Con el objetivo en visualizar la importancia del trabajo territorial en nuestra época, el sábado 9 de marzo se realizó en el pabellón Tornavías de la Universidad Nacional de San Martín, el primer encuentro del Ciclo Territorio y Poder Popular impulsado por MPL, Corriente Clasista René Salamanca, Corriente Insurrecta y Corriente Pedagógica Desde el pie.
El taller fue presentado por la compañera Bárbara en nombre de las convocantes, quien expresó que el ciclo se propone contribuir al debate sobre la construcción de un trabajo territorial que aporte a resolver la problemática integral de los vecinos. En todos los barrios hay diferentes organizaciones que trabajan sobre ejes que son comunes a las necesidades del territorio, pero sólo trabajan sobre los miembros de esa organización. Esto no está sirviendo a la construcción de la unidad necesaria para encarar no sólo las necesidades urgentes de los vecinos, sino también la transformación necesaria para la construcción de poder popular.
Un barrio, como unidad territorial está atravesado por diferentes problemáticas en educación, trabajo, salud, vivienda, infraestructura, etc. Para intercambiar sobre este debate, lxs organizadores contaron con la coordinación de la arquitecta Beatriz Pedro, docente del Taller Libre de Proyecto Social y consulta de la Facultad de Arquitectura de la UBA.
Beatriz introdujo desde una mirada del territorio de toda la Argentina, integrando el campo y la ciudad, y en cada escala territorial, conocer la experiencia de las organizaciones sociales que inciden en política y por consecuencia en la construcción del poder popular en los territorios, el otro tema al que pretende aportar este ciclo.
La primera experiencia que se expuso fue la del trabajo multisectorial del Centro Vecinal del Barrio de Alberdi, un enclave obrero, cultural y universitario muy cerca del centro de la ciudad de Córdoba, en la voz de Dante Martínez, vecino del barrio y protagonista en mayo de 1998 de la toma de la Cervecería Córdoba (ver nota), contra su cierre y desguace que duró 105 días, de la cual era un joven obrero. Y el trabajo en red de Pueblo Alberdi.
Se expuso que hay que conocer, mirar, trabajando a fondo la idea de “donde estamos”, en que barrio, en qué localidad, en qué provincia, en que época estamos, en que contexto político concreto estamos y como nos reconocemos como parte de un territorio y analizamos sus formas organizativas y como articulan entre ellas.
Se desarrollo como organizar y sistematizar la información, planteando a los presentes una tarea de descripción de su barrio, qué escuelas, fábricas, hospitales, centros vecinales, actores políticos y religiosos, clase sociales, comunidades migrantes, asentamientos, tipo de vivienda predominante, infraestructura barrial, conflictos vividos, etc. En síntesis, como construir desde cada vecino una visión integral de su territorio y como interactuar para la construcción de un tejido que permita la construcción de organizaciones barriales y territoriales, ya que el trabajo territorial es vital y hoy es más vital que nunca.
Un concepto importante a trabajar es el de comunidad. Qué la une; somos parte de eso que la une; que problemática tiene que nos une.
A continuación, Martínez relató el proceso vecinal de Córdoba.
Pueblo Alberdi, un proceso histórico gestado a partir de la lucha de los Cerveceros cordobeces
La lucha por la conformación de la red de centros vecinales llamada Pueblo Alberdi de la Ciudad de Córdoba, en cuya conformación el Centro Vecinal de Barrio Alberdi se reconoce fundamental, se muestra como un marco de construcción donde las organizaciones vecinales barriales son el eje para la transformación social y política de las regiones. Poniendo ejes en trabajo, educación, salud, cultura, género, deportes, etc. se acercan de forma amplia a la problemática social de cada barrio, confluyendo en ese trabajo vecinxs independientes y de diferentes corrientes políticas y sociales, que construyen propuestas y políticas a realizar con todos los actores territoriales. Así se dispusieron a recuperar patrimonio histórico, cultural , social y disputar espacios políticos en el entramado cordobés, que les permitió afianzarse en la búsqueda de la construcción de poder popular.
Martínez se refirió a que el trabajo multisectorial generado en la solidaridad con la lucha de los obreros cerveceros allá por 1998, fue el inicio en la transformación de los Centros Vecinales de la zona, de lugar para solamente esparcimiento social y deportivo, a ser el verdadero corazón político, social y cultural de esos barrios, con el puntapié dado por el Centro Vecinal del Barrio Alberdi.
