Sergio Massa y Maximo Kirchner vuelven de China con la renovación por tres años mas del swap con el Banco Popular de China por 130 mil millones de yuanes, (que equivalen a unos 19.000 millones de dólares). También se logró un pre acuerdo para la extensión a otros 5.000 millones de dólares, de los ya activados, que si bien son de uso de libre disponibilidad (es decir que les brindará mayor capacidad de intervención en el mercado de cambio), tendrán como prioridad el pago del déficit bilateral.
China dejó sentado que este acuerdo no implica modificar en nada el acuerdo en marcha con el FMI lo que desde ya, aceptó la delegación argentina. También, los entes aduaneros del gigante asiático, reclamaron a nuestro país por la política de Dumping (competencia desleal) particularmente sobre su participación en la cuenca hídrica del Río Paraná-Paraguay.
El viaje y los acuerdos alcanzados constituyen un cambio importante en la política a corto y mediano plazo. Algunos dicen un síntoma desesperado por la falta de dólares, otros lo ven como una tabla de salvación con efecto directo en las elecciones ya que vendrán con las alforjas cargadas que se traducirán en inversiones y acuerdos que aliviaran las salidas de dólares frente a la sequía manifiesta del Banco Central.
Las empresas chinas podrán invertir en yuanes en nuestro país. “Se establece la apertura del intercambio comercial directo entre ambos países a través de yuanes”, con “el objetivo de acelerar la relación comercial y eliminar la intermediación” que los inversores chinos deben hacer usando dólares.
La puerta de entrada a los Brics está abierta y el primer paso se dará si Argentina se incorpora al Banco de Desarrollo de los Brics presidido por la brasilera Dilma Rousseff en la reunión de los BRICS en el mes de agosto. Por otro lado, la decisión del gobierno de Lula de financiar el segundo tramo del gasoducto Nestor Kirchner, consolida el intercambio con Brasil, pero también la entrada de nuestro país al grupo BRICS. Los movimientos son rápidos ya que la incertidumbre electoral en nuestro país inciden en los acuerdos a futuro.
Estas negociaciones no cambian la política de “diversificación de la dependencia”. Pero no es lo mismo desde que “vereda” se efectúa esa política, si es desde el acuerdo con EEUU o desde los BRICS. Lula es un ejemplo y lo viene mostrando, sin romper con EEUU se “corre” hacia los BRICS y no solo eso, fue anfitrión de la reunión de la UNASUR y reintegró a Venezuela, lo que le valió grandes criticas de otros gobiernos de la región, pero mostró hacia donde va sobreactuando la entrevista con Nicolás Maduro, ahora Venezuela será el próximo país en incorporarse al grupo BRICS.
Máximo Kirchner destacó que «el carácter colaborativo de la relación donde las ayudas se realizan sin ejercer ningún tipo de presión». Pero, por mas que la delegación argentina se fotografíe en el monumento a Mao Tse-Tung, las asimetrías en las relaciones comerciales siguen mandando, ya que nada se dice en cuanto a la aceptación por parte de China de nuestra moneda, como tampoco en nuevos acuerdos comerciales para venderles productos industrializados en nuestro país.
Solo se puede ponderar nuestra moneda si el eje de la economía es el desarrollo industrial independiente, reduciendo las importaciones y poniendo en primer lugar el mercado interno para luego exportar. De lo contrario podemos cambiar el yuan por el dólar, pero será como “cambiar de collar sin dejar de ser perros”, por qué la dependencia seguirá y nos conformaremos con tener mas dólares/yuanes para pagar al FMI y la ola de productos importados.
No es un detalle que haya “subido” Máximo Kirchner a China y hayan “bajado” al canciller Santiago Cafiero del viaje. Subió el portador de un apellido que marcó una alianza estratégica con el gigante asiático y trata de dar una señal de continuidad, y bajó a uno de los que, según fuentes del propio gobierno, fueron parte del grupo de Alberto Fernández/Beliz/Arguello, que operó para obturar un salvataje con China antes y mientras se discutía la renegociación con el FMI. También hay evidencias, de que China dio su consentimiento en el directorio del FMI cuando se le otorgó el préstamo al gobierno de Macri.
