Trabajar menos, trabajar todxs

Los números muestran reactivación económica, sin embargo la necesidad de trabajo es uno de los grandes problemas del momento. A continuación reproducimos el análisis desarrollado en la charla impulsada por el MUS acerca de la reducción de la jornada laboral. Este debate, que tuvo su puntapié a partir de la presentación de dos proyectos de ley por parte del Frente de Todxs, está paulatinamente siendo tomado por el movimiento obrero y popular, como se evidenció en la Asamblea de la Militancia de Movemos (ver Vamos! N° 175).

El 24 de julio el Movimiento de Unidad Sindical realizó un conversatorio sobre la reducción de la jornada laboral, donde expusieron Beto Pianelli (dirigente gremial del subte) y Claudia Ormachea (diputada nacional y de La Bancaria). Luego hubo un intercambio con lxs asistentes a la charla. Recordemos que nuestro país es uno de los que tiene la jornada laboral máxima legal más larga (hasta 8 horas diarias o 48 horas semanales).

Claudia Ormachea es la autora de uno de los dos proyectos que actualmente hay en el Congreso sobre la reducción de la jornada laboral (el otro es de Hugo Yasky). Más allá de las diferencias que pueda haber entre los proyectos, lo cierto es que ambos apuntan a reducir la jornada laboral sin afectar el salario. La referente bancaria hizo hincapié en el hecho de que, independientemente de que pueda salir una ley, el trabajo no se crea a partir del derecho laboral, sino que tiene que haber un movimiento obrero organizado que pelee por este derecho y un proyecto económico acorde. Asimismo, la desocupación no desaparecería mágicamente por el solo hecho de reducir las horas de trabajo por día o por semana, pero es necesario empezar por ahí para distribuir el tiempo de trabajo entre ocupadxs y desocupadxs.

Además, una reducción de la jornada laboral redundaría en una mejor calidad de vida para lxs trabajadorxs, tanto en su salud física como mental. Asimismo, Ormachea habló de la necesidad de compatibilizar la reducción de la jornada con el alivio de las tareas de cuidado (trabajo doméstico) de las mujeres.

Este debate no se está dando solamente en Argentina, sino también en Europa y otros países de América Latina. La pandemia agudizó el problema del desempleo, a la vez que alargó e intensificó las jornadas laborales (por ejemplo, con el teletrabajo). Sin embargo, en nuestro país este debate es todavía muy incipiente. Es necesario que el movimiento obrero discuta en cada lugar de trabajo sobre la necesidad de unir a lxs ocupadxs y desocupadxs en torno a esta demanda, en un contexto donde el desempleo y la pobreza crecieron mientras el salario real está bajando desde hace varios años.

Por otra parte, ya la Unión Industrial Argentina y Matías Kulfas (ministro de Desarrollo Productivo) salieron al cruce de estos proyectos, indicando que eran “inviables”. Otra fue la posición de Moroni (ministro de Trabajo). En el mundo sindical, algunos dirigentes de la CGT como Andrés Rodríguez (UPCN) no quieren dar el debate, en un contexto próximo a la renovación de autoridades. Entre las voces contrarias a la propuesta, algunos empresarios afirman que en todo caso tendría que haber una reducción proporcional del salario.

Esto último es inaceptable. Que los proyectos indiquen que la reducción de la jornada debería ser sin afectar el salario es muy importante, no solamente porque lxs trabajadorxs no tenemos que seguir pagando la crisis con salarios por detrás de la inflación, sino porque, de reducirse el salario con la jornada, se abriría una cuña entre ocupadxs y desocupadxs en lugar de la unidad necesaria. Para que el salario no siga perdiendo es necesario que ganen menos los empresarios.

El avance de la tecnología a nivel mundial, como bien marcaron lxs oradorxs, permite producir más mercancías en menos tiempo. Sin embargo, esto no ha redundado en una mejor calidad de vida para la clase obrera, sino todo lo contrario. Mientras sigamos viviendo en una sociedad donde el avance científico y técnico esté al servicio de la ganancia de los dueños de los medios de producción, el desarrollo tecnológico siempre va a estar al servicio de los mismos de siempre. Es necesario dar vuelta la tortilla y que lxs que producimos todo seamos lxs beneficiarixs de estos avances.

En el conversatorio se planteó la necesidad de diferenciar entre los distintos sectores económicos, así como de no “meter en la misma bolsa” a las grandes empresas y a las PyMEs. Estas últimas ya perdieron bastante con el macrismo y la pandemia, y son las que emplean la mayor parte de la mano de obra productiva del país. Beto Pianelli mencionó (como idea a debatir en el futuro) la posibilidad de que exista un subsidio estatal para aquellas empresas que realmente no puedan costear más salarios.

Este conversatorio fue un aporte a este debate que se está empezando a abrir en el movimiento obrero argentino y que debe ampliarse y hacerse carne para conquistar una vida mejor para todxs lxs trabajadorxs, sin desempleo, jornadas extenuantes ni salarios insuficientes.

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