46 años del apagón genocida
Entre el 20 y 27 de julio de 1976 ocurrió el llamado “apagón de Ledesma”.
Más de 400 trabajadores del Ingenio, estudiantes, profesionales, militantes, dirigentes sindicales, obreros, fueron secuestrados, trasladados en un primer momento a distintos galpones de mantenimiento del lugar, que en esa época pertenecían a las fuerzas de seguridad, allí fueron torturados. La mayoría están desaparecidxs.
“Cuando nos pararon nos rodearon inmediatamente. A mí me toman de un brazo y del otro, nos tiraron al piso, nos empezaron a atar las manos a mi hermana y a mí. Mi hermana gritaba, lloraba, estaba con un ataque de nervios. Nos llevaron en los camiones de Ledesma. De la comisaría de Calilegua nos llevan a todos los detenidos a la gendarmería del Ingenio Ledesma”, relataba Hilda Figueroa, ex detenida.
Los acontecimientos de Ledesma son uno de los ejemplos más claros de la unidad civil con la dictadura militar genocida.
Muestra como el golpe de estado y la dictadura militar fue la expresión armada del “poder real” de los Blaquier (Ledesma), Noble-Magneto (Clarin), Mitre (La Nación), la SRA y otros monopolios, terratenientes y bancos.
Muestra también la brutalidad y el odio de clase descargado sobre el movimiento obrero y la militancia popular. Necesitaron el terror desde el Estado y el fascismo para apagar y cortar con un auge obrero y popular extraordinario.
Pero no pudieron parar la historia. No pudieron con la lucha de un pueblo que se volvió a levantar con nuevas generaciones para iniciar el camino de la memoria, la verdad y la justicia.
Ese camino que nos llevará a la patria liberada por la que lucharon nuestros 30.000 que nos dan la fuerza para que genocidas como Blaquier y otros se pudran en la cárcel común donde deben estar.