La foto de Massa/Máximo es quizás la señal mas fuerte de una alianza hacia el futuro que va mas allá de la mera cuestión electoral, sobre todo en un mundo que va “reconfigurando” su hegemonía y sobre todo donde el avance de las derechas en sus versiones neoliberales duras y hasta fascistas avanzan como podemos ver en la elecciones de España o Grecia, o en las acciones golpistas como en Perú o Ecuador donde el presidente Lasso cerró el parlamento.
Solo si se está frente a cambios de magnitud se puede explicar como expresiones del progresismo encarnado en Cristina Kirchner puede parar a su lado en un acto multitudinario como el del 25 de mayo a Sergio Massa, responsable de mantener el acuerdo con el FMI (que ella cuestiona y exige terminarlo), con los resultados nefastos para el pueblo respecto a la inflación que no para y las “devaluaciones dirigidas” a los sectores de poder, pero que pagamos todos, junto a la monumental timba financiera con las lelics con subidas de tasas que fomentan la especulación y la fuga.
Nestor Kirchner solía afirmar, respecto a Massa, aquello que Roosvelt (presidente de EEUU entre 1933 a 1945) decía de Anastasio Somoza (dictador nicaragüense): “es un hijo de puta…pero es nuestro hijo de puta”. Kirchner no se refería a uno de los suyos, sino a sectores que comulgan en el peronismo y pueden ser potenciales aliados. Este “hijo de puta” tiene llegada a la embajada de EEUU y entrada directa a sectores de poder de aquel país, pero también a demostrado ser un verdadero “invertebrado”.
¿Alguien puede pensar que una elección se gana con 8,7% de inflación mensual y 114% anual? ¿Alguien puede proyectar una formula electoral competitiva integrada por el responsable de que el mes de junio arranque con nuevos aumentos de las pre-pagas, electricidad, gas, agua, combustibles, educación y alimentos que no paran de subir en ningún mes?
Solo se puede pensar si la lógica de campaña está puesta en que hay que “aceptar lo malo frente a lo peor”. “Habrá que bancar la inflación, la precarización, pero hay trabajo, paritarias y sumas fijas”, este es el eje implícito o explicito que se plantea. Pero esto sería mejor que los que pretenden arrasar con los derechos básicos como los convenios colectivos, ayudas sociales, achicar gastos del Estado (despidos), cerrar ministerios, privatizar, perseguir…reprimir. “Siempre va haber un escalón mas abajo en el infierno”.
DEBATES EN EL CAMPO POPULAR
Estos fueron los ejes de campaña del “progresismo” del PSOE que gobierna España, pero no sirvió frente a la derecha mas rancia y reaccionaria que arrasó en las elecciones. Fracasó porque la campaña de los oficialismos está marcada por la gestión, en el terreno económico pero también en lo político y cultural y en este caso su plan económico fue de ajuste, inflación, recortes en el estado y avance sobre derechos laborales. La misma realidad vive Grecia con la derrota del “progresismo” y se prepara Portugal donde se prevé también el avance de la derecha.
¿Puede ser diferente en nuestro país? Habrá que ver, teniendo en cuenta que Argentina no es España, pero con el poder de los medios de comunicación, las noticias “vuelan” y muy rápido. Esos medios que se apoyaron en los “limites del progresismo” para instalar las mentiras de Macri en su momento o inventar candidatos como Milei u otros que hoy ganan a sectores de la juventud desesperanzados y encantados con el discurso “efectivista”, disruptivo contra algunas “castas” ejercido desde la “anti política y sin historia”. Exponentes de la derecha fascista que cabalgan frente al fracaso de Juntos por el Cambio y el derrotero del Frente de Todos.
