Salto del dólar: Cuentas que no cierran

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La semana pasada el dólar pegó un nuevo salto, con una devaluación del peso de casi 10% en pocos días. La suba del dólar evidencia los problemas cada vez más agudos del plan económico de Macri. La caracterización del país como “economía de frontera” por Morgan Stanley Capital Investment manifiesta que incluso los sectores imperialistas desconfían de la efectividad de las medidas adoptadas por el gobierno.

En el salto del dólar se combinan varios factores, vinculados con el ahondamiento de la dependencia de la economía argentina:

– Aumenta el déficit de la balanza comercial. En los primeros cuatro meses de este año el comercio exterior arrojó un déficit de 1.863 millones de dólares, cuando en 2016 había tenido un superávit de 515 millones de dólares.

– Según el INDEC, en el primer trimestre de 2017 la cuenta corriente (que refleja la entrada y salida de dólares del país) registró un déficit de US$ 6.871 millones. Además del déficit del comercio exterior y de los pagos de deuda, se fueron en el primer trimestre 3.600 millones de dólares en concepto de rentas de la inversión extranjera.

– La recesión prolongada sigue haciendo crecer el déficit fiscal: entre enero y mayo se acumuló un déficit de 164.000 millones de pesos (56% mayor al de 2016). Contando el pago de intereses de la deuda externa, el déficit anual podría llegar al 8% del PBI. Este agujero el gobierno lo cubre con más y más endeudamiento, cuyos intereses se consumen a su vez cantidades mayores del gasto estatal en un círculo vicioso.

– Existe también una presión para devaluar y reducir los salarios en dólares, como condición para la inversión de monopolios en el país. Y por parte de los grupos agroexportadores, que demoran la liquidación de sus exportaciones (33% menos que en 2016) especulando con un aumento en el precio del dólar.

“No se preocupen por el dólar”, dijo Macri. Pero las consecuencias de la devaluación son conocidas por el pueblo en una economía dependiente como la Argentina. Vuelve a crecer la inflación en el mes de julio. Con tarifas atadas al dólar como los combustibles. Con precios en el mercado interno atados al precio de exportación, como en los alimentos. Con costos en dólares de insumos importados para la producción local. Y con objetivos de ganancias y remesas de utilidades -también fijados en dólares- de los monopolios imperialistas. Además aumenta el peso de la deuda externa en dólares con respecto al PBI y el del pago de intereses en el presupuesto nacional.

También es delicada la situación por la gran masa de Lebacs (deuda de corto plazo colocada por el Banco Central como medida supuestamente “antiinflacionaria”): el stock de Lebacs pasó de 345.000 millones de pesos a fines de 2015 a 879.000 millones de pesos a fines de mayo pasado, monto que excede a la base monetaria de 852.826 millones de pesos. Y las reservas del BCRA son de 47.793 millones de dólares, según publica la entidad. ¿Subirá las tasas el BCRA para evitar una corrida hacia el dólar, profundizando la recesión y la bicicleta financiera?

El gobierno de Cambiemos devalúa y descarga una vez más la crisis que provoca su política en los trabajadores y el pueblo, y prepara más ajuste para la segunda mitad del año.