En diálogo con Vamos! Edgardo Reynoso, delegado de la Línea Sarmiento, precisó que “los compañeros vienen reclamando desde hace un año y medio que se hagan obras de infraestructura para mejorar la seguridad”. El detonante de la medida fue la suspensión contra 70 trabajadores del sector de limpieza que se habían negado a trabajar porque tenían el vestuario inundado, por lo que no podían acceder, y sin luz, debido a fallas eléctricas ocasionadas por las filtraciones de agua.
Durante todo el jueves 28 los trabajadores protagonizaron un contundente paro de actividades, resuelto días antes. La medida dejó sin servicio a más de 300 mil usuarios y derivó en acusaciones de “extorsionadores” por parte del gobierno. Si no hay respuesta, los representantes de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria ya anticiparon que podrían parar nuevamente la semana que viene por 48hs.
El incidente con el vestuario ocurrió entre los días 23 y 24 de junio. “Las fallas permanentes en la instalación eléctrica hacían que quedaran sin luz periódicamente los lugares de trabajo, entre ellos los vestuarios”, detalló. “Los compañeros no tuvieron luz, por ejemplo, por la mañana y los compañeros siguieron trabajando porque aún era de día. A la noche la situación cambió porque no sólo estaba ese problema sino que estaban inundados los vestuarios. Los compañeros no tenían acceso a los vestuarios.” Luego, ese mismo 24 ante la negativa de prestar servicio por los trabajadores, se instrumentaron las suspensiones.
Otro de los problemas que describió el delegado tiene que ver con que cuando se trajeron las formaciones chinas cambió en el galibo. “Esas medidas han sido siempre precisas”, pero cuando se modificaron las formaciones “las plataformas de lavado, que están a una altura de más de dos metros, quedaron con una separación de más de 50 cm entre el acceso a la formación y la plataforma de lavado. Por ahí puede pasar el cuerpo de un trabajador”, explicó.
“Estábamos en esa discusión –continuó explicando– cuando el 16 de julio se produce el arrollamiento del compañero Sergio Garay por una formación, que prácticamente se lleva puesta a toda una cuadrilla, que alcanzaron a saltar menos el compañero.” Sobre este hecho analizó que “ningún protocolo de seguridad se está cumpliendo” y agregó que “si se cumplieran todos los protocolos de seguridad y las instrumentaciones de seguridad, no habría estas situaciones”.
Sin embargo, no se cumplen porque hay “desidia por parte de la empresa. Cuando ocurren estas cosas es porque falla la seguridad. Y cuando falla la seguridad no es que falló un hombre, fallaron los reaseguros que impiden que las distracciones o los errores humanos se conviertan en tragedia.” Y concluyó: “Si no se cuida la seguridad de los trabajadores, menos se cuida la seguridad de los usuarios”.