Tras dos meses del asesinato de Rafael Nahuel, recién ahora la justicia comenzó a realizar las pericias balísticas. Estas deberán determinar cuál de los integrantes del Grupo Albatros de la Prefectura disparó los proyectiles que dieron muerte por la espalda al joven mapuche el pasado 25 de noviembre en Villa Mascardi.
Mientras los dos mapuches que bajaron el cuerpo de Rafael fueron detenidos durante cuatro días y aún siguen imputados por “usurpación” y “atentado contra la autoridad”, los prefectos están todos libres. Un capítulo más de la campaña de estigmatización de los pueblos originarios y de relegitimación de las fuerzas represivas en que está embarcado el gobierno macrista.