Paola Salamanca es docente de primaria en Córdoba capital. Tenía tres años cuando su papá René fue secuestrado, en la madrugada del mismo 24 de Marzo de 1976. René Salamanca era secretario general del SMATA y en ese momento vivía en la clandestinidad porque tenía, ya desde hace algunos años, pedido de captura. Por eso Paola vivía con su madre y su hermano mayor, José.
Aun desde la clandestinidad y con el sindicato intervenido, René Salamanca había impulsado desde 1974 la denuncia contra los preparativos del golpe de Estado. Por eso aquel 24 de Marzo en la fábrica Santa Isabel, los mecánicos del SMATA cordobés pararon contra el golpe, contribuyendo a la difícil resistencia popular contra esa nefasta dictadura que comenzaba.
Hoy, 40 años después, su hija sigue recordando ese momento y reclamando justicia. Y también es parte del torrente de luchas docentes que no se resignan a salarios devaluados y precarización. Charlamos sobre su lucha actual, gremial y democrática.
–¿Cómo quedó el conflicto municipal?
–El conflicto municipal dejó a los trabajadores confundidos. En el conflicto municipal nos descontaron sueldo y se desconoce qué pasó con el ente [autárquico municipal creado a fines del año pasado] y qué hizo el gremio municipal [Suoem]. El ente caminó en silencio total. Si el gremio llega a convocar asamblea, lo van a apretar los trabajadores porque se descontó mucha plata por los días de paro. Después se hizo público por los medios que se habría acordado una buena paritaria. El gremio no confirmó nada hasta ahora. Lo más grave es que desconocemos las consecuencias que va a tener este ente impulsado por [el intendente] Mestre. Entre los docentes, los más afectados tras la creación del ente son los docentes suplentes, que podían concursar y ahora no. Y desconocemos el alcance que va a tener.
–¿Cómo lo ves a Macri?
–La gente no lo votó a Macri: votó para sacar a Cristina. Y lo que está haciendo Macri, ya lo sabíamos.
–¿Cómo vivís estos 40 años del golpe?
–La verdad que todos los 24 de Marzo son muy especiales. Es un día de recuerdo y un día triste. Y ahora con 40 años, mucho peor. Son 40 años que todavía el juicio no se termina, todavía no están sentenciados [sus asesinos]. Entonces es como seguir 40 años con esta impotencia de no poder ver justicia todavía.
–Tenían tres años cuando desapareció René: ¿cómo fuiste llegando a su experiencia de vida?
–Y a su experiencia de vida llegué a través de los libros. Cuando estaba en el secundario empecé a leer acerca de mi papá. Ya estaba en los libros de historia. Yo no sabía nada, porque en mi casa no se hablaba de eso. Y realmente lo empecé a conocer a través de Agustín [Funes] cuando se acercó a mí y me empezó a hablar de él y a contarme cómo era y qué hacía. Bueno, y después a través de todos los otros compañeros que fui conociendo.
–¿Qué significado tiene reivindicar la lucha de tu padre?
–Tiene mucho significado. Sobre todo con todas las cosas que está viviendo la gente, el pueblo, la inflación que hay, la falta de trabajo, con las luchas que tienen que salir a la calle. Por todo lo que está pasando en la actualidad. Creo que reivindicar por lo que él lucho tiene más significado que nunca.