Nuevos tambores de guerra azuzados por Ursula Von Der Layen agitan el conflicto con una profundización que puede desembocar en una posible nueva guerra a escala mundial.
El 24 de febrero pasado se cumplieron dos años desde la invasión de Rusia a Ucrania. A este punto se ha llegado con miles de muertos en las trincheras de ambos ejércitos pero está claro que Ucrania está llevando la peor parte, esto se debe a que veinticuatro largos meses después del comienzo de la invasión rusa, el ejército ucraniano tiene dificultades para encontrar nuevos reclutas que enviar al frente, según han confirmado oficiales militares: «Nuestras unidades carecen de personal suficiente», afirma el mayor Oleksandr Volkov, comandante de un batallón de la 24ª brigada. «Necesitamos gente joven, de menos de 40 años, y motivada».
Esta era una de las ventajas que Rusia siempre tuvo sobre Ucrania: más mano de obra para luchar y morir en el frente, además de por supuesto, de la más importante que es la calidad y cantidad de material bélico a disposición.
La política exterior europea ha sido intervenida y literalmente absorbida por los intereses coloniales y expansionistas de Estados Unidos de Norteamérica para mantener su hegemonía mundial. Esta postración y sometimiento de la Unión Europea supone una grave amenaza tanto para la democracia europea como para la seguridad mundial.
La amenaza a la seguridad mundial se debe a que actualmente Europa es prisionera de la guerra comercial por parte de EEUU contra China y Rusia.
El rasgo más llamativo de la política exterior europea es el enorme daño que se hacen así mismos. Europa ha impulsado políticas que han ido en su contra y a favor de EEUU.
Es dejarse ser el felpudo que antecede a la injerencia, y la misma tiene un canal fundamental a través del cual se ha fiscalizado la política exterior europea: ese canal que nunca ha cortado y que por el contrario se ha ido expandiendo es la OTAN.
La organización está dominada por EEUU, que no solo ha direccionado la política militar y exterior de Europa, sino que ha arrastrado a la Unión a apoyar políticas que benefician solo a un grupo selecto de EEUU – entre ellos el armamentista – a pesar de perjudicarse a sí misma.
El discurso sobre la guerra de Ucrania ha sido manipulado exacerbadamente, lo que hace mucho más difícil desentrañar la verdad. Está claro que el gran perdedor de esta guerra son los de siempre:
Los pueblos que derraman su sangre y los desplazados que nunca buscaron el conflicto. Por lo tanto, perdemos todos.
¿Quien va ganando?
El mejor punto de partida es quién ha ganado y quién ha perdido económicamente con la guerra. Ahí, las cuentas están claras. EEUU ha sido el gran ganador, mientras que Europa Occidental y especialmente Alemania, ha sido la gran perdedora, sobre todo los trabajadores alemanes.
EEUU ha ganado producto de que ha terminado con la dependencia que tenían Alemania y Europa Occidental de la energía rusa. Es más, la energía rusa ha sido sustituida por energía cara suministrada por EEUU.
EEUU también ha salido ganando porque el aumento de la producción de armas ha supuesto un importante estímulo fiscal para su industria manufacturera. Esta configuración global ayuda a explicar que EEUU haya evitado una recesión. El único gran inconveniente fue el aumento temporal de la inflación provocado por el estallido de la guerra.
Europa Occidental, y especialmente Alemania, ha sido la gran perdedora. La energía rusa de un costo infinitamente menor ha sido sustituida por la costosa energía estadounidense. Esto desmoronó la competitividad productiva de Alemania y ha contribuido a aumentar aún más la inflación europea. Europa también ha perdido el enorme mercado ruso, en el que vendía productos manufacturados.
El futuro económico de Europa se ha visto gravemente comprometido, ya que los cambios parecen permanentes.
En materia militar hay que decir que Rusia no deja de avanzar posiciones en el territorio ucraniano. Según datos del ministerio de defensa ruso, sólo en el 2024 ha ocupado más de 300 km cuadrados de territorio.
