“De esto saldrá si o si un pedazo de tierra para cada compañero”

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En Chascomús, ubicada a 120 kilómetros de Capital Federal, se vive la misma realidad que cualquier pueblito de la provincia de Buenos Aires. En donde la economía se basa en cuatro ejes fundamentales: 1) el campo: que mueve muchísimo dinero con poca mano de obra; 2) el mini turismo: afectado directamente por las cuestiones económicas; 3) la construcción: donde el 90% de los trabajadores son precarizados; 4) la industria: afectada por la apertura indiscriminada de las importaciones y los tarifazos. Estas cuatro patas fundamentales de la economía chascomunense, junto con los empleados estatales, producen el ritmo económico de la ciudad. Los sueldos se manejan con un promedio de 10 mil pesos, donde un terreno-lote para construir una vivienda en un promedio de 10 por 30 metros de cualquier barrio periférico cuesta entre 250 mil pesos y 500 mil pesos. No tenemos la cifra exacta, pero podemos asegurar que más de un 30% de los habitantes de la ciudad no es propietario de una casa. Este 30% se divide en: casas de familiares o amigos, u alquileres cuyos valores rondan un promedio de 4 mil pesos, lo que imposibilita que una familia tipo pueda comprar un terreno para construir su hogar.

La Corriente Clasista René Salamanca tomó la posta de los reclamos junto con los vecinos y salimos a la protesta. Nuestras intenciones primarias siempre fueron hacernos de un pedazo de tierra. Tal es así que el día 30 de mayo unas diez familias comenzaron a limpiar una parte de las 15 hectáreas que resultaron corresponder a la Iglesia para instalar allí sus carpas y ranchitos. A media hora de comenzar las tareas, se presentó un señor diciendo ser el propietario y agrediendo verbalmente a los compañeros. Quince minutos más tarde se presentó otro señor diciendo que es el Padre Camilo, diciendo que la tierra son propiedad de la Iglesia y que bajo ningún punto de vista eso podía ser ocupado porque dichas tierras estaban en venta. Esto nos lleva a la conclusión que la tierra sigue siendo un negocio para los poderosos y no una posibilidad de construir una vivienda para aquel que menos tiene. Por dicha razón, los compañeros determinaron tomar posesión de este viejo trazado ferroviario en desuso.

Así lo estábamos haciendo cuando se presentó el fiscal Larralde con ocho policías. Más tarde una camioneta del grupo GAD con quince efectivos se posicionó en una punta del trazado impidiendo cualquier ingreso o egreso de personas, de medios de comunicación. Luego de una negociación logramos que ingresara la compañera abogada Lorena Herrera, quien dialogó con el fiscal y se logró una entrevista con asistentes sociales de Desarrollo Social local. Y comenzaron las negociaciones por las cuales logramos formar una comisión que pudiera exponer el problema ante la secretaria de Desarrollo Social, Sra. Sallenave.

Con la comisión de cuatro compañeros en la Secretaría de Desarrollo Social, la mitad de las familias ocupando el predio y ante la imposibilidad de que el resto de las familias se nos pudieran unir por el vallado policial, viendo que la noche se aproximaba, evaluando la presencia de niños y todos los riesgos de un posible desalojo se decide retirarnos. La resultante de todo este evento fue ser tapa de los cuatro diarios de Chascomús, el canal local y todas las radios, poniendo en agenda un problema real existente de Chascomús del que nadie hablaba.

Logramos además abrir una instancia de diálogo de los compañeros de la Corriente con Desarrollo Social, cuestión que estaba cortada desde hacía un año. Los ofrecimientos de Desarrollo Social fueron medicamentos, calzado, ropa, mercadería, subsidios para alquileres y, la parte que evaluamos como más importante, un acompañamiento de catastro municipal. Así nos ayudaría a identificar que terrenos se pueden ocupar, ya que Chascomús posee la característica de tener muchos lotes comprados en la década del 70’s y abandonados por las crisis a nivel nacional.

Gonzalo, vecino de Chascomús y miembro de la Corriente Clasista René Salamanca, evaluó: “Creemos que fue positivo, porque nos abrieron puertas que siempre estuvieron cerradas para nosotros. Ahora estamos comprobando si esas puertas son una solución o es la misma habladuría de siempre. Con respecto a lo mediático fue una movida muy interesante ya que en Chascomús no se hablan de estos temas y estamos trabajando con los compañeros para que cada familia pueda tener su terrenito. Por supuesto que es un problema real ya que todos los días en la calle compañeros, amigos familiares y conocidos me hablan del tema. Lo que uno debe hacer es animarse y exigir lo que nos corresponde. Estamos trabajando mucho y le hemos dicho a la secretaria de Desarrollo Social que si las soluciones no aparecen volveremos a ese lugar donde se tomaron las tierras. De esto saldrá si o si un pedazo de tierra para cada compañero”.

Corresponsal