mundo que se encarece para los sectores populares, donde la inflación es moneda corriente producto de políticas de rapiña que van empobreciendo a los trabajadores y empiezan a cerrar el acceso a cuestiones básicas y que van creando un mundo para pocos. Miles de millones de trabajadores no pueden acceder a lo que ellos mismos producen, y hablamos de productos básicas. El acceso a la salud está cada vez más lejos. Una realidad que sólo se puede transformar con organización y el pueblo luchando en las calles.
¿Y en nuestro país?
Macri había intentado una reforma laboral que se paró con la lucha pero logró imponer la previsional. Tenemos que mirar con mucha atención estos procesos donde el empobrecimiento impuesto por gobiernos endeudadores, fugadores o que negocian con el FMI, terminan poniendo al borde de una situación similar a la que padecen los griegos a la Argentina. Una elección que nos puede dejar un gobierno antipopular y un congreso con tres tercios donde dos tercios le dan la mayoría a la derecha, es una trampa del poder real para votar por la pérdida de derechos y conquistas de los trabajadores y el pueblo.
Hay que poner en discusión y luchar por la jornada de 6 hs. de trabajo con igual salario mensual. Para esto, en las elecciones de octubre hay que parar a la derecha.
Pongamos el voto a Unión por la Patria que encabezan Massa y Rossi, para quedar en mejores condiciones para luchar en el marco de una realidad que se presenta muy adversa producto del acuerdo con el FMI, acuerdo que hay parar con la lucha popular.
Compartimos un video informativo sobre la reforma en Grecia realizado por el periodista Martín Bustamante, especializado en cuestiones laborales.