Nuevos tambores de guerra
La justificación de la clase dirigente europea para rechazar cualquier tipo de resolución o alto el fuego, es que Rusia representa una amenaza existencial para Europa. Así lo expresó la dama de hierro, la Presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula Von Der Layen: “La amenaza de guerra puede no ser inminente, pero no es imposible”, y agrega “los riesgos de guerra no deben exagerarse, pero sí deben estar preparados para ello, y eso comienza con la urgente necesidad de reconstruir, reponer y modernizar los estados miembros y sus fuerzas armadas”
No contenta con su anuncio, Von Der Layen fue más allá, dejó muy en claro lo que se debía hacer con las sanciones aplicadas a rusia en su momento y apuntó con su mira en tono amenazante: “Sobre el uso de las ganancias inesperadas de los activos rusos congelados para comprar conjuntamente equipo militar para Ucrania. No podría haber ningún símbolo más fuerte ni mayor uso para ese dinero que hacer de Ucrania y de toda Europa un lugar más seguro para vivir”
Es decir, traducido: Ni se les ocurra abandonar la guerra, que la sangre corra como un río hasta acabar en la guerra mundial, y si es posible nuclear.
este país en su guerra contra Rusia.”(Emmanuel Macron, Presidente de Francia)
A todo esto se suma las declaraciones del Presidente Emmanuel Macron, en la conferencia en apoyo a Ucrania realizada el pasado 26 de febrero, en las que deja muy claramente la posibilidad de que la Unión Europea pueda mandar tropas terrestres a Ucrania como también a la compra de material de artillería para Kiev por fuera de la UE, dijo: “No hay que excluir el envío de tropas occidentales a Ucrania para apoyar a este país en su guerra contra Rusia.” y agregó : «Hoy no hay consenso sobre el envío de tropas terrestres, pero no se puede descartar nada», señaló el presidente francés. «Haremos todo lo posible para evitar que Rusia gane esta guerra. Estamos convencidos de que la derrota de Rusia es necesaria para la seguridad y la estabilidad en Europa”.
Está claro o por lo menos todo indicaría que la OTAN se prepara para una guerra contra Rusia.
A todo esto el presidente de la federación rusa, Vladimir Putin realizó una conferencia donde aclaró, y sobre todo a Europa, la OTAN y en especial a Macron que: “También tenemos armas, sí ellos lo saben, acabo de decir que también hay armas que pueden alcanzar objetivos en su territorio. Y deberían entender que todo lo que están haciendo ahora, tratando de asustar a todo el mundo, supone el riesgo de un conflicto con armas nucleares. Lo que significa la posible destrucción de la civilización. ¿No lo entienden o qué? y agregó: “Se habla de enviar contingentes militares de la OTAN a Ucrania. Pero recordamos el destino de los que una vez enviaron sus contingentes al territorio de nuestro país. Pero ahora las consecuencias para los posibles intervencionistas serán mucho más trágicas.”
Es decir, los discursos de Rusia y la comunidad Europea más el constante envío de armas de Inglaterra, EEUU, Francia, Alemania e Inglaterra son todos belicistas, ninguno llama a la paz.
Esta guerra podría haberse evitado y, una vez iniciada, haber terminado en dos meses, pero…el acuerdo ruso-ucraniano, negociado a finales de marzo de 2022 y rubricado en Estambul, estaba listo para ser firmado y preveía, entre otras cosas, la neutralidad militar de Ucrania. Sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, que actuó como embajador del Occidente político, no permitió que Ucrania pusiera fin a la guerra. La preservación del Estado ucraniano y su futura expansión territorial dependen sobre todo de cuánto dure la guerra.
La condición de Estado de Ucrania está cada vez más amenazada. El país no puede funcionar de forma independiente, la mayoría de sus recursos consisten en donaciones exigidas y coordinadas de unos 40 países controlados por Washington, y su futuro depende de las intenciones de potencias externas, sobre todo de Estados Unidos.
Varios conflictos, una misma crisis.
El derrumbe de EEUU como potencia occidental hegemónica une los tres escenarios bélicos entre grandes potencias abiertos hoy en el mundo,la guerra de Ucrania, la masacre de Gaza y las tensiones alrededor de Taiwán, ignorando que esos tres frentes ,abiertos en Europa, Oriente medio y Asia Oriental, respectivamente, apuntan hacia la misma crisis del declive occidental.
El Presidente chino, Xi Jinping, cuando dice que “El mundo asiste a cambios sin precedentes en un siglo”, hace referencia a este punto de inflexión en la escalada bélica y podríamos decir que la tendencia de esos cambios son:
- Se acentúa la brecha entre el bloque occidental formado por EE.UU, Unión Europea, Inglaterra, Japón y Australia para contener a Rusia y China y el resto del mundo.
