El 14 de noviembre se juega el “segundo tiempo” del partido de las elecciones que comenzó con las PASO el 12/09. Allí, el mensaje fue contundente, ya sea por el volumen de la crisis heredada y por la pandemia, grandes sectores que emigraron del Frente de Todos castigaron porque no se fue a fondo en las medidas necesarias que el pueblo esperaba y por el que hizo tanto esfuerzo en derrotar a Juntos por el Cambio. Por mas relato combativo y mayor derrame, no se modificó el modelo dependiente, extractivista y contaminante. El castigo no se hizo esperar y el drenaje de votos fue en su amplia mayoría al voto bronca y la izquierda.
La situación es muy delicada porque si bien se han tomado medidas de asistencia a los sectores más necesitados, expresados en cientos de programas de asistencia en la emergencia, muchos de ellos dejaron de funcionar y aún hay millones que no fueron rescatados del abismo en el que caímos con el macrismo, como los jubilado y pensionados que en diciembre tendrán un nuevo aumento junto con las asignaciones, y más allá que la economía ha empezado a crecer, la inflación sigue comiendo los salarios que aún no recuperaron lo perdido en estos dos años, al igual que los puestos de trabajo, mientras los sectores monopólicos y financieros empujan una devaluación para licuar aún más los salarios y disparando el dólar blue que los importadores trasladan a los precios de bienes de consumo masivo.
CONTROL DE PRECIOS CON BUENOS RESULTADOS
En este contexto, la política de controles de precios a mas de 1400 productos de la canasta no solo atendió a ese reclamo del 12/09, sino que dejó expuestos a los sectores oligopólicos que controlan decenas de marcas lideres en ventas que se opusieron a la medida mostrando que nada les importa el alimento del pueblo. Esta buena medida aportó que bajaran los precios y se cumpliera el congelamiento en casi un 80%. Ahora se anunció que el Estado debe controlar los productos esenciales e incluiría medicamentos de uso masivo. Es por ahí donde hay que profundizar el camino, sumándole los controles sobre toda la cadena de producción, transporte y comercialización junto con la desdolarización de los alimentos, indumentaria y construcción.
El camino de la elaboración de productos alimenticios y bienes de uso masivo elaborados por las Pymes y Cooperativas industriales asistidos por el Estado es sumamente necesario. Esto no se puede pactar con los monopolios, y no se plantea aquí un cambio del Estado, sino mayor presencia en todo sentido. No se plantea un rumbo socialista, sino dentro del capitalismo pero en transición a medidas permanentes que beneficien al pueblo y desarmen la trampa de los oligopolios de la alimentación.
Este camino hay que defender el 14 de noviembre y profundizarlo con el pueblo en las calles luego e las lecciones.
LA HORCA DEL FMI: ¿CON SOGA DE ALGODÓN O DE ALAMBRE?
El objetivo del viaje del Presidente y su comitiva a la reunión el G20 fue sin dudas forzar un acuerdo con el FMI. Tuvo dos objetivos coyunturales, uno no pagar las sobre tasas que impone el FMI a los países que se endeudan como Argentina, que en nuestro caso sumaría cerca de 10.000 millones de dólares más y el otro que haya más derrame de dólares que reciben del FMI los países ricos a los países más pobres.
Según el vocero del FMI Gerry Rice, adelantó que el organismo está dispuesto a revisar su política de sobretasas de interés lo que se definiría hacia fin de año. La tasa de interés promedio de la deuda asciende al 3,5% anual (dos puntos por encima a lo que abona el resto de los deudores) ya que el último crédito otorgado al macrismo excede la cuota que tiene el país. Además, ese sobrecargo de 3,5% anual se encarecerá un punto adicional el próximo año. Desde ya que no desaparecerán las sobretasas, se verán plazos y quizás bajen algunos puntos, que habrá que sumar a los más de 7.500 millones de dólares solo de intereses por la deuda tomada en el 2018. Rice también descartó la posibilidad de una postergación de los pagos como sucedió en 2002 y el 2004. Según aseguró, con Argentina no se están analizando «waivers» y recordó que el mismo Guzmán apuntó a que esto era «un rumor infundado».
Mientras tanto, el país seguirá desembolsando reservas: 1.890 millones de dólares más en diciembre e igual cifra en marzo, cuando la disponibilidad de reservas netas impidan seguir sosteniendo los pagos entrando así, en default.