Empezó su exposición con uno de los temas que está debatiendo el Centro Vecinal de Alberdi y la red Pueblo Alberdi, el pacto del 25 de mayo en la Ciudad de Córdoba, planteado por el presidente Milei a realizarse con los gobernadores para garantizar su brutal política de ajuste; la posibilidad de organizar de lo que llamó la contracumbre en esa fecha y las dificultades que trae esa organización en la provincia donde Milei obtuvo un gran caudal de votos.
Tomó de referencia organizativa a la experiencia de lucha en el AMBA, destacando el Argentinazo de diciembre de 2001 y la capacidad de organización para la lucha barrial, recordando las de La Matanza. Siguió con la descripción de la importancia de Alberdi en un conglomerado urbano que es la ciudad de Córdoba y alrededores. Un barrio de origen obrero, principalmente metalúrgico y del calzado a lo que se sumó la cervecería Córdoba. Anteriormente en sus orígenes fue una zona de quintas llamada la Toma.
La identidad barrial se va constituyendo con la instalación en el barrio del Hospital de Clínicas, primer hospital escuela de Sudamérica, marcó la vida del barrio hasta la actualidad. Un barrio clave en la retaguardia obrera durante el Cordobazo de 1969. A esto se suma el club Belgrano.
Y suma a esa identidad barrial, la Cervecería. No había zona del barrio que no tuviera relación con la misma. El cierre de esa fábrica desencadenó una acción popular con 105 días de toma. Lucha que se perdió, con su cierre el barrio decae y va perdiendo su fisonomía.
La identidad es uno de los temas que este ciclo de debate le pone especial relevancia. Esta característica es vital en la organización territorial. La vida de Alberdi alrededor de la fábrica lo demuestra. En esta búsqueda impulsado por el Centro Vecinal, se está transformando lo que era el viejo mercado del barrio en un polo de la economía popular, muy necesario en épocas donde la inflación vuela. Se recupero el teatro “La piojera”, y se está trabajando en la recuperación de lo que fue el primer comedor universitario de Córdoba. Además se trabajan las reivindicaciones de los pueblos originarios de la zona. Movimientos migratorios de origen nacional e internacional, le dan, principalmente desde la década de los 90, un componente multicultural al Barrio de Alberdi, cuestión que encaran desde la comisión de migrantes del Centro Vecinal.
La red pueblo Alberdi de varios Consejos Vecinales de barrios cercanos, se organizó a través de ejes de trabajo. Estos ejes principales son salud, educación, cultura, economía popular, espacio público.
Construimos comunidad, refuerza Martínez, resaltando que el objetivo de todo este trabajo barrial organizado desde los Centros Vecinales, centros que trabajan en política y están incorporados a la organización municipal. En este proceso, han construidos fuertes lazos con corrientes universitarias y cátedras de varias facultades de la Universidad de Córdoba que en función de sus estudios sociales y culturales de formación e investigación, se han ido sumando a las propuestas y necesidades de los vecinos. Esto aporta y hace muy fuertes los lazos solidarios tan necesarios en estos días.
Martínez planteó que la actual situación política y social está marcada por una derrota cultural importante, pero a pesar de ello en los barrios seguimos estando, nosotros, las vecinas y vecinos, las organizaciones sociales, todo esto es reconocido y son actividades políticamente transversales. Desde esa mirada, la batalla en el territorio no está perdida. Mas tarde o más temprano, esas corrientes vecinalistas que hoy le dan tiempo al gobierno, van a pasar al camino de una salida popular a la crisis, como se unió para evitar la construcción de torres en el predio de la Cervecería, evitando la demolición de la chimenea, un estandarte de la ciudad y de un barrio de origen obrero. También recuperando el predio como espacio público, con la conformación del Museo de la Cervecería Córdoba de Pueblo Alberdi.
Expuso la necesaria renovación generacional que se va dando en las direcciones de los Centros Vecinales, un entorno de juventud muy importante en el trabajo barrial.
Se cerro la exposición destacando la importancia de la impronta de cambio en el trabajo vecinal que le dio el Centro Vecinal de Barrio Alberdi a la vida de los Cordobeses. Un lugar de trabajo multidisciplinario, multisectorial y de los vecinos, donde confluyen todos las corrientes políticas y sociales que toman este enfoque en el trabajo de redes de construcción de poder popular, en un camino de liberación nacional y social.
Luego se desarrollo un taller de debate y reflexión con los presentes.