La gestión es la expresión de la realidad efectiva y supera a las retoricas progresistas y hasta “antiimperialistas”. La franja de votantes mayoritaria de un país no responde en su totalidad a arraigos ideológicos de tal o cual corriente. Optan por quienes les resuelve los problemas económicos cotidianos y urgentes, pero también influyen aquellas medidas estructurales que impactaran en las futuras generaciones y la integridad de un país que los hace protagonistas. Si esta fuera la realidad efectiva, otro sería el cantar en las encuestas electorales en cuanto a la suerte de los oficialismos populares.
Pero se opta por no “romper los moldes” y se encasilla a los mensajes disrruptivos en los “margenes” tanto de la “ultra derecha” o expresiones desde “la izquierda”, pero principalmente de la “ultra derecha” porque son mas difundidas por los medios hegemónicos. El progresismo no puede ver que las medidas de fondo, soberanas son en primer lugar necesarias para salir de una crisis como la actual, y vuelve a insistir por el mismo camino con los mismos actores. No ocupa lo disruptivo desde lo popular, está para “conciliar las contradicciones” sin mediar entre las antagónicas de las que no lo son en esta sociedad capitalista imperialista.
Si se tratan por igual las contradicciones, entre el campo enemigo y el pueblo, salvo que el pueblo controle el poder económico y político, siempre ganarán los que “tengan la sartén por el mango” como vemos en la actualidad. ¿Como se resuelve esa contradicción antagónica que traba el desarrollo de un país? Siempre de la misma manera, confrontando. Pero cuando se gobierna con el poder económico concentrado en la vereda del frente, con mas razón se tiene que ir dando pasos hacia el control de los resortes claves por parte de Estado. De hacerse, agudizarán las contradicciones, pero también el pueblo estará preparado para afrontar las dificultades y provocaciones porque defenderá lo propio conquistado.
Este es el sentido del porque acumular fuerzas dentro del amplio “campo popular”. La conciliación “para convivir con los poderosos” destruye esa acumulación, divide al pueblo y solo le queda recibir las migajas que se caen del “derrame”. Por eso los sectores populares, verdaderamente antiimperialistas y democráticos deben disputar la hegemonía del campo popular, porque la realidad indica que hay que ir mas allá, hay que transitar el camino de la grieta con los que descaradamente se enriquecen, hambrean y saquean nuestras riquezas para imponer un modelo de muerte a largo o corto plazo.
¿Queda alguna duda que el camino no es otro que el revolucionario que cambie la matriz dependiente, por una soberana?. Aquellos que llaman a esto una quimera, compraron (con o sin vergüenza), la teoría del “fin de la historia” de Fukuyama adoptando “que el capitalismo es la ultima estación de la historia”…por lo tanto, “lo único que nos quedaría es tratar de mejorar este sistema”, en definitiva, “cuidarlo para mejorarlo”. Nada mas que una teoría “a medida”, reñida con las ciencias sociales, la historia y dialéctica del desarrollo de la humanidad.
El propio desarrollo y contradicciones de la sociedad muestra que cuando termina una historia empieza otra, “lo nuevo reemplaza a lo viejo…nace de lo viejo”. ¿Si Fukuyama fuera un señor feudal hubiera dicho que “el feudalismo, como sistema social, sería el fin de la historia”? Bueno, se hubiera equivocado de medio a medio, como aquellos que hoy abrazan o “compran” esa teoría.
No puede haber fin de la historia!, si de periodos o etapas. El capitalismo fue superior al feudalismo y se impuso por las contradicciones internas agudizadas por luchas y guerras de ese sistema durante siglos, que se volvieron en su contrario, ¿por que va ser diferente con el capitalismo?, ¿acaso su propio desarrollo no genera antagonismos? Para que se vuelvan en su contrario y exploten hace falta la acción de las grandes masas populares, con el protagonismo de los trabajadores que generan las riquezas sumando la unidad y las vanguardias revolucionarias para superarlo por un sistema superior.
Es un recorrido largo y sinuoso pasar de un sistema social a otro, nada fácil ni pacifico, pero vamos a llegar a la conclusión de que el capitalismo no es la ultima estación, es la primera en transición a otras tantas que vendrán…liberación, socialismo, comunismo…cada una con sus contradicciones y sus tiempos, pero nada detendrá el desarrollo de la humanidad.
