La emisión de un nuevo bono de deuda externa por 2.750 millones de dólares a 100 años es una muestra más del festival de endeudamiento que está llevando adelante el gobierno de Cambiemos. Nos condenan a pagar un interés de 7,125% a 7,9% por año, durante todo un siglo.
En sus primeros veinte meses, el gobierno ya lleva emitidos más de 100 mil millones de deuda externa. Fue un verdadero récord mundial: el que más se endeudó en el 2016 entre los países que los bancos denominan “emergentes”, triplicando al que marchó en segundo lugar.
Pero no es el único récord de Macri. La última dictadura militar –que impulsó el gran salto de la deuda externa argentina– entre abril de 1976 y fines de 1983 llevó el endeudamiento desde 8 mil millones de dólares a 45 mil millones: un aumento de 37 mil millones. Macri ya está cerca de triplicar esa cifra y aún no llegó a la mitad de su mandato.
Sin la más mínima vergüenza, el Ministerio de Finanzas explica que esta nueva emisión de deuda “se enmarca en el objetivo del Gobierno de asegurar el financiamiento en las mejores condiciones posibles para el crecimiento de la economía y la generación de empleo”. En realidad es para cubrir el déficit fiscal creciente, producto de la recesión en la que la política de Cambiemos está sumergiendo a la economía argentina.
También intenta explicar que “con esta emisión, la Argentina pasa a ubicarse en el selecto grupo de naciones con emisiones de bonos soberanos a 100 años como México, Bélgica, Irlanda, China, Dinamarca o Suecia”. Pero México lo hizo con una tasa de 5,75% anual. E Irlanda y Bélgica de 2,35%. La tasa de 7,125 o 7,9 % anual de este bono argentino también es récord.
El capital prestado (2.750 millones de dólares) deberá devolverse dentro de cien años. En el transcurso de ese siglo, Argentina tendrá que pagar cada año un 7,125% de esos 2.750 millones, es decir: 195 millones de dólares. En 14 años, los acreedores recuperarán el monto prestado. Pero seguirán cobrando intereses por el resto del siglo. En total Argentina pagará 19.600 millones de dólares de intereses. Y luego devolverá los 2.750 mil millones recibidos. En total, pagaremos más de ocho veces el préstamo tomado recientemente.
Con esta política, los intereses de la deuda externa se llevan una parte cada vez mayor del presupuesto nacional. En el presupuesto 2016 representan el 10,5%, más que Salud y Educación en conjunto. Además, vuelve a ser un endeudamiento ilegal, que no fue aprobado por el Congreso y que tiene como destino cubrir el déficit fiscal, lo que está prohibido por la Ley 24.156.
Evidentemente fue parte de las concesiones del gobierno al capital financiero imperialista para lograr el “ascenso” de la economía argentina a la categoría de “país emergente” por parte de la banca Morgan Stanley, con lo que esperaban una vez más recibir una lluvia de inversiones. Pero tampoco alcanzó y nos siguen considerando “país fronterizo”.
Frente a este nuevo acto entreguista, exigimos investigación y no pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta, que sólo genera más dependencia y más ajuste.