Comunicado de Corriente Insurrectas Mujeres y Disidencias.
Emilio Pérsico es líder del Movimiento Evita y Secretario de Economía Social de la Nación.
Hizo, hace unos días, unas declaraciones nefastas como las que siguen: “En la Argentina la ayuda social se dividió principalmente en dos puntas: los niños y los ancianos y en general siempre la que tiene las tarjetas de ayuda social en el barrio es la mujer”, “Eso destruyó, hizo que la mayoría de las familias sean matriarcales y si la que conduce es la mujer y el ‘chabón’ piró, la única forma que tiene para volver a su casa es agarrar cinco giles y llevarse cinco celulares a cinco mil pesos cada celular o vender droga y caer en las enfermedades sociales”Los dichos de Emilio Pérsico manifiestan un pensamiento patriarcal, dominador y estrecho.
El tejido social, tal como lo conocimos antes de los años noventa, fue destruido por las políticas entreguistas y neoliberales, no por las mujeres ni por las políticas públicas que conquistamos y nos permiten paliar la situación. Es un craso error confundirse al respecto. En todo caso, las mujeres son las que más han sufrido estas transformaciones, que las dejaron empobrecidas, solas, con hijes, sin trabajo, sin vivienda, amenazadas permanentemente por la violencia, los abusos, violaciones y femicidios.Los «chabones» no piraron por este fenómeno de la tarjeta, piraron porque estalló el modelo patriarcal del hombre trabajador, sostén del hogar, amo – señor de su familia. Miles de argentines se quedaron sin trabajo. Miles de familias expulsadas de sus tierras. De las fábricas. Cerraban las vías del tren. Pueblos enteros que morían. El tejido social empezó a rasgarse, y a crujir dolorosamente, anunciando la catástrofe.
El programa neoliberal se impone con violencia. Violenta los cuerpos, la vida, las costumbres, las relaciones humanas, expulsa, divide, mata. Se ayuda imponiendo droga, alcohol y más violencia. De la parte más pobre de la población, siete de cada diez personas somos mujeres. Nos cuesta más acceder a un trabajo formal u obtener mejores pagos. Las mujeres triplicamos el tiempo de trabajo de los varones en el cuidado, pero hacemos menos horas en el mercado laboral. Las mujeres somos mayoritariamente las que se hacen cargo de le hijes. Somos las que dan batalla para mantenerlos, darles educación. Somos las mujeres “las que nos encargamos del cuidado” de los niños, niñas, adolescentes, y de los adultos mayores Es muy justo que manejemos las tarjetas de ayuda. No es ese el problema.
Cargar las culpas en las mujeres es insistir en lo que duele, en la opresión, en la estigmatización, en el abuso de poder, en el patriarcado. Y no ver al verdadero enemigo de los pueblos. Es culpar a la más oprimida y salvar a los verdaderos responsables: la dictadura, Menem, Cavallo, el Macrismo las privatizaciones y los gobiernos que no resuelven.Las transformaciones del neoliberalismo, no fueron corregidas aún. No hemos vuelto ni cerca a ser un país donde todes sus habitantes tengan trabajo digno, salario en blanco y obra social. Donde ningún niñe esté desamparado, ni ningún viejo viva en las calles.Coincidimos con Pérsico en que hay que dar trabajo genuino. Y agregamos para que la Argentina se vuelva a poner de pie, no hay que pagar la deuda externa sin investigarla, no hay que pagar la estafa de Macri, hay que recuperar la soberanía sobre ríos y mares, abandonar el extractivismo como política de estado, repartir la tierra, hacer viviendas a lo largo y ancho del territorio, respetar la plurinacionalidad, las pluriidentidades y construir un modo de vida sustentable, sano, que respete la naturaleza.
Y también le decimos a Pérsico, que ya nada volverá a ser como fue, porque las mujeres hemos encontrado el feminismo y nuestro derecho a ser libres, respetadas, a no tener amos, patrones ni maridos que nos digan lo que hay que hacer y lo que podemos o no sentir. ¡Vivas y libres nos queremos!