En este sentido, Cristina en el discurso del 25 de mayo invita a debatir en el campo del pueblo como se puede superar el actual estado de situación, y genera esperanzas por su pasado resiente, pero todo debe estar dentro de los limites que se imponen desde el “statu quo” (el estado de cosas de un determinado momento) por ejemplo con el acuerdo con el FMI sostuvo que no se puede gobernar y pidió “unidad nacional” para cambiarlo, pero exigió un nuevo acuerdo que permita el desarrollo, la sustitución y nuevas inversiones para poder pagar “como siempre han hecho los kucas” afirmó, (aun sabiendo y mencionando el informe de la AGN que sostiene que el préstamo que tomó Macri fue fraudulento y una estafa histórica) porque si optara primero por una posición soberana, como suspender los pagos e investigar (que también ella misma sostiene), rompería ese “statu quo”.
Lo mismo podemos decir en cuanto al desarrollo industrial y la relación con las metrópolis imperialistas, cuando critica las “cabezas coloniales” que hay en el país y no volver al “modelo de Potosí” (se refiere a la explotación en las minas de plata en Potosí, Bolivia, descubierta por los originarios en 1545, luego apropiada por los españoles logrando el período de máxima explotación entre 1579 y 1635. Los trabajadores realizaban sus tareas en condiciones infrahumanas, con jornadas interminables de 24 bajo la mina sin ver el sol, a veces no disponían ni de pala ni de pico y debían remover la tierra con las manos. Potosí proveía del 80% de la plata que circulaba en Europa. Se estima que más de veinte mil indígenas fallecieron en las explotaciones de plata de Potosí). A eso le contrapone el modelo de Malasia o Corea, pero donde las trabajadoras del calzado, ganan por jornadas de 14hs, menos de lo que cuesta un par de zapatillas en nuestro país en condiciones de extrema precariedad.
¿Porque en todo caso no levantar el modelo del peronismo del 45 al 55? por la sencilla razón que hoy equivaldría a emprender un camino disruptivo con el de la dependencia que sostiene el gobierno.
En los hechos se sostiene que ese modelo de desarrollo es imposible en este periodo porque argentina ha cambiado y el mundo también. Pero con mayor énfasis en el modelo desarrollista, se sostiene e invita a que los monopolios internacionales vengan a extraer el litio, el petroleo y gas de Vaca Muerta, instalen fabricas para ocupar mano de obra nacional. A lo único que podemos aspirar es a “vengan, exploten el litio, pero por lo menos déjenos hacer una batería o déjenos hacer las baterías, no les pedimos ya los coches, los autos, pero sí las baterías”.
Las afirmaciones son saludables en la medida que se puede abrir y mostrar estos debates trascendentales del periodo que vivimos. ¿“Liberación o dependencia” dejó de ser una disyuntiva de hierro para la realidad efectiva? ¿No debería presidir el debate sobre el papel del Estado en esa “alianza” que sostiene Cristina entre lo publico y lo privado, o solo queda para una “retorica dura”?.
¿El Estado controlará los recursos estratégicos como la energía, el litio, petroleo, alimentos, cuenca hídrica Paraná Paraguay? Este es el debate que debemos darnos en el campo popular. Si el piso es no ser Potosí, todo lo que esté por encima se puede aceptar, y así terminaremos aceptando lo que vivimos en este periodo, donde los monopolios saquean y se llevan las riquezas y remesas al exterior, pero algunos se contentan que “den trabajo”.
Debemos levantar el piso y ponerlo en la dependencia, y desde allí discutir un programa de gobierno como propone Soberanxs con su “PLAN DE LA PATRIA”. Una propuesta que requiere instancias democráticas para discutir con otras propuestas en el campo popular y el Frente de Todos.
Propuestas que puede unir al campo popular para frenar a las variantes de la derecha y ganar en octubre, pero aprendiendo del pasado reciente, los sectores populares no pueden abandonar las calles, por el contrario, deben redoblar los esfuerzos para imponer desde la unidad de los de abajo y el pueblo en las calles un programa soberano y un rumbo liberador.