Las medidas inmediatas que tomó el gobierno, apuntaron precisamente a tener hoy una situación como la actual, con elevada inflación, recesión y nuevos endeudamientos.
El año arrancó con miles de despidos en el Estado, junto con el sector privado, textil, comercio, metalúrgicos y principalmente la construcción que cayó un 13% en mayo con 60 mil despidos. Le siguió el tarifazo, ya no solo en el área metropolitana sino en todo el país. Esta medida brutal conlleva una mayor recaudación del gobierno y el aumento de la tasa de ganancia a los mismos monopolios que vienen ganando con el kirchnerismo. En el caso de la luz el Estado sigue manteniendo el 75% del subsidio, aún con el tarifazo.
Los precios han aumentado entre un 40% a un 60% en el semestre. La leche aumentó un 120% en promedio. La tasa de facturación de las grandes cadenas de supermercados es superior hasta en un 60% que en sus casas matrices.
La inflación no se amesetó, como esperaban, sino que se elevó llegando a picos de 4,7% en el mes de abril. La inflación según proyección a fin del año del propio gobierno estaría en un 42%, o cercana al 50% según otros economistas. Pero las paritarias están cerrando en un promedio del 33% de aumento, lo que deja todavía un margen de un 17% que puede llegar a un 20% por detrás de la inflación.
Dentro de esta situación cae el consumo, aunque todavía el gobierno recauda por el IVA más que el 2015 según datos de la AFIP. El total recaudado en mayo de 2016 ascendió a $185.505 millones. Así, el gobierno nacional ensaya muecas de alivio en los umbrales del tan mentado segundo semestre, que se jugó y mintió sobre la baja de la inflación.
Ahora con la “franqueza” que caracteriza a este gobierno, el director ejecutivo del INDEC, Jorge Todesca, nos cuenta que estamos estancados con una “recesión suave” producto de la falta de inversión y herencias varias, escamoteando que han retrocedido varias ramas por el ingreso de importación, como textil, calzado y otras.
Pero las medidas inmediatas que tomó el gobierno, apuntaron precisamente a tener hoy una situación como la actual, con elevada inflación, recesión y nuevos endeudamientos.
A la devaluación del verano del 2014 que aplicó el kirchnerismo, como muestra ya de un plan agotado, Cambiemos le inyectó otra dosis del 40% para desarmar el cepo y eliminar las DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importación), medidas que requieren como afirmó el propio Prat Gay en diciembre pasado de entre 10 o 15 mil millones de dólares para sostenerla. Para ello, debieron acordar rápidamente con los fondos buitres con un pago de 9.300 millones de dólares para volver a tomar nueva deuda. Como parte del plan, el Banco Central subió las tasas y disparó la ola especulativa. Los dólares que entran van para sostener este esquema económico donde gran parte de lo que se consume es importado y otros se van por la especulación o por pago de deuda.
Pero las otras medidas estructurales también reducen las arcas de recaudación: como la eliminación de las retenciones a los sectores agrarios principalmente a grandes exportadores, pooles de siembra y terratenientes, así como a los monopolios mineros. Por estas medidas el Estado nacional deja de recaudar 223 millones de dólares al año, unos 3345 millones de pesos en el caso de la minería y unos 17 mil millones de pesos en el caso del agro.
El gobierno sigue emitiendo deuda, ahora lo hizo por 700 millones de dólares y debe seguir vendiendo en el mercado –en la semana vendió 520 millones- para limitar la suba del dólar, que pasó la barrera de los $15 empujando precios para arriba.
La economía está estancada y con inflación, lo que comúnmente se llama “estanflación”. Algunos economistas cercanos al kirchnerismo van más allá y hablan de “depreflación”: es decir una depresión económica combinada con inflación. Pero todos apuestan en el corto plazo a “endeudarse para poder volcar a la producción esas divisas”, o sea profundizando la dependencia, o sea “otra vez sopa”.
Nuevos rumbos
La realización de la 3ra Cumbre Empresarial de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú) y sus Estados Observadores se da en un momento muy particular, por tres motivos: Uno por la debacle de las políticas llamadas neo-desarrollistas en la región; la recuperación de EEUU y su rol más activo en Latinoamérica y el período de crisis que atraviesa la Unión Europea evidenciada en la salida de Gran Bretaña luego del Brixit mostrando la división y pérdida de influencia en regiones internacionales. Por otro lado, se mantiene el acercamiento entre de Rusia y China, lo que hace importante para los EEUU revitalizar dicha alianza.