Cristalina Georgieva, quien tuvo una reunión con Alberto Fernández en Roma, no dijo absolutamente nada pero empezaron a trascender en las redes y medios radiales borradores de las exigencias del FMI, a saber: no más de 10 años de plazo comenzando en el 2024 (dos años de gracia para empezar a pagar), 6.000 millones de dólares por año (esto es solo con el FMI), o sea 47.000 millones de dólares de capital más 13.000 millones de dólares de intereses, 60.000 millones en total!!; no se admiten quitas del monto total.
Proponen tres revisiones anuales modificando lo establecido originalmente de solo una revisión. Se establece una oficina permanente en el país durante los 10 años del acuerdo para monitorear la economía. Sugieren que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo no puede superar el 30%, ahora con el dólar paralelo a 200 pesos la brecha es de 100%, con lo que plantean una devaluación del 70%. De esta manera se licuan los salarios para las multinacionales pagándolos a valor dólar. Junto con esto se plantea la rebaja de jubilaciones y pensiones.
El Congreso debe aprobar el acuerdo. Se plantea habilitar la creación de un seguro privado de retiro para vender a empresas y bancos, así como el libre giro de ganancia de empresas internacionales a sus casas matrices durante un año. Este borrador ya se habría informado a los interlocutores argentinos que negocian la Deuda incluido el propio Alberto Fernández en Roma. Le entrevista de Alberto con Biden está sujeta a la firma de este acuerdo. Así el FMI nos propondría una película de terror haciendo estallar al país.
El FMI es la orquesta del Titanic que nos pone su melodía en la cubierta del barco que se hunde. La diferencia con la película, es que la orquesta tiene preparado su salvavidas y huye con el tesoro.
El FMI no gravita al compas de las “palabras duras” de Alberto, sino al compas de la orquesta que se dirige desde EEUU, con una crisis demócrata en curso, con conflictos laborales en los principales centros industriales y de servicios y el avance republicano en algunos distritos claves. Las partituras auguran tiempos más duros por venir y se preparan para que nos desangremos y así darle paso a su orquesta local (Juntos por el Cambio con una alianza más reaccionaria aún) para gobernar el país auspiciada desde el Departamento de Estado.
¿Alguien puede pensar que tenemos algún futuro tratando de ser mas que los locales que visitan asiduamente la embajada?, y si eso ocurriera, sin dudas daría mucho que pensar en cuanto a lo que se va a entregar a cambio.
¿Acaso la perspectiva en lo inmediato no augura tiempos de turbulencias institucionales por parte de la oposición y otros sectores reaccionarios si les va bien el 14/11?
Alberto llevó a Roma toda la impronta para denunciar la “horca de alambre” que nos dejó el macrismo, buscando suavizar el material con que nos van a ahorcar… como si eso importara cuando uno está en el patíbulo.
Son tiempos de imponer desde las calles una Consulta Popular Vinculantepara que sea el pueblo el que decida si va aceptar una estafa inviable como la bomba que nos dejó el macrismo y el FMI.
Son tiempos de “sacarnos la soga del cuello”, de salir por arriba de este laberinto macabro que nos dejaron. Son tiempos de empoderamiento soberano y prepararnos para la que venga.
NOS ENDEUDAN, CONTAMINAN Y MATAN
Los mismos protagonistas que desfilaron por la reunión del G20 también lo hicieron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se lleva a cabo en Glasgow, Escocia. No pasó desapercibida la ausencia de China y Rusia, mostrando que les importa menos aún que el cinismo de los que como EEUU, Inglaterra o Alemania dieron el presente.
Hablan del calentamiento global, pero son los que destruyen todo a su paso, lógica inequívoca del capitalismo en su fase más putrefacta, el imperialismo. Son los que en la búsqueda de la máxima ganancia no dejan en pie ningún ecosistema trayendo pestes como el Covid-19 y antes la hambruna y la precariedad laboral como nunca se vio en la historia del sistema.
Al grito de “El pueblo unido jamás será vencido” y “¿Qué queremos? Justicia climática; ¿Cuándo la queremos? Ya” marchaban decenas de miles de jóvenes entre ellos miles de pueblos indígenas del Amazonas, de Latinoamérica, de Asia y de distintos países africanos encabezado la protesta.
“Una vez más, vemos a los líderes mundiales haciendo grandes declaraciones y promesas. Necesitamos cortes de emisiones drásticos, indemnizaciones del Norte para el Sur y tenemos que acabar con la industria de los combustibles fósiles”.
