Luego de cuatro meses de una durísima lucha, los mineros de Río Turbio alcanzaron un acuerdo para la reincorporación de los trabajadores despedidos que se sostuvieron sin aceptar los retiros (in)voluntarios. Así, se consiguió la reintegración de 230 trabajadores, reconociéndoles los días caídos y en las mismas condiciones en que trabajaban anteriormente. Desde Vamos! conversamos con Ramiro Apaza, dirigente de ATE Río Turbio.
–¿En qué consiste el acuerdo logrado?
–Se logró la reincorporación efectiva de 230 trabajadores, que la empresa tuvo que acatar. Al principio la empresa quería reincorporar solo a 170, incluso avisó por Facebook a quiénes reincorporaba y que se tenían que presentar a trabajar, pero todavía no había ninguna disposición oficial. Fue la última jugada que hicieron para intentar romper la huelga, un mamarracho, pero mantuvimos la huelga hasta que logramos la reincorporación formal de los 230.
–¿Qué implica el Procedimiento Preventivo de Crisis presentado por la empresa?
–Eso ahora está en una etapa de negociación, en la que la empresa tiene que justificar la crisis y presentar un plan para salir. A nosotros seguramente nos van a discutir la baja del convenio colectivo y la masa salarial, pero nuestra posición es que la crisis la generaron ellos, por lo que nosotros no tenemos por qué discutir nuestros derechos convencionales ni nuestros salarios. La empresa tiene muchos lados para ajustarse ellos antes que a nosotros. Así que para nosotros el convenio no se toca.
–¿Cuál es el planteo de fondo que hacen ustedes respecto de Río Turbio?
–Nosotros planteamos que se reactive la usina carboeléctrica estatal, con la que podríamos dar energía a tres provincias. Con eso se terminaría la discusión sobre el déficit del que habla el gobierno, la intervención de Zeidán, que responde a Macri. La usina son dos módulos, el primero ya está terminado y al otro le falta el 20%. Están parados por una decisión política, ya está todo preparado para funcionar. Pero ellos nos quieren llevar a la baja de nuestro convenio, llevar a la precarización y flexibilización, para favorecer a las empresas privadas. Además, nosotros más allá de la reactivación de la empresa y el CCT, estamos acá por una cuestión de soberanía. Pero el gobierno quiere poner acá la bandera de otro país, y perder la soberanía.
–¿Qué balance hacen de la lucha?
–Esto se mantuvo por el espíritu de resistencia de la gente y por la colaboración de todo el pueblo. Por una cuestión de convicción de que nuestra pelea era justa. Fueron cuatro meses largos, pero con altas y bajas supimos resistir. Y también por la solidaridad que recibimos de todo el país y a nivel provincial fue muy importante, y eso nos mantuvo en pie. Del INTI, el Hospital Posadas, Zanón, Pepsico, Cresta Roja, los municipales y maestros de la provincia, estudiantes, ATE Nacional. Pero más que nada por las bases. Las centrales sindicales a todos nos hubiera gustado que den un poquito más.
–¿Querés agregar algo?
–Un mensaje para la gente que está en lucha hoy, de que se les puede torcer el brazo a estos personajes que nos vienen a saquear el país, y que tengan plena convicción de que se pueden lograr reincorporaciones. Fue algo muy loco que en todos los puntos del país estén despidiendo y nosotros logremos reincorporaciones, pero fue fruto de cuatro meses de lucha en todos los ámbitos. Hasta contra gendarmería tuvimos que pelear, nos quisieron reprimir, nos quisieron implementar las prácticas de la dictadura de perseguirnos en las casas, pero nosotros por suerte supimos superarlo y logramos lo que estamos pidiendo. Es solo un paso, pero que la gente esté convencida de que luchando y en unidad se puede salir adelante.