La participación Argentina como veedor en la cumbre de la Alianza del Pacifico junto con las declaraciones de Macri en cuanto a que el Mercosur está “congelado” (aunque esto no signifique ruptura alguna) refuerza una matriz donde no tiene por ahora “alianzas estratégicas” pero si puntos de apoyo, donde se encuentran los EEUU y Europa. Desde aquí también mantiene y toma acuerdos económicos con países imperialistas como China o Rusia.
Por otro lado Macri salió de gira por Europa para mostrar a nuestro país como un mercado para “traer inversiones”. Para eso va con decretos y medidas apetecibles para la rapiña imperialista como el decreto que modificó la Ley de Tierras Rurales dando mayores ventajas volviendo más laxas las restricciones para la venta de campos a extranjeros. Esta Ley ya había sido modificada por el kirchnerismo en el 2011, “blanqueando” grandes extensiones terratenientes, de capitales agrarios imperialistas como Thomas Tomking o Benetton y pooles de siembra, donde se establece “hacia delante” un tope del 20% de posesión extranjera y un límite de 1000 hectáreas de un solo dueño extranjero.
La Cámara de Inmobiliarias Rurales (CAIR) manifestó su apoyo, por considerar que facilitará la llegada de “inversiones productivas” de capital extranjero.
Para completar el cuadro, Macri invitó desvergonzadamente al Rey de España a los actos por los 200 años de la independencia, generando un antecedente histórico y mostrando hasta donde está dispuesto a llegar para “traer inversiones” y mostrarse al mundo como lo que es: un gobierno pragmáticamente pro-imperialista y pro-terrateniente.
También, se concretó el acuerdo entre Argentina y China para la construcción de dos centrales hidroeléctricas (Néstor Kirchner y Jorge Cepernic) en el Río Santa Cruz y de la Central Nuclear Atucha III con financiamiento de bancos chinos, cuyas obras deberán comenzar en el primer trimestre de 2017.
El plan de gobierno y la resistencia popular
Otra de las características que corrieron a la par del ajuste en estos primeros seis meses de Cambiemos fue el avance judicial sobre la corrupción kirchnerista, mostrada hasta el hartazgo por el multimedio Clarín, haciendo daños de magnitud en el FpV (seis legisladores del Movimiento Evita lo abandonaron) y dividiendo al peronismo.
Esto le sirve al gobierno para señalar que la corrupción está vinculada con una forma de gobernar “vetusta”, de “partido único de gobierno” (expresado en el peronismo) como el PRI de México que “hace y deshace a su antojo” y usa el parlamento como una escribanía propia y maneja la Justicia a su antojo. Esto le da rédito por ahora al gobierno y ensaya alianzas o acuerdos con sectores del peronismo como Urtubey o Rosana Bertone.
La otra característica de este semestre fue la difícil situación del movimiento obrero y demás asalariados que padecen los despidos, las suspensiones, la baja salarial y la modificación de los regímenes previsionales en muchas provincias, ahora avaladas por la ley de “armonización” que se discute en el Congreso. Estas medidas son acompañadas con la represión y persecución judicial a cientos de dirigentes combativos. Esa difícil situación encontró bastiones de resistencia encabezada por los estatales de Tierra del Fuego y Santa Cruz contra los paquetes ajustadores. Los docentes santiagueños marcaron un camino frente a la ofensa que significa los salarios que cobran.
Los estatales de ATE también se plantaron contra los despidos en la administración pública dejando al desnudo la asquerosa complicidad de UPCN en la tregua para que avance el plan del gobierno nacional. Lo mismo que el papel de la UOCRA de Gerardo Martínez frente a los 60 mil despidos. La CGT marcha a unificarse pero no para enfrentar el ajuste del segundo semestre, sino para la tregua donde puedan garantizarse los millones de las obras sociales.
En este contexto, el Encuentro Sindical Patagónico que se realizó en Tierra del Fuego, donde concurren la Unión de Gremios de TDF y Santa Cruz junto con otros gremios de la Patagonia, es una gran noticia que muestra la necesidad y la posibilidad de coordinar la lucha desde abajo y desbordando a las centrales sindicales traidora o conciliadoras a la hora de empujar la lucha.
Este es el camino para las coordinaciones regionales que vayan preparando la contraofensiva popular contra el ajuste que se profundizará en el segundo semestre donde los sectores combativos y antiimperialista del movimiento obrero deberemos motorizar en cada rincón de nuestro país.
Al calor de esto haremos una exitosa Colecta Financiera y un nuevo salto en el crecimiento del Comunismo Revolucionario.