Reproducimos una carta de docentes jubiladxs que denuncia la situación epidemiológica de la provincia que el gobernador Sanchez amplifica con su política negacionista.
Hoy somos abuelos y abuelas, pero también trabajadores/as que transitaron las aulas y que educaron generaciones defendiendo siempre los principios de la escuela pública, gratuita, laica y obligatoria. La educación por y para la vida y los derechos humanos.
Nuestra vida laboral transcurrió en la presencialidad. Sin embargo, somos conscientes de que atravesamos una pandemia en la que los contagios y las muertes las contamos por decenas, cientos y miles y que debemos cuidar y velar por nuestros hijos/as y nietos/as.
Defendemos el derecho a la vida y a la salud. Es por eso que consideramos necesario suspender las clases presenciales, como así se ha hecho en otros países.
A partir de los datos diarios que aparecen en los medios de comunicación de nuestra provincia y de lo que muchos y muchas vivimos a diario -saturación de las terapias intensivas, enorme cantidad de contagios y muertes, agotamiento de nuestros trabajadores/as de la salud, innumerables contagios en docentes y alumnos y fallecimientos en el sector) nos urge solicitar al gobierno de la provincia de Mendoza lo siguiente:
✅ ACATAR LAS DECISIONES DEL CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN Y SUSPENDER LAS CLASES PRESENCIALES MIENTRAS DURE LA ALARMA EPIDEMIOLÓGICA EN NUESTRA PROVINCIA.
✅ Garantizar la educación no presencial y virtual con todos los recursos necesarios: dispositivos (computadoras, tablet, netbook u otros) para alumnos y docentes junto a una conectividad eficiente y gratuita.
✅ Vacunar a los/as trabajadores/as de la educación en su totalidad.
✅ Asegurar llegar con los refuerzos alimentarios en calidad y cantidad a todos los alumnos y alumnas de la provincia.
✅ Arbitrar los medios para aumentar el presupuesto para educación que permita efectivizar lo anterior.
Vivimos momentos dramáticos donde está en juego la salud y la vida de todos los miembros de nuestra comunidad. Bregamos para que nuestros hijos y nietos sean buenas personas, buenos ciudadanos, buenos trabajadores, que cuiden su propia vida y sean a la vez solidarios, que defiendan el medio ambiente, pero enfermos, con frío (y muchas veces con hambre), no se aprende.
Dice la educadora Adriana Puiggrós: “Para poder estudiar, para poder aprender, para poder ir a clases, primero hay que estar vivo.”
Hacemos responsable al gobernador de la provincia por las decisiones que deben defender la vida y la salud de nuestros nietos y toda la comunidad.
NOTA: compartida de publicación del SUTE Mendoza.