La incansable lucha por la defensa del medio ambiente se transformó en el nuevo paradigma dominado por la juventud, que vinculan acertadamente el cambio climático con el cambio de otro sistema social más justo y democrático. “Lo que debemos preguntarnos es ¿por qué luchamos? ¿Para salvar el mundo o mantener todo igual? Los líderes pueden seguir en su burbuja, pero la historia los juzgará. Y nosotros no lo aceptaremos” sentenció la joven militante Greta Thunberg frente a la multitud.
Las potencias imperialistas, responsables de las emisiones contaminantes necesitan de modelos dependientes como el de nuestro país y la región para perpetrar sus saqueos contaminantes. Se echan la culpa unos a los otros, mientras exterminan especies, la tierra, los mares y los seres humanos.
La lucha por la salvación del planeta echa por tierra teorías como la del “capitalismo bueno” (el industrial) vs el “capitalismo malo” (el financiero). Muestra que van indefectiblemente unidos uno al otro con las consecuencias a la vista. Por eso la lucha por el cambio climático va unida a la denuncia de un sistema que se ha transformado en su contrario y traba todo desarrollo sustentable, justo y democrático de la humanidad. Por ello se plantean ya no “simples mejoras”, sino cambios revolucionarios, que al igual que la lucha feminista, marcan nuevas generaciones y puntos de quiebres históricos.
SE PREPARAN PARA VOLVER. ¡HAY QUE IMPEDIRLO!
«Esta vez no hay espacio para el gradualismo» “Creo que ya no son decisivos los primeros 100 días del próximo gobierno, son decisivas las primeras 100 horas. Por eso creo que no hay espacio para el gradualismo, hay que meterle ritmo al proceso de transformación”,afirmó Rogelio Frigerio, quien fuera Ministro del Interior de Macri, hoy cercano a Rodríguez Larreta y candidato a Gobernador en Entre Ríos.
El domingo 14 de noviembre es una parada de gran importancia para utilizar el Frente de Todos como una herramienta de poder, que aglutina a la mayoría de los sectores populares, que es impura, heterogénea pero de poder para frenar el avance de estos sectores abiertamente reaccionarios, ahora multiplicado con exponentes fascistas, anti derechos, anti obreros y racistas que no ocultan que si se fortalecen en el Congreso y acceden al poder en el 2023 van por el ajuste brutal, la flexibilidad, la Ley de Alquileres, aplicar la Ley Antiterrorista a las comunidades mapuches que reclaman sus tierras ancestrales, mas endeudamientos, etc.
La gran tarea de la militancia popular es sumar voluntades para que el 14/11 se le ponga un freno a neoliberalismo que se reagrupa para inaugurar un período de gran inestabilidad política y social, donde aprovecharán el descontento por la inflación y todo aquello que puedan utilizar para “embarrar la cancha”, ya sea para desestabilizar o desgastar hacia las elecciones del 2023 donde trabajan una gran alianza de todos los sectores reaccionarios para volver al gobierno.
¿GRAN ACUERDO NACIONAL O AGENDA POPULAR?
Como adelantándose a una derrota, desde el ejecutivo y la presidencia de la Cámara de Diputados a cargo de Sergio Massa, se propone luego de las elecciones un “Gran Acuerdo Nacional”, donde los sectores que tienen la sartén por el mango, ya con los resultados electorales en la mano, se volverán a imponer con mayor dureza. Nada podemos esperar de esa iniciativa, salvo quedar mas prisioneros de los que nos trajeron al abismo, porque los sectores populares estarán ausentes o serán figuras decorativas como ya ocurrió en otras ocasiones en la historia reciente.
El mandato popular en el triunfo del 2019 y la derrota de las Paso fue ir hasta el hueso en los cambios estructurales que reclama el pueblo que sufre hambre, pobreza, precarización y mayor desigualdad. Después habrá tiempo para “gradualismos” o “acuerdos nacionales”.
Por eso, la disyuntiva que se plantea después del 14/11 es si marchamos a un “Gran Acuerdo Nacional” (con la oposición reaccionaria fortalecida y sus exponentes en la economía y la justicia, que apuran el acuerdo con el FMI) o por el contrario, se inaugura un nuevo período con el pueblo en las calles para cambiar la agenda y transitar hacia un rumbo popular.
Este camino se fortalece si el 14/11 frenamos con Todxs a la reacción neoliberal y avanza la militancia popular.