La lucha del 2019 se impuso en la asamblea constituyente. Duro revés a la derecha neoliberal
Con el 99% escrutado la gran sorpresa la dio la lista llamada “independiente” con 48, casi un tercio sobre 155 diputadxs que se eligieron.
Estas expresiones recogieron en mayor medida las reivindicaciones de la histórica lucha del año 2019. Son corrientes combativas, democráticas y muchas de tipo “basistas” anti partidos.
La lista “Apruebo Dignidad” integrada por el PC + Frente Amplio obtuvo 28 bancas.
La derecha oficialista del presidente Sebastián Piñera sufrió una fuerte derrota. La lista “Vamos por Chile» obtuvo 37 bancas. Se jugaban a sacar 55 de los 155 para tener el tercio que le de poder de veto. Piñera se alió al Partido Republicano, de extrema derecha, pero aún así no le alcanzó. La derrota en las calles se trasladó a la elección.
También otras expresiones que sufrieron una derrota fue la alianza liberal socialdemócrata entre Bachelet y Lagos, “Lista del Apruebo” que obtuvieron 25 lugares. Bachelet paga su política de pasividad cómplice desde su cargo en la ONU frente a la brutal represión del gobierno en la lucha del 2019.
Luego están los llamados “Escaños Reservados» (17 bancas). Para los pueblos originarios, dónde el pueblo Mapuche tiene 7 reservados.
Duro castigo al neoliberalismo
Sin lugar a dudas las corrientes opositoras, populares, antiimperialistas, feministas, anti terratenientes, democráticas y de izquierda se impusieron en esta elección arrancada con el estallido social que empezó un cambio de fondo, comenzando por la Constitución de la dictadura sangrienta de Pinochet aún vigente.
Las jornadas históricas fueron la bisagra que marcaron a fuego estas elecciones. Son parte de la gran pulseada que se desarrolla en la región y muestran que estas instancias democráticas si son precedidas de las luchas donde el pueblo es protagonista marcan un claro rumbo popular.
No es un dato más que en la votación hubo una gran cantidad de candidatos como nunca antes, lo que muestra también el alto grado de politización que emergió en Chile en este último año.
Fueron castigados los Partidos tradicionales que gobernaron y gobiernan el país. Pero también hubo un alto llamado de atención a otras expresiones populares que vacilaron o tomaron distancia mientras se masacraba al pueblo en las calles. Un 68% de los candidatos a la convención no militan en ninguna organización partidaria.
Por otro lado, el gobierno pretendió capitalizar el alto grado de vacunación en medio de la pandemia, pero subestimó al pueblo que ganó en conciencia producto de su propia experiencia de lucha. Subestimó que hubo un antes y un después de las jornadas del 2019, y esta Constituyente es la expresión de eso.
Una ardua tarea por delante
La reforma de una Constitución retrógrada no será un trámite. Ahora se ha conquistado una mayoría popular que habrá que saber coordinar, sin dejar de lado el aspecto fundamental: el protagonismo del pueblo.
La Convención ha sido electa bajo un mecanismo de paridad de género único en el mundo, que garantiza un mínimo de 45% de mujeres.
La Convención Constitucional también incorpora a los diez pueblos originarios chilenos reconocidos por el Estado, entre ellos, los mapuches, aimaras, quechuas y diaguitas. De los 155 integrantes de la asamblea, 17 bancas están reservados paralos indígenas.
Con la convención constituyente que comenzará sus funciones en junio, se definirán asuntos fundamentales.
Se tiene que discutir entre otras tantas cuestiones, su régimen político y sistema de Gobierno, porque el régimen Pinochetista le dio un papel al presidencialismo muy marcado, dejando en segundo plano las resoluciones legislativas y federales (características de una dictadura)
Por eso un elemento clave será el de la descentralización y regionalización, avanzando hacia la democratización del país haciendo fuerte a las regiones frente a un Estado unitario y fuertemente centralizado.
Otro de los grandes debates será alrededor de la feminización de la Constitución. No se habla aquí de más lugares para las mujeres y disidencias en lugares ejecutivos, sino de emprender un cambio de paradigma sobre las cuestiones culturales que se de en debatir e imponer en cada lugar del Estado y regir los avances de la sociedad.
Otra de las cuestiones de fondo que estará planteada será si esta Constitución será Plurinacional expresado en la diversidad cultural, otorgando derechos comenzando por el reconocimiento y devolución a las comunidades ancestrales de las tierras arrebatadas. Paso fundamental para comenzar a discutir el uso y tenencia. La lucha de las comunidades originarias es una de las que ha marcado este nuevo periodo en Chile. La propiedad terrateniente , así como avanzar para que la tierra sea para quien la trabaje es uno de los desafíos de esta etapa.
En una Asamblea Constituyente, los sectores populares tienen la oportunidad de poner en debate todo y lograr que ese debate se plasme en avances populares en la Constitución.
Es el momento para que el pueblo protagonice el debate sobre el cambio de la matriz económica, dependiente y primarizada en poder de los monopolios imperialistas que predominan sobre la economía, asfixiando a las pequeñas y medianas empresas, así como las producciones regionales.
Poner en debate el rol del Estado, donde será fundamental el estricto control popular.
Se ha abierto una situación donde será fundamental poner en discusión todo lo que sea necesario a favor del pueblo, tratando de llegar lo más lejos que se pueda en la conquista de derechos, sabiendo que esos derechos tendrán que ser garantizados con la lucha popular ya que los resortes de la economía y la justicia seguirán estando en los sectores concentrados que han llevado a Chile a una de las crisis económicas y sociales sin precedentes.
Todo los derechos que se puedan introducir fortalecerá la lucha por la liberación; objetivo que unifican a los países dependientes en la America Morena.
Santiago de Chile, “cambia todo cambia”
En Chile se desarrollaron cuatro elecciones este fin de semana: junto con las de convencionales, se celebraron las de gobernadores regionales y las municipales (de alcaldes y concejales).
Una de las grandes sorpresas se dio en la alcaldía de Santiago de Chile donde la candidata del PC Irací Hassler, de La lista “Apruebo Dignidad” integrada por el PC + Frente Amplio alcanzó el 38% de los votos. «Hemos salido a conquistar el municipio para nuestras comunidades», dijo la actual concejala.
Sin dudas los vientos de cambios se van plasmando en realidades con gobiernos con perspectiva de género en regiones claves del país.