Los desarrollos científicos para crear una vacuna fueron acelerados por la situación que desató la pandemia en términos económicos, sociales y políticos. Realizados en tiempo récord ha generado mucho debate sobre su efectividad y los usos políticos que podría tener.
La presión que ejercen los Estados, multinacionales y laboratorios sobre la comunidad científica es muy grande, pero también sabemos que son los principales interesados en volver a la «normalidad» y olvidar que es el sistema capitalista el que genera estas enfermedades que azotan a la humanidad. Expresión de eso fueron las presiones para que frente a la baja de casos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se salga del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), dando un salto en la habilitación de actividades económicas y circulación de la población antes que dispongamos de vacuna y con menos del 15% de la población contagiada con Covid-19.
Como explican les biolegues moleculares e infectologues, en la actualidad hay 10 vacunas que se encuentran en la fase 3 de prueba, es decir la fase para poder determinar su efectividad para combatir el virus Covid-19, y al día de hoy la comunidad científica internacional se encuentra a la espera de los resultados. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la última fase será una vez aprobada la vacuna en varios países y buscará evaluar el funcionamiento de la misma en el «mundo real».
El gobierno argentino ha avanzado en distintos acuerdos comerciales con Pfizer, AstraZeneca, Janssen y el laboratorio productor de la vacuna Sputnik V, aunque en este caso aún no se ha firmado acuerdo. Según lo anunciado por el presidente Alberto Fernández el gobierno nacional adquirirá 10.000.000 de dosis de la vacuna Sputnik V.
A partir de esta compra Argentina podría iniciar una primera etapa de vacunación en diciembre y alcanzaría a 12.500.000 personas, quedando para el mes de enero la etapa dos de la aplicación de la dosis. El Ministro de Salud García Ginés explicó porque se ha decidido comprar la Sputnik V: «Rusia ofrece una mayor cantidad de vacunas y nosotros queremos vacunar a la mayor cantidad de gente. Cuanto antes queremos tener la vacuna. Tenemos la seguridad de largar la campaña con una gran cantidad de vacunas».
Además de estos progresos internacionales se están haciendo investigaciones desde los organismos científicos nacionales, como fue la creación del Neokit-Covid 19 el test rápido que detecta la presencia del coronavirus, el desarrollo de un dispositivo con radiación UVC para la disminución de la carga viral de Covid-19 en superficies, y por supuesto investigaciones vinculadas al desarrollo de una vacuna nacional y al comportamiento del virus.
La investigación en Argentina de los equipos de infectologues, biologues, biologues moleculares, mediques, entre otres fue fundamental a la hora de tomar decisiones políticas sobre que hacer frente a la pandemia. En este sentido, haber derrotado a Juntos por Cambio y recuperar el Ministerio de Salud fue un gran triunfo que hoy nos permitió sostener el aislamiento, el distanciamiento social, los testeos e investigaciones como pilares sanitarios para evitar el colapso del sistema de salud como sucedió en otros países del mundo. Argentina es uno de los países con una curva de casos más extendida en el tiempo, y eso permitió prever dispositivos y reducir el colapso sanitario.
A partir del anuncio del gobierno sobre la adquisición de la vacuna rusa, los sectores que destruyeron el sistema de salud con el macrismo, los mismos que se opusieron al aislamiento, son los que se oponen a la Sputnik V y exigen condiciones para la vacuna, al tiempo de que quieren -a partir los medios de comunicación hegemónicos- confundir y tergiversar.
¿Qué vacuna comprará argentina?
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se están evaluando distintas vacunas. Hay dos vacunas que serian las más vinculadas a la Argentina: una la desarrollada por Oxford, que se desarrollaría en parte en nuestro país, y la rusa Sputnik V. Ambas acaban de terminar su fase dos de experimentación, se basan en adenovirus y han generado en fase 2 una alta inmunidad en ensayos en seres humanos.
Otro aspecto, está vinculado con el tiempo de duración de los anticuerpos. Lamentablemente como estos desarrollos acelerados llevan como mucho 1 año (en el caso chino), solo podemos hacer especulaciones con relación a vacunas de otras enfermedades que ya conocemos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta el porcentaje de efectividad de la vacuna, ya que no todes les humenes responden de la misma forma, por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) soló acepta vacunas con un 50% de efectividad. En este sentido, les cientifiques explican que la efectividad para cortar la circulación del virus está vinculada a la cantidad de personas que se la apliquen en el país. Por eso fue fundamental el anuncio de que la vacunación va a ser masiva y gratuita, ya que de esa manera se garantiza que llegue a todas las personas que deban vacunarse.
Es importante, tener en cuenta que según los científicos de nuestro país para determinar la efectividad de las diversas vacunas se han cumplido con las etapas o fases de desarrollo y en la actualidad estamos a la espera de los resultados de la última fase. Sin embargo, afirman que las medidas de distanciamiento social se deberán mantener ya que las dosis no van a alcanzar para todes y que aun no sabemos si la persona que se contagie y desarrolle síntomas leves, estando vacunada, va a contagiar a otres.
La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con un sistema de Salud Nacional y Federal con el presupuesto necesario para insumos, medicamentos, salarios y condiciones dignas para el personal de salud. Un sistema que cuente con desarrollo científico autónomo que nos permita fabricar y distribuir medicamentos, vacunas e instrumentos hospitalarios.