¡Ni un paso atrás, ni un derecho menos!

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Charla con los trabajadores fueguinos detenidos

Tras haber quedados detenidos e incomunicados por más de 48hs, los cinco dirigentes sindicales fueguinos fueron liberados gracias a la solidaridad popular. Pero la libertad condicionada que se les otorgó les impide acercarse al acampe o a cualquier institución pública de Tierra del Fuego, entre otras imposiciones restrictivas que les impide ejercer su representación gremial. “Entonces a uno de los compañeros se le ocurrió que para poder seguir siendo útil a la causa y romper el blindaje mediático, pudiéramos venir a Buenos Aires”, explicó José Gómez.

Así, José Gómez –secretario general de AFEP–, Horacio Gallegos –secretario de organización del SOEM– y Alejandro Gómez –secretario de organización del SUTEF– dieron una charla ante un centenar de participantes en el Centro Cultural El Patio de Chile en la Capital Federal, organizada por la Corriente Clasista René Salamanca el pasado viernes 13/5. La audiencia escuchó atentamente durante las dos horas que duraron las intervenciones y preguntas.

Unión de Gremios

José Gómez relató el marco en el que surge la Unión de Gremios y comienza el acampe: “El 8 de enero había reunión de la Legislatura y que una de los temas era tratar el proyecto de ley que se había mandado a archivo”. Terminaron aprobando el paquete de leyes y “comenzamos a conformar la Unión de Gremios. La verdad que es un gran hecho, un momento histórico. Seguramente si no hubiera pasado eso no estaríamos tan organizados como estamos ahora. Obviamente seguimos teniendo diferencias, disputas de ideas pero se ha creado un puente que nos permite llevar adelante un programa en conjunto con un montón de organizaciones que históricamente hemos estado enfrentados”.

Detenciones

Luego reseñó en detalle los hechos a partir de la provocación del vicegobernador en el acto por el hundimiento del Gral. Belgrano y las detenciones. Hacía más de 65 días que dormía en el acampe y esa noche fue a dormir a lo de sus padres.

“A eso de las 3 AM, escucho ruidos, golpean la puerta, que parece que la van a tirar abajo. Era la policía que decía que tenía orden de allanamiento, que no nos mostraron. Entraron en forma violenta. Mi mamá quiere filmar con el celular, le dicen que no puede. Yo reacciono y les digo cómo no se puede filmar y en ese momento me reducen, me tiran al piso, me golpean. También lo agarran a mi viejo y lo golpean. Luego le quitan en forma violenta el celular a mi mama. Podría haber pasado cualquier cosa. Mi viejo está recién operado, se le ve la cicatriz, les pedí que lo dejaran. Yo estaba en el piso, me tenían en el piso y me decían que me estaba resistiendo. ¡Cómo me voy a resistir si tenía a 50 monos arriba mío!”

“Estábamos con la ropa de dormir, abren la puerta. Imagínense en Ushuaia a las 3 am el frío que hacía afuera. Yo estaba en el piso boca abajo y veía como golpeaban a mi viejo. Una situación desesperante. Verlo todo dolorido, quejándose de los golpes. Yo veía que los policías estaban gozando con lo que hacían. Estando en el piso me leen algo, no recuerdo bien que leían, pero algo como que me podían tener cinco días incomunicado. Es lo único que me acuerdo de lo que me leyeron. Revuelven todo en mi casa.”

Sobre las condiciones de la detención contó que lo llevaron a una pequeña celda “donde casi no entraba ni el colchón”, que además estaba “meado, con materia fecal y escupidas en las paredes, sin calefacción”. Para peor, “cada vez que nos veían dormidos nos llamaban a que firmáramos un papel. Primero para que acepte un abogado. Otra vez para decirme que se extendía 24 horas más la incomunicación. Me muestran un papel sin firma ni sello: me negué a firmar sin abogado. Y así tres o cuatro veces”. Remarcó que cuando “se empezaron a escuchar los bombos y redoblantes de los compañeros y eso fue un shock de ánimo impresionante”.

Libertad condicionada

“Nos negamos a declarar y ahí nos enteramos que nos habían juntado las causas desde el primer día, cuando venían los funcionarios al acampe, y que habían inventado que habíamos robado un handy y una billetera, que fue la excusa para allanar nuestras casas. Finalmente nos informan que el juez plantea la liberación pero con condiciones especiales: no podemos acercarnos a varios funcionarios públicos, entre ellos la gobernadora y el vicegobernador; no podemos acercarnos a 100 metros de los policías que nos redujeron o que participaron de la seguridad del vicegobernador Arcando el día que estuvimos en el acto del hundimiento del Belgrano; no nos podemos acercar a entidades públicas en la provincia; no podemos participar de actos públicos donde se instigue a estos funcionarios; no podemos acercarnos a sus familiares ni a sus bienes; tenemos que estar en nuestras casas entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana y pueden caer en cualquier momento; todas condiciones que si rompemos significa que perdemos la libertad y tenemos que estar presos hasta que se dicte o no el procesamiento. Y en ese marco, sin posibilidad de hablar con nuestro abogado, teníamos que optar: o nos liberaban o nos quedábamos adentro. No podíamos preguntarle a nadie si eso estaba bien o estaba mal. Fue una decisión difícil porque en las condiciones que nos liberaban dejábamos que ser quienes somos. No puedo ir a trabajar, trabajo en uno de los edificios a los que no me puedo acercar a 100 metros. No puedo llevar a mi hijo al hospital, a la escuela. Somos presos domiciliarios con posibilidad de caminar en algunas calles”.

