El 1º de octubre de 1949 triunfó en China la revolución de Nueva Democracia dirigida por el Partido Comunista que encabezaba Mao Tse-tung. Con ella, triunfaba por primera vez en la historia una revolución que abría paso –culminada la reforma agraria– a la construcción y transformación socialista de un país semicolonial y semifeudal, oprimido por el imperialismo y en disputa entre diversas potencias imperialistas.
China sigue siendo el país más poblado de la tierra, habiendo en aquel momento un 80% de campesinos, principalmente pobres. La revolución china fue un enorme paso adelante y realizó aportes fundamentales para todo el movimiento obrero y comunista internacional.
Si bien hoy China es un país imperialista, siguen vigentes las enseñanzas del enorme proceso revolucionario que encabezó Mao Tse-tung y el Partido Comunista en el país más poblado de la tierra. Sus enseñanzas y aportes muestran la vigencia del marxismo-leninismo-maoísmo, ya que alumbró en las oscuras noches cuando se producía en 1957 la restauración del capitalismo en la Unión Soviética, fue Mao Tse-tung al frente de los comunistas chinos quien desentrañó las causas más profundas de dicha derrota del proletariado, encabezando la lucha contra el revisionismo antimarxista no solo en China sino a nivel internacional.
También lo mostró en la lucha de clases en la propia China, en el proceso revolucionario donde desató y dirigió la Revolución Cultural Proletaria iniciada en 1966 y formuló la teoría de la continuación de la revolución bajo las condiciones del socialismo. Desató y dirigió así una revolución inédita en la que participaron millones y millones de trabajadores, llevando la democracia grande de las masas a un nivel desconocido en su lucha contra las fuerzas burguesas en el terreno de la superestructura y del poder, en la lucha por la revolucionarización de las relaciones de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas en el socialismo.
La derrota de la primera etapa de la revolución socialista (1917-1978), el hecho de que en ningún país el proletariado se encuentre en el poder actualmente, es utilizada por el revisionismo para crear escepticismo sobre la posibilidad de la revolución y el papel de dirección de la clase obrera. Por eso el revisionismo debe manipular, omitir, deformar el concepto marxista de época revolucionaria, concebida como época histórica prolongada (Marx, Prólogo de Contribución a la Crítica de la Economía Política, 1859). Y debe ocultar que si esa primera etapa fue derrotada, efectivamente, lo fue dentro de una época revolucionaria prolongada, abierta por la fase imperialista del capitalismo, que conocerá nuevas oleadas y etapas revolucionarias. Porque se van tensando las tres grandes contradicciones fundamentales del mundo actual: burguesía-proletariado; países imperialistas y países, pueblos y naciones oprimidos; y las contradicciones inter monopolistas e inter imperialistas; contradicciones que se influencian recíprocamente.
Hoy, esas contradicciones encuentra a China en una guerra imperialista, comercial y política con los EEUU, única superpotencia en el mundo. Esa contradicción y lucha inter-imperialista, influye decididamente sobre los países dependientes como el nuestro. El rápido crecimiento y aventurerismo por parte de las clases dominantes chinas, desafía el esquema unipolar que controla EEUU, buscando arrastrar tras de sí a los países de la región que padecen el peso de la opresión de los EEUU.
Lo cierto es que se han agudizado en los últimos años las contradicciones entre estas potencias imperialistas, pero la posición de los pueblos y las fuerzas verdaderamente antiimperialistas, no puede ser la de buscar el “mal menor”, sino la de mantener firmemente la independencia y saber aprovechar las contradicciones inter-imperialistas para avanzar con las políticas emancipadoras, que nos aproxime a la liberación nacional y social en marcha ininterrumpida al socialismo, como la revolución china, tienen plena vigencia.
¡En esta dura realidad objetiva radica también el optimismo revolucionario! ¡Viva la gloriosa revolución proletaria china!
En este nuevo aniversario publicamos fragmentos del discurso de Mao Tse-tung en la Conferencia de Representantes de Partidos Comunistas y Obreros celebrada en Moscú.
TODOS LOS REACCIONARIOS
SON TIGRES DE PAPEL [*]
18 de noviembre de 1957
En 1946, cuando Chiang Kai-shek inició su ofensiva contra nosotros, un buen número de camaradas nuestros y todo el pueblo se preocuparon mucho pensando si podríamos ganar la guerra. Yo, personalmente, también me preocupé. Pero teníamos una firme convicción. En ese tiempo, llegó a Yenán una periodista norteamericana llamada Anna Louise Strong. En una conversación con ella, abordé muchos temas, hablando de Chiang Kai-shek, Hitler, el Japón, los Estados Unidos, la bomba atómica, etc. Dije: Todos los reaccionarios, tenidos por fuertes, no son más que tigres de papel.
La razón es que viven divorciados del pueblo. ¡Fíjense! ¿No era Hitler un tigre de papel?, ¿no fue acaso derribado? También dije que el zar de Rusia, el emperador de China y el imperialismo japonés habían sido todos tigres de papel. Corno ustedes saben, ellos, en su totalidad, fueron derribados. El imperialismo norteamericano no ha sido derribado aún y, además, posee la bomba atómica. Pero estoy seguro de que también será derribado, pues es igualmente un tigre de papel. Chiang Kai-shek era muy poderoso, tenía un ejército regular de más de cuatro millones de efectivos.
En ese momento nosotros nos hallábamos en Yenán. ¿Cuántos habitantes tenía Yenán? Siete mil. ¿Y con cuántos afectivos contábamos? Con novecientos mil guerrilleros, que se encontraban divididos por obra de Chiang Kai-shek en decenas de bases de apoyo. A pesar de ello, afirmamos que Chiang Kai-shek no era más que un tigre de papel y que con toda seguridad lo venceríamos.
En el curso de un largo período, hemos llegado a formarnos este concepto para la lucha contra el enemigo: Estratégicamente, debemos desdeñar a todos nuestros enemigos, mientras que, tácticamente, debemos tomarlos muy en serio. Es decir, al considerar el todo, despreciar al enemigo, pero tenerlo muy en cuenta en cada una de las cuestiones concretas. Si no lo despreciamos al considerar el todo, caeremos en errores de oportunismo. Marx y Engels, no obstante ser dos personas solamente, ya en su tiempo declararon que el capitalismo sería derribado en el mundo entero. Al enfrentar, sin embargo, las cuestiones concretas y a cada enemigo en particular, si no los tomamos muy en serio, cometeremos errores de aventurerismo.
En la guerra, las batallas sólo pueden ser dadas una por una y las fuerzas enemigas, aniquiladas parte por parte. Las fábricas sólo pueden construirse una por una y los campesinos, arar la tierra parcela por parcela. Pasa lo mismo incluso con el acto de comer. Desde el punto de vista estratégico, consideramos poca cosa el consumir una comida: Estamos seguros de poder terminarla. Pero, en el proceso concreto de comer, lo hacemos bocado a bocado. No podemos engullir de un solo bocado lo ofrecido en un banquete. Esto se llama solución por partes y, en literatura militar, destruir las Fuerzas enemigas por separado.
* Parte de una intervención del camarada Mao Tse-tung en la Conferencia de Representantes de Partidos Comunistas y Obreros celebrada en Moscú.
Publicado en las Obras Escogidas de Mao Tse-tung Tomo V pág. 565-566