Entrevistamos a Mario Báez, administrativo despedido del Hospital Posadas, en la carpa de ATE instalada frente al Congreso de la Nación durante una semana.
–¿En qué situación está la lucha?
–Desde enero estamos con los 122 despidos. No hay ningún tipo de negociación. Hubo dos fallos por tres reincorporaciones, que es importante, pero no se están cumpliendo porque no pagan el salario. Y se habla de que habría una nueva ola de 108 despidos en junio, por una lista que se filtró. No sabemos qué va a pasar ahí.
–La precarización facilita el trabajo al gobierno para despedirlos.
–Somos contratados, en mi caso desde hace veinte años, y nunca hubo un proceso de pase a planta. Entonces, tenemos compañeros con una antigüedad de veinte años con contrato Posadas, que es el contrato que teníamos antes, y una cantidad de años con el contrato actual, que es el contrato 48 [tareas transitorias o estacionales]. Puede haber compañeros que tienen treinta años de antigüedad contratados. Eso atravesó a todos los gobiernos y no se puede entender. (…) En el Posadas es así. Ahora empezaron con el contrato 48, que es un contrato basura, que te pueden rajar cuando quieren; y empezaron a tomar la modalidad monotributista. Hay alrededor de mil trescientos monotributistas, así que estamos peor que antes.
–Despidieron enfermeros, técnicos…
–Despidieron un poco de todo: enfermeros, administrativos, técnicos especializados de diferentes lugares, de farmacia, de oncología. Y habían despedido a 640 en el 2016, que ahí echaron gente de vigilancia, de limpieza.
–¿Qué objetivo tiene el gobierno?
–En general, no están tomando gente nueva. Toman gente que echaron y ahora entran como monotributistas. El objetivo es desguazar el hospital para poder avanzar en la privatización de la salud, no sabemos si en el conjunto del hospital o en algunos sectores. Quieren empezar a arancelar, que funcione con la mitad del personal y con mayor flexibilización. Que todos tengan como modalidad de contratación el monotributo, que ya pierdas cualquier relación de dependencia con el hospital. Ese creo que es el plan.
–¿Cómo está el estado de ánimo?
–Venimos bien. Hay algún altibajo. Pensá que los despidos fueron alrededor del 15 de enero. Pero después se renuevan las energías. Y hoy fue una jornada importante con los mineros y el INTI, y creo que es la mejor situación poder coordinar con los compañeros y hacer acciones para que todos salgamos fortalecidos.






