Inflación que ya es histórica

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En el mes de septiembre se corroboró un nuevo salto inflacionario: 6,5% según los propios datos del Indec. Con esto, la inflación desde enero de 2018 ya alcanzó el 32,4% (en nueve meses). Estamos en el pico más alto de inflación de los últimos dos años y medio: en abril de 2016 fue de 6,5% según el índice de precios de la CABA (en ese mes el Indec transcurría su apagón informativo y no entregó información durante 14 meses). Previamente, recién hay que remontarse a abril de 2002 para encontrar una inflación mensual superior (10,4% según Indec).

Con este valor, las alzas acumuladas en los últimos doce meses llegaron al 40,5%. Este valor de inflación es aproximadamente el mismo que en 2016, cuando el actual gobierno dio un salto devaluatorio. Es además levemente superior a la inflación de 2014, la inflación más alta durante el gobierno kirchnerista (que fue del 38% según el índice IPCBA de la CABA). Y ya se aproxima a la inflación del 2002, que había sido del 40,9% (según Indec).

La inflación es impulsada por los tarifazos y la devaluación del peso provocada por la política del macrismo. Alcanza niveles insoportables para los salarios y bolsillos del pueblo. Y anticipa nuevos saltos en la pobreza e indigencia. En el último mes, los rubros que más aumentaron fueron Transporte (10,4%) y Prendas de vestir y calzado (9,8%). En los últimos doce meses, el Transporte aumentó un 58,8%, los servicios de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles un 53,3% y los Alimentos y bebidas no alcohólicas un 40,4%.

Más grave aún es que la inflación de los precios mayoristas en septiembre volvió a ser altísima. Esto anticipa nubes de tormenta que se derramará luego sobre los precios al consumidor. Sólo en este mes registró una suba de 16,0% respecto de agosto. En los primeros nueve meses de este año alcanzó ya el 66,1%. Y contabilizando los últimos doce meses, ya se ubicó en el 74%. Este último valor había sido superado previamente sólo por la inflación mayorista durante la hiperinflación de 1991.

Así es como el último Relevamiento de Expectativas de Mercado publicado por el Banco Central ya situaba la perspectiva de inflación total del 2018 en 44,8%. Con este panorama el salario real de los trabajadores y asalariados sufriría un recorte por lo menos de 10% en el caso del empleo registrado. Sería la peor caída desde el año 2002 y la salida de la convertibilidad.