Los procesos de recuperación de empresas en Argentina, al calor de la crisis posterior a la pueblada del 2001 en la Argentina, se han caracterizado por introducir múltiples innovaciones en las unidades productivas gestionadas por lxs trabajadorxs. En la actualidad las Empresas Recuperadas son unas 400 en todo el país, y dan trabajo a alrededor de 15 mil familias.
Una de estas innovaciones respecto a la concepción capitalista de la producción para la realización en un mercado competitivo y la acumulación de capital, refiere a las relaciones que las Empresas Recuperadas entablan con la sociedad; relaciones que exceden la venta de sus productos o servicios.
Proponen el concepto de articulaciones no mercantiles para dar cuenta del conjunto de acciones y actividades de articulación y colaboración con la sociedad. Estas acciones y actividades no se fundan en una racionalidad económica tendiente a la maximización de ganancias, el desarrollo de las mismas ha sido una característica de las empresas recuperadas ampliamente valorada, a la cual se le ha atribuido generalmente una motivación solidaria.
La Cooperativa Renacer en la Ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, es quizás uno de los ejemplos de la innovación en cuanto a iniciativas que rompen la lógica de los monopolios en este caso de la electrónica, en cuanto a los valores de los productos, cuando lxs trabajadorxs decidieron vender sus productos en la puerta de la planta a valor de fábrica, mostrando de una manera práctica la estafa de las grandes empresas y los grandes hipermercados. La respuesta de la gente fue masiva.
Pero Renacer, como otras, se ganó un lugar en la sociedad fueguina y fue principalmente por su capacidad de unidad y resistencia frente a verdaderos monopolios internacionales como los que controlan la producción industrial. Pusieron en práctica el lugar de los principios y el lugar de la política en cuanto a cómo manejarse en la rama para poder mantener los puestos de trabajo, sin perder la independencia y el lugar de clase.
La práctica social y una línea clasista, democrática y solidaria permitió que en estos largos años pudieran incorporar madurez para poder plantear reiteradas veces un debate a la sociedad fueguina en cuanto al rol de las recuperadas y de la industria en general. Este debate tuvo su expresión práctica el desarrollo de un Bachillerato Popular en la planta; en la organización de ventas comunitarias; en el papel frente a los cierres de fábricas durante el gobierno de Macri-Bertone y en el reconocimiento del pueblo al elegir a Mónica Acosta, Presidenta de la Cooperativa Legisladora Provincial por Concertación Forja.
Como Legisladora, Mónica propone un plan progresivo en cuanto a la reconversión de la industria, fortaleciendo el Estado provincial mirando principalmente las necesidades del pueblo y la provincia donde lxs trabajadorxs deben ser los protagonistas.
La mayoría de las Recuperadas -de variados rubros- durante la administración macrista fueron muy golpeadas por los tarifazos. Muchas incluso al borde del fin de su existencia, lograron consolidar los puestos de trabajo cuando el índice de desocupación tenía dos dígitos.
Hoy, frente a la pandemia, las Recuperadas fueron las primeras que se pusieron a producir insumos necesarios para hacerle frente al coronavirus Covid-19.
Es necesario extender este ejemplo al conjunto de las fábricas, escuelas y universidades, para que seamos lxs trabajadorxs los que decidamos qué medidas hay que tomar en cada lugar de trabajo, asesorados por los profesionales de la salud.
En estos días respondiendo con la solidaridad, lxs trabajadorxs de las cooperativas Envases Flexibles Mataderos está haciendo sobres para alcohol en gel. Textiles de Pigüé, barbijos y camisolas; Plásticos Salvadores (ex Oropel), envases para alcohol en gel; Farmacoop (ex laboratorio Roux Ocefa), alcohol en gel y barbijos; Red Textil Cooperativa (Federación de Cooperativas Textiles), barbijos, overoles y cofias; Hotel BAUEN, puso sus instalaciones para el aislamiento de personas en tránsito; Gotan, en Burzaco, muebles para hospitales; Madygraf (ex imprenta Donnelley), mascarillas y desinfectantes; Cooperativa Textil Traful Newen de Neuquén, barbijos para hospitales y centros de salud de la provincia.
Si bien las Empresas Recuperadas por sus trabajadorxs deben sortear una serie de inconvenientes heredados del contexto del cual han surgido, relacionados con problemas de gestión, comercialización y económicos, debemos rescatar la lucha de lxs trabajadorxs y el temple que han demostrado en cada una de estas experiencias para sortear la adversidad y poner en funcionamiento las empresas, bajo gestión de lxs trabajadorxs, que fueron abandonadas por sus antiguos dueños, quienes las consideraban improductivas, sacando a la luz la incapacidad y la falta de compromiso del empresariado con la sociedad.
Es imprescindible la intervención del Estado; a través de políticas públicas que otorguen subsidios y capacitación, la Universidad también debe jugar su rol desde la extensión universitaria brindando asistencia técnica para poder apuntalar estos procesos.
Estas experiencias no sólo han demostrado la capacidad y los saberes de los trabajadorxs para poner en funcionamiento la producción; sino que también han presentado alternativas muy interesantes, basadas en la horizontalidad y la solidaridad de clase.
Es importante remarcar, que estos lazos de solidaridad, no se dan únicamente hacia el interior de la organización, el interés por vincularse con el entorno, con el barrio, de sacar a la empresa del aislamiento de la propiedad privada, es muestra clara de los valores recuperados, en donde los trabajadorxs no buscan sólo sobrevivir el presente, sino que apuestan a un futuro mejor para sus hijxs, a un futuro mejor para las nuevas generaciones basado en el trabajo diario y en la dignidad que significa poder llevar “el pan” a sus familias que han ganado con su esfuerzo.