41 años del primer paro general de la CGT contra la dictadura

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Un día como hoy, en 1979, la Dictadura Militar recibía un duro golpe a manos de la resistencia encabezada, entre otros, por el Movimiento Obrero organizado.

La Dictadura desde el inicio del nefasto 24 de marzo de 1976, intervino los sindicatos, encarceló, torturó, secuestró e hizo desaparecer a sus dirigentes y se ensañó principalmente con los trabajadores. Miles y miles de compatriotas, muchos de ellos trabajadores, delegados de base, dirigentes sindicales intermedios, estudiantes, fueron secuestrados y desaparecidos.

Con la CGT intervenida la dictadura militar, puso en marcha el viejo anhelo de las minorías: desindustrialización, endeudamiento y de extranjerización de la economía. La ley de Contrato de Trabajo fue derogada. Las 62 Organizaciones Peronistas prohibidas. Elimino a las entidades sindicales de tercer grado. Elimino el derecho de huelga. Las obras sociales fueron separadas de los sindicatos.

Se trataba de domesticar a la clase obrera para implementar el plan económico de las Fuerzas Armadas. La política de Martínez de Hoz cumplió con su objetivo, mediante la desaparición física de quienes representaban alguna forma de resistencia. La caída del salario real y el crecimiento de los índices de desocupación, desangraron a la clase media baja y a los trabajadores.

En ese contexto y con la CGT disuelta, la resistencia fue inmediata pero inconexa, y sin una dirección unificada: Existían dos agrupamientos con enfoques distintos sobre cómo encarar la lucha contra la dictadura. Por un lado estaba la CNT, que manifestaba algunas críticas, pero ante todo buscaba tener un canal de diálogo formal y permanente con el gobierno. Por otro lado la Comisión de los 25 gremios peronistas que impulsaban un enfrentamiento más frontal.

Ante la noticia de que el gobierno de facto estaba por realizar una reforma de la Ley de Asociaciones Profesionales, el 21 de abril, la Comisión de los 25 se reunió en la sede del Sindicato de Molineros y lanzó una convocatoria a la Jornada de Protesta Nacional para el día 27. Exigían la restitución del poder adquisitivo de los salarios, la plena vigencia de la Ley de Convenciones Colectivas de Trabajo y la normalización de los sindicatos.

El Ministro de Trabajo, convocó a los dirigentes obreros a dialogar en el Ministerio. Antes de asistir al Ministerio, crearon un Comité de Huelga para que siguiera funcionando en el caso de tener algún problema. Efectivamente, a la salida del Ministerio, la policía los iba deteniendo de a uno. Recién recuperaron la libertad en el mes de julio. La organización de la Huelga siguió adelante.

El 27 de abril de 1979, pararon todas las fábricas del cordón industrial del Gran Buenos Aires y del interior, los ferrocarriles Sarmiento, Roca y Mitre. A partir de ese día se produjo un cambio profundo.

En 1980 nace la CGT Brasil en oposición a la CGT Azopardo y las huelgas se suceden hasta llegar a fines de 1982, cuando la CGT moviliza mas de 30.000 personas a la Plaza de Mayo en un paro histórico, que, aún con el costo de una represión brutal, le dio la estocada final a la dictadura sangrienta y ya decadente, que comenzó a organizar su huída.

Pese a las críticas que muchas veces se hacen sobre el movimiento obrero, hasta ninguneo en algunos casos, nunca hay que dejar de tener algo presente: en los momentos más difíciles y hostiles de la historia argentina siempre la organización de los trabajadores fue la que dieron las peleas centrales. Tanto en el pasado como está ocurriendo en el presente.

A 41 años recordamos a aquellos que pelearon y que dijeron e hicieron lo que tenían que hacer, lo que su tiempo demandaba. La historia juzgará y pondrá en su lugar las luchas del presente por un Argentina mas justa e igualitaria y a los dirigentes que dan la pelea respecto a aquellos que miran hacia el costado.