Jornada nacional en apoyo al juicio Político a los supremos.
Por una reforma judicial democrática, transparente con perspectiva de género
En el marco de la jornada nacional convocada por sindicatos, la CTAT y CTAA, organizaciones políticas y sociales se movilizó a los tribunales nacionales en Capital Federal y otras ciudades del interior en repudio a los actuales miembros de Corte Suprema de Justicia y por una reforma judicial democrática y con perspectiva de género.
La convocatoria fue masiva en la puerta de la Corte donde se levantó un escenario que contó con la presencia de las Madres de Plaza de Mayo, Norita Cortiñas y Tati Almeida junto con el Juez Ramos Padilla quien señaló “Vamos a pedir la renuncia, que se vayan los jueces y que el pueblo tenga una justicia para el pueblo e igualitaria. Hay que modificar al Poder Judicial y no se puede hacer con delincuentes”.
También estuvieron presentes diputadxs, intendentes, actrices, dirigentes sindicales, de la cultura, políticxs y sociales que expresaron su repudio al papel nefasto de la Corte, jueces y juezas como aquellos que arbitrariamente dictan sentencias sin pruebas ni condenas como a Milagro Sala para quien además se pide el indulto presidencial.
Las actrices Luisa Kuliok y Cristina Banegas leyeron el documento consensuado por los convocantes.
Pero la jornada también contó con movilizaciones en el interior como en la Ciudad de Córdoba donde la marcha numerosa recorrió en centro de la ciudad desde las calles 27 de abril y Vélez Sarfield hasta los tribunales.
La pulseada democrática se da en el marco del pedido de Juicio Político a la Corte en el Congreso. Pero la lucha es más profunda y seguirá por una verdadera reforma judicial que garantice plena transparencia con control ciudadano sobre los jueces y fiscales así como la elección de los magistradxs y el juicio por jurado.
La aberración de las acciones impunes que vivimos como la quietud judicial en la investigación al intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Kirchner o la condena con el claro objetivo de proscribirla, pero a eso sumado la reunión organizada por el grupo Clarín de jueces y fiscales con empresarios y funcionarios públicos como ocurrió en Lago Escondido hasta llegar a los chats entre el secretario privado del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti con el ministro de seguridad de la CABA donde se habla de coimas y orientaciones para la oposición en el Congreso, son una clara muestra de la impunidad que domina la justicia blindada por los medios de comunicación hegemónicos.
Pero es importante que el pueblo tome esta lucha porque es la garantía de emprender un camino para que deje de padecer esta justicia clasista, patriarcal y antidemocrática porque son justamente los sectores populares los que más la padecen, como aquellas mujeres y diversidades que viven en la pobreza, que son arrojadas al maltrato violento cuando ven cajoneadas sus denuncias por violencia de género en el ámbito familiar pero también laboral o directamente son testigos de la impunidad cuando se libera a los violadores, golpeadores o violentos sobre sus cuerpos o el de sus hijxs.
La cabeza de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, apoyó durante el macrismo el llamado 2×1 para los genocidas de la última dictadura. Polemizó y se opuso públicamente con aquel justo lema que sostuvo Evita en cuanto a que “donde hay una necesidad, nace un derecho”, mostrando el carácter oligárquico de la doctrina de este magistrado al igual que la propia Corte Suprema.
Es por ello que no sorprende que se erijan como cuerpo por sobre otros poderes del Estado y represente sin tapujos ni cuidados a los dueños del poder en el país.
El camino para cambiar esta justicia es con el pueblo en las calles, porque tenemos una oposición que se identifica fielmente con esta Corte y bloquea de manera corporativa y antidemocrática el tratamiento de una reforma judicial y juicio político en el Congreso.
Pero para emprender esta lucha de fondo, el pueblo debe contar con una base económica donde pueda satisfacer sus necesidades cotidianas, de lo contrario siempre estará “corriendo” atrás de otras cuestiones más urgentes como es la de poder alimentarse, acceder a derechos o directamente resolver cuestiones laborales y salariales.
La lucha contra esta Corte y la justicia que representa, es de fondo porque es en defensa de la democracia y por el acceso a derechos elementales de futuras generaciones