En atención a lo expresado por el propio Fondo en su web (ver), surgen a las claras algunas conclusiones respecto del nuevo “acuerdo” con el FMI:
- “El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto”: Hasta las paso no habrá un dólar en nuestro país de los desembolsos esperados. En parte se trata de justificar esto debido a que el acuerdo se llegó con el staff del FMI pero el directorio, que ingresa en receso de verano, todavía no lo aprobó y es desde allí donde se ordenan el giro de los DEG’s, que es la moneda especial del organismo. En términos políticos, termina siendo un respaldo muy tibio ante Massa de cara a las elecciones, y recién cuando se celebren las mismas, o mucho más cerca de esa fecha, la plata llegaría (en caso de que el directorio así lo apruebe), ¿qué pasará si Massa no hace una buena elección?
- “Se han tomado medidas para alentar la liquidación de exportaciones y contener las importaciones en el corto plazo”: visto bueno al dólar agro (devaluación encubierta) con tal de que ingresen algunos dólares más al central y lograr cumplir el objetivo fijado en Washington de acumulación de reservas. Esta medida además de significar una monumental transferencia de recursos monetarios que pagamos todos y que podrían asignarse a cubrir las necesidades de quienes más sufren, supone a su vez un nuevo incremento en la inflación de alimentos.
- Se sigue castigando al pueblo. Asimismo, el fondo menciona las restricciones para importaciones para contener esos dólares obtenidos por la devaluación encubierta, lo cual acelera la recesión económica. Palabras más, palabras menos, el Fondo expresa que debido a que hubo menos exportación por la sequía, debe haber menos importación. Otra de las facetas del ajuste.
- “Las autoridades continuarán asegurando que las tasas de política monetaria se mantengan suficientemente positivas en términos reales”: las tasas de interés seguirán por las nubes –o sea, por encima de la tasa inflacionaria, a eso refiere con “positivas”- haciendo imposible el acceso al crédito y fomentando la timba financiera ya que esa tasa fija la ganancia de bancos y aseguradoras en leliqs y otros bonos que de acuerdo a algunas estimaciones ya acumulan intereses por 3 billones de pesos, o 1.8% del PBI nacional.
- “Siguen siendo necesarios esfuerzos para (i) contener el crecimiento de la masa salarial, (ii) actualizar las tarifas de energía […](iii) fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales”: quizás el segmento de mayor claridad respecto de que lo que se acordó es ajuste puro y duro. Se profundizan las medidas ya pactadas en acuerdos anteriores. Sin aumentos de salarios, con aumentos de tarifas y más recortes en los planes sociales cuando las cifras de pobreza continúan creciendo, impactando principalmente en menores de edad. Las transferencias a Provincias que ya venían decreciendo deben hacerlo todavía más y lo mismo para las empresas estatales, aun en medio del proyecto del gasoducto y litio.
El Gobierno Nacional en plena campaña electoral continúa las políticas de ajuste. Medidas que se profundizaron desde que Sergio Massa tomó el control del Ministerio de Economía. En la búsqueda de confundir recurrentemente el sometimiento con la habilidad política, lejos de mostrarse preocupados o contestatarios, en los medios de comunicación tanto Massa como otros protagonistas de UxP se muestran muy satisfechos con lo conseguido. Así es como en conferencia de prensa, el vocero de campaña Alexis Guerrera dijo “con el acuerdo con el FMI comienza la campaña oficial de Sergio Massa”. No hay lugar para la duda.
El único punto del “programa de gobierno” que se conoce del candidato Massa es pagarle al fondo todo lo que se le debe para que se vaya del país. Si para pagar dos vencimientos que suman poco más de 3 mil millones de dólares el ajuste que se efectúa es este, qué medidas serían “necesarias” para pagar los casi 50 mil millones de deuda total. Desde hace un año y pico que se firmó el acuerdo (pero en realidad desde el comienzo del Gobierno de Alberto Fernández porque desde el primer día que se viene pagando), la situación de la amplia mayoría del pueblo empeoró. Sin embargo, esa realidad nunca fue un motivo para que muchos/as de quienes estaban a favor de un acuerdo (porque no firmarlo era “ingresar en lo desconocido” tal como lo expresó una y otra vez el ex Minsitro de Economía Martin Guzmán) se pronuncien en contra del acuerdo y la necesidad de al menos impulsar uno nuevo que no vulnere las condiciones de vida de la mayoría. No. Esa necesidad surgió recién cuando sobrevino la sequía (que también encareció los precios de los alimentos) y la imposibilidad de pagar dócilmente al Fondo como se venía haciendo.
La decisión de colocar a Massa como el candidato principal del UxP, tomada en las últimas horas del cierre de listas y “por arriba”, privilegia a la minoría que integra el Frente en detrimento de una mayoría que continúa siendo dejada de lado y ajustada. Por eso, hay que romper con aquellas lecturas que balconeando la política ven en esto una nueva “jugada maestra”; también con los discursos posibilistas o pragmáticos, mientras el pueblo se encuentra en franco retroceso.
A su vez, en frente hay una derecha despiadada que en campaña no hace promesas sino amenazas. Frente a esto, gran parte de la militancia popular buscan hacerse fuerte frente a la barbarie de la mano dura expresada en Juntos por el Cambio mostrando en Jujuy su programa de gobierno para el país. El camino, tal como lo demuestra el pueblo jujeño, es reagruparse, elaborar musculo y prepararse para la pelea por lo que vendrá.
En las PASO, votar a aquellos candidatos con programas populares (por ejemplo, Grabois dentro del propio UxP y Mempo Giardinelli por fuera). El sentido del voto en estas elecciones, a diferencia de otras, es para cerrar filas de los sectores democráticos, antiimperialistas y antiterratenientes para que ganen terreno dentro del amplio campo popular, que nos permita poner en debate por millones un programa emancipador como el que proponemos desde el MPL en SOBERANXS con el “Plan de la Patria”.
Los fraudes al pueblo no deben ser parte de ningún acuerdo de pago y deben rechazarce, investigando a fondo para q paguen sus culpables, Macri, sus CEOs amigos y el FMI.