La AFA comienza un camino de re-organización pero las secuelas del “reinado” de Julio Grondona todavía resuenan en el fútbol argentino y el daño no parece ser de fácil reparación. En nuestra anterior nota contábamos cómo Macri interferió en el conflicto llamando personalmente al mandamás de la FIFA, Gianni Infantino. Y parece que sus contactos con el mundo del poder dieron sus frutos, ya que la Comisión Normalizadora (CN) es totalmente afín a Mauricio. Al frente de la misma (y como virtual presidente de AFA) quedó Armando Pérez, titular de Belgrano de Córdoba, el cual fue desde un primer momento el candidato de Macri para sentarse en el sillón principal de la calle Viamonte (aunque luego a Pérez no le dieron los avales y solo quedaron como candidatos Tinelli y Segura).
Así que, en un principio y por el término de un año, Macri se terminó saliendo con la suya. Pero eso no es todo, otro de los miembros de la CN (son cuatro en total) es el abogado Javier Medín, hombre de Angelici que actualmente trabaja como autoridad en Boca a cargo de la Secretaría de Asuntos Legales e Internos… o sea, otro hombre de Macri 100%.
En este contexto, donde el 50% de la CN es afín al gobierno del Pro, no es de extrañar que se avecinen más cambios vertiginosos en el mundo del fútbol. Aparentemente la famosa Súper Liga por la que tanto se habían peleado no comenzaría hasta mediados de 2017, ya que la FIFA vetó por completo el nuevo estatuto que habían redactado para la AFA post-Grondona.
Pero lo que sí parece que va “viento en popa” es el fin de Fútbol Para Todos (FPT), el cual ya tendría fecha de defunción. Es un viejo anhelo de Macri terminar con el programa gubernamental impuesto por los K, de hecho, era una de sus consignas de campaña. Y ahora, los “vientos de cambio” han propiciado que los clubes quieran ellos dar de baja FPT ya que consiguen un mejor postor. Este sería el monopolio de la comunicación de Ted Turner, fundador de la CNN, terrateniente patagónico y dueño de una de las mayores fortunas del mundo. Este exponente emblemático del imperialismo yanqui y su cultura hace rato que quiere desembarcar en Argentina; y de hecho, actualmente está cerrando la compra del canal de aire Telefé. Pero como siempre quieren más, están dispuestos a pagar más que el Estado por los derechos de televisación del fútbol y ya le hicieron una oferta formal a los clubes de $ 3.000.000.000!!! Sí, 3 mil millones de pesos.
Y los presidentes de los clubes, que solo piensan en cuanto dinero van a poder robar o malgastar (sino no se entiende como casi todos tienen deudas millonarias y muchos están al borde de la quiebra), votaron a favor de presentarle al gobierno una propuesta para dar de baja el contrato de FPT e ir corriendo a venderle las joyas de la abuela al Grupo Turner. Claro, Macri los espera con los brazos abiertos para firmar la recisión de un contrato que tiene vigencia hasta 2019. En esta movida también se saldría con la suya ya que eliminaría el “gasto” del Estado.
De todas formas, Fernando Marín –responsable gubernamental de FPT– tuvo que salir a aclarar que en el borrador que le presentaron los clubes para rescindir el contrato se dejaba en claro que los partidos más importantes seguirían siendo televisados por canales de aire. Un logro que fue tan importante para una sociedad tan futbolera como la nuestra que aunque no les guste no pueden eliminar, ya que no hay consenso social para que se vuelvan a televisar las tribunas. Claro, solo una tribuna podrían enfocar ya que el fútbol argentino desde hace tres años que no permite público visitante. Pero del flagelo de las barras bravas nadie se ocupa porque todos tienen su “barra oficial” o su “barra disidente”. Así está el fútbol argentino, tocando fondo.