Una crisis al descubierto
La gestión del Pro y su modelo educativo es conocido y data de más de 12 años en la Ciudad de Buenos Aires. Desde la gestión de Mauricio Macri que los presupuestos se acotan y sub-ejecutan, se estigmatiza a trabajadorxs docentes y no docentes.
Horacio Rodríguez Larreta continúa y profundiza la política que se venía aplicando. El 2020 arrancó con los reclamos salariales y por condiciones de trabajo de capacitadorxs docentes, sin concursos para el área Curricular y escuelas con riesgo edilicio.
La falta de decenas de miles de vacantes para lxs niñxs que se incrementa año a año. La avanzada de la UNICABA, denigrando la formación los profesorados y favoreciendo los negociados inmobiliarios.
La alimentación, una necesidad básica
Hoy la preocupación de la Comunidad educativa continúa en torno a la alimentación de nuestxs estudiantes.
En una dinámica poco planificada se viene presionando desde el Ministerio de Educación de la CABA las supervisiones y las conducciones escolares, con pedido de información que van desde escuelas con o sin caserx hasta posibilidad de agrupamientos. Luego el Gobierno lanzó un cronograma de entrega de viandas que llegó primero a las Cooperadoras, sin haber tenido en cuenta la información antes solicitada a las supervisiones. Tanto a los concesionarios como a lxs supervisorxs, desde la Dirección del Área Primaria les dicen que es inmodificable. Lo mismo señala una nota de la ministra de Educación de CABA Soledad Acuña. Sin mencionar que cada directivx se tiene que autogestionar su permiso para circular.
Por otro lado, no todas las escuelas de la ciudad tienen cooperadoras organizadas y no todas las familias sabrán a qué escuela tienen que ir a buscar las bolsas de alimentos que quedó en evidencia que no alcanza para 10 días.
En la Villa 21 por ejemplo el Gobierno de la Ciudad no entregó las viandas en las escuelas de ese barrio. Estas familias cuentan con la vianda y el comedor de la escuela para solucionar aunque sea algunas de las comidas del día y desde que empezó la cuarentena ha sido muy difícil que realmente cada familia de la escuela pueda llevarse la comida que le corresponde. A esta situación se suma que para poder retirar los alimentos que le corresponden a cada alumnx, ahora las familias tendrán que imprimir un permiso y firmarlo. Nuevamente convierten un derecho que es de todxs en el privilegio de unos pocxs.
Es necesario un bolsón más abundante, nutritivo y para todxs lxs que necesiten. Que haya planificación para la entrega de bolsones familiares (con leche, azúcar, fideos, aceite, legumbres, entre otros) en cada escuela cada varios días, para espaciar la circulación de gente por la calle, y terminar con la dieta del sandwich = “la vianda”.
Actualmente para que un chicx reciba el alimento, es necesario que su familia haya realizado el trámite de beca. Dejando afuera una parte importante de alumnxs que les necesaria durante la cuarentena.
¿Continuidad pedagógica?
La suspensión de clases para todos los niveles educativos fue una de las mayores medidas que tomó el Gobierno Nacional dentro del plan para evitar la propagación del virus en el marco del aislamiento social obligatorio.
Inmediatamente la Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires salió a declarar que la ciudad estaba preparada y que los docentes implementaríamos el uso de clases virtuales y de una biblioteca digital con miles de títulos.
Esta realidad excepcional de la presencia virtual en los niveles educativos, pone en relieve debates que se vienen dando en torno a la precarización laboral y políticas neoliberales y tecnócratas donde la enseñanza virtual daría una respuesta absoluta a la pérdida de clases presenciales por distintos motivos.
Sin desconocer las oportunidades que representa las nuevas tecnologías y las diversas herramientas que nos brinda para el desarrollo educativo y hoy para la continuidad pedagógica, hay que decir que en un país donde la mitad de lxs niñxs son pobres, estas políticas iguales impactan de manera diferente por las realidades diametralmente diferentes.
La realidad es que lxs docentes nos hemos puesto la educación al hombro una vez más, nos capacitamos, pensamos juntxs y estamos buscando en todo momento mejorar el acercamiento a las familias en este contexto, tanto para la continuidad pedagógica como para la contención que todxs podemos necesitar en una situación difícil.
También hay que dejar en claro en este sentido que la continuidad pedagógica termina dependiendo de la realidad de la casa en la que se resida. Si el chicx no tiene computadora o acceso a internet, por más que queramos buscar mecanismos de conexión, no los va a conseguir.
En muchos casos la enseñanza virtual va a funcionar, pero va a terminar golpeando a los más vulnerables como siempre. Otra situación podría haber sido si el gobierno de Macri no hubiera descontinuado el Plan Conectar Igualdad. Este programa nacional buscaba que en cada casa haya una computadora a través de la cual los alumnos podrían conectarse con lxs maestrx.
Salario…
El día martes 31 de marzo lxs docentes cobramos nuestro salario con el aumento impuesto incorporado al mes de marzo correspondientemente. Tomando el cargo testigo como parámetro, una jornada simple se cobrará $32.800, la hora cátedra $1640. Este monto incluye el aumento otorgado por Ciudad de un 8,9% y la suma fija de $1210 por cargo que entrega el Gobierno Nacional. En total para el cargo testigo se percibe un 13,1% de aumento.
Lxs docentes que cobran antigüedad, es decir solamente quienes tienen 12 años de trabajo o más, producto del histórico achatamiento de la pirámide salarial, recibirán una suma fija de $2584 para la jornada simple. Con el sueldo en mano es evidente que el aumento es insuficiente al no compensar nada de lo perdido años anteriores y no contemplar la cláusula gatillo para no perder con la inflación. Por otro lado, dado que el aumento se compone en parte de sumas fijas se profundiza el achatamiento de la pirámide salarial.
A esta situación se suman lxs miles de docentes desocupadxs, ya que con la suspensión de clases muchas áreas no tuvieron sus concursos ni actos públicos de suplencias. De esta manera nos encontramos con docentes sin trabajo sin sueldo y sin posibilidad de poder tomar cargo y saciar sus necesidades familiares.
A todo esto se suma la deficiencia de infraestructura que se evidencia ante cada lluvia, especialmente en las escuelas del sur de la Ciudad. La gestión de Soledad Acuña al frente del Ministerio de Educación de CABA redujo el presupuesto en mantenimiento en un 20% y en infraestructura en un 5%. Esta reducción se enmarca en una crisis más general que se representa en el ajuste en todo el sistema educativo. Entre 2006 y 2019 el Pro redujo el presupuesto en educación en un %9. Además de subejecutar los presupuestos asignados.
Es posible conformar un fondo de emergencia destinando presupuesto y ejecutandolo en la ciudad más rica del país, sumando impuestos y medidas económicas respecto de quienes se beneficiaron todos estos años. Quitar asignaciones del Estado que se destinan a las empresas educativas para de esta manera garantizar los recursos necesarios para afrontar la emergencia sanitaria y la crisis en la educación pública.