Tras 12 días de lucha, las negociaciones se cerraron con un aumento del 38,5% que lleva el salario de tira final a $16.200, a lo que se suman conquistas en cuanto a las condiciones de trabajo: aumento del premio de zafra, que los trabajadores eventuales tengan un mínimo de 7 meses de trabajo, el compromiso de hacer efectivos a los obreros que a los 60 años todavía no tengan este derecho, etc. Además, la empresa tuvo que comprometerse a no tomar represalias contra los trabajadores que participaron de las medidas.
La lucha de los trabajadores del Ingenio Ledesma cobró estado público cuando el 14 de julio la Gendarmería realizó una violenta represión, con un saldo de más de 80 trabajadores con heridas de bala y principio de asfixia por los gases. El Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio Ledesma (SOEAIL) reclamaba un aumento que lleve el salario de tira final a $17.000 pesos, junto a un extenso petitorio que incluía cuestiones como tiempos de trabajo, categorizaciones, permanencias, presentismo, premios de zafra y la polifuncionalidad y flexibilización impulsadas por el Ledesma. El aumento exigido era similar al conseguido por el Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio San Isidro.
Tras la represión, los trabajadores se mantuvieron en paro por tiempo indeterminado y realizaron un corte de la ruta nacional 34 en Libertador General San Martin. Fiel al estilo de Cambiemos, el gobernador Morales sostuvo respecto de los trabajadores en lucha: “Los vamos a demandar penalmente. Y les vamos a cobrar multa. Cada uno de los que estuvo va a tener que pagar 6 mil pesos”.