Más sumarios

“¿Y qué más podían hacer? El decreto 633: a todos los trabajadores que estén identificados desde el 8 de marzo, que participaron del acampe, en filmaciones o fotos, les van a abrir un sumario para echarlos de la administración pública. ¡Estamos hablando de 700 a 1000 personas como inicio! Pasaron más de 15.000 personas por el acampe. Si esto no es persecución ¿qué es persecución? Si esto no es una lista negra ¿qué es una lista negra? Si nosotros no fuimos chupados, que alguien me explique ¿qué es ser chupado?”

Deuda previsional

A su turno, Horacio Gallegos agregó: “Lo nuestro empezó hace mucho tiempo ya a partir de un artilugio que vienen utilizando: primero retrasando los pagos que tenían que hacer de las retenciones patronales y retenciones personales. No le giraban a nuestra caja [previsional]. A partir de ahí también empieza el retraso de pago a los jubilados. Fueron presentando toda una escena con el tema de atraso del pago a los jubilados y fueron vaciando nuestra obra social y entonces empezó el descrédito de nuestra obra social y de nuestra caja. No era casual, había un responsable que era el gobierno que no giraba los fondos. Eso nunca lo dijeron. A partir de ahí vino un paquete de medidas que nada tiene que ver con defender nuestra caja y mucho menos para pagarle a los jubilados. Ocho leyes que atentaban en contra de todas nuestras conquistas.”

Los traidores

Sobre las claudicaciones de algunos dirigentes a lo largo del conflicto sentenció que “algunos le han hecho de ‘idiota útil’ a este gobierno, avalando lo que decía el gobierno, que en una de las últimas reuniones nos decía que si no levantábamos las medidas no estábamos en condiciones de sentarnos a discutir. Nosotros seguimos en la lucha. Avanzamos, y como con distintas estrategias el gobierno fue tratando de debilitarnos, y les costó a muchos de estos dirigentes traidores sacar los pies del plato. (…) La Unión de Gremios sigue fuerte, porque si bien los dirigentes traidores se fueron, la gente por abajo sigue junta y justamente repudiándolos.” Y finalizó: “Vamos a defender nuestros intereses y daremos la batalla hasta donde dé. La batalla que se pierde es la que se vende. Por lo tanto seguiremos y avanzaremos”.

La “Justicia” y el gobierno

Alejandro Gómez denunció la connivencia de la Justicia con el poder Ejecutivo y Legislativo. “En octubre del año pasado hacen un acuerdo y aceleran el juicio por la permanencia en Casa de Gobierno, donde tuvieron hasta falsos testimonios reconocidos”. “Nos condenaron de 2 años a 8 meses de prisión. Apelamos pero no tenemos mucha confianza en la cámara”.

“Después Fabiana Ríos, antes de irse, nos pide la exoneración. Y el nuevo gobierno sigue adelante con eso en el marco de este plan de lucha”. Señaló que en la provincia también hay compañeros despedidos en la administración pública. Y volvió a insistir: “La represión es tan grande que llegaron a usar métodos de la dictadura. Buscan asustar, a nosotros y a los familiares. Fueron a la casa de mi ex pareja, sabiendo que yo no vivía ahí, y entraron a la fuerza. A las 3 de la mañana, con las criaturas durmiendo…”

Denunció que “lo que están buscando es un muerto de la clase trabajadora. Están avanzando con el juicio para sacarnos la tutela sindical. También mandaron gente encapuchada a prender fuego dos carpas. Siguen generando hechos de violencia para que pasemos a algo peor. Lo hacen para callar el reclamo justo que lleva adelante toda la clase trabajadora de Tierra del Fuego. Y es un error, porque lo único que a nosotros nos da es más fuerza y para reclamar no solo la derogación de las leyes sino que no queremos un gobierno-dictadura. Lo tiene que tener claro el gobierno de Bertone, y el de Macri también, que tienen connivencia. Esto es el laboratorio de lo que quieren aplicar en toda la Argentina. La lucha no es solo de Tierra del Fuego sino de toda la clase trabajadora”.

En el mismo sentido, José Gómez puntualizó: “Sabemos quien es Rosana Bertone, es el títere de Macri. Si alguno piensa que los trabajadores vamos a ceder nuestro derechos, están equivocados. Porque si hay algo que se hizo carne en nuestra provincia es: ¡Ni un paso atrás, ni un derecho menos! Y eso los trabajadores lo vamos a llevar en la sangre, porque retroceder significa entregar al movimiento obrero, y no está en nosotros esa posibilidad”.