- El Genocidio y la ultima masacre en Gaza por parte de Israel, y la complicidad occidental, política y mediática con ella, atribuyen un verdadero suicidio moral de Occidente. Su casi nula credibilidad en materia de derechos humanos, mediación de conflictos y ayuda humanitaria es igual a cero. Las mismas potencias que financian y arman a Ucrania están financiando y armando un genocidio por parte de los Sionistas Israelies en Gaza. Es vergonzosamente evidente como se mide con la doble vara desde la perspectiva del bloque Occidental a Ucrania y Gaza. Y lo peligroso de esto es que da una posible viabilidad a la narrativa rusa acerca de que sin su intervención militar se habría llevado a cabo en Crimea y en el Donbass una limpieza étnica, expulsión y masacre de prorrusos por fuerzas parcialmente animadas por una ideología de extrema derecha con el apoyo y la bendición de Occidente. Toda muerte en prisión de un opositor político, es sospechosa por definición, trátese de Aleksei Navalny o de cualquier otro. Los gobiernos, políticos y medios que mas protestan por la muerte de Navalny son los mismos que han ignorado la suerte de Assange. Ambos eran acusados por sus carceleros de trabajar para servicios secretos extranjeros.
- El esfuerzo por excluir a Rusia de Europa se vuelve contra la Unión Europea, refuerza la “gran Eurasia” y debilita a Occidente ante el resto del mundo pero al mismo tiempo su enfoque hacia Asia fortalece la cooperación entre India y China.
Además, la UE no se enteró de que en Moscú ya no la necesitan. Las sanciones son un boomerang,ya que importa petróleo y derivados rusos a través de India y compra el gas licuado a EE.UU a un costo entre tres y cuatro veces el precio del gas ruso. Conclusión, Rusia es la primera economía de Europa con una previsión de 4% de crecimiento en 2024 y Alemania roza la recesión con una previsión del 0,2%.
- La Unión Europea se hace más dependiente política y económicamente de EE.UU y con ello se debilita. La estrategia rusa no es integrar al país a Europa, sino todo lo contrario, integrar a la Unión Europea en el gran polo continental euroasiático cuyo motor es el gigante chino.
- La iniciativa china de la Nueva Ruta de la Seda amplía su espectro en Asia y África oriental, desplazando la influencia de Estados Unidos. América Latina desarrolla sus relaciones con China, India, Irán, erosionando la hegemonía de Estados Unidos en el hemisferio occidental.
- Las sanciones de la UE y EEUU estimulan la reorganización industrial de Rusia y la integración de ella con China e Irán para programas comunes civiles y militares.
- La confiscación de las reservas en dólares de países como Irán, Venezuela, Rusia y Afganistán, complica la capacidad de Estados Unidos de financiar su proyección de continuidad hegemónica global. El dólar es visto con cierto recelo y las sanciones de Washington empujan a muchos países a comerciar en otras monedas y a crear alternativas al sistema internacional de transferencias financieras (swift). El senador Marco Rubio, lo expresa así: “En cinco años ya no podremos hablar de sanciones porque habrá un montón de países que comerciarán en otras monedas y perderemos la posibilidad de sancionarlos”.
- La superioridad militar estadounidense está en cuestión, y en caso de gran guerra, podría perderla. En palabras del ex vicesecretario de Estado Aaron Wess Mitchell: “eso pasaría porque a diferencia de Estados Unidos que debe ser fuerte en tres puntos del mapa a la vez, a cada uno de sus adversarios – China, Rusia e Irán- les basta con ser fuertes solo en su propia región para conseguir sus objetivos”.(En Foreign Policy 16/Nov/2023)
- El riesgo de una guerra nuclear es mucho mayor hoy que durante la Guerra Fría. Los tres frentes abiertos implican a por lo menos cinco potencias nucleares: Estados Unidos, Israel, Rusia, China y Corea del Norte (siete si incluimos a Inglaterra y Francia).
- Hay un deseo que se antepone con el sistema de dominio americano de finales del Siglo XX, el de sustituirlo por un orden multipolar.
- Pero también hay desconfianza desde los pueblos a esa multipolaridad porque saben que en ese enjambre de naciones que se suponen orientadas a la multipolaridad, hay muchas consideradas por las todavía potencias como subdesarrolladas y que no se presume que vayan a plantearse acuerdos comerciales íntegramente en igualdad de condiciones o justos entre las partes, ya que aquellas solo quieren que las provean de sus recursos naturales primarios.
El conflicto entre potencias es algo que ya no nos podemos permitir como especie amenazada por la dinámica del sistema socioeconómico inventado por Occidente hace un par de siglos.
Nicolas Weichafe