Los trabajadores del neumático vienen llevando adelante medidas de fuerza desde hace más de 120 días. El conflicto tiene dos puntos centrales, el cierre de la paritaria 2021-2022 y pago de las horas de los fin de semana al 200%.
En cuanto al cierre de la paritaria, se reclama un aumento que ponga los salarios a nivel inflacionario. Luego de numerosas audiencias en el Ministerio de Trabajo, las empresas, monopolios del neumático y el Ministerio deciden dar por terminada la discusión salarial, cerrando con la última propuesta patronal del 16%, que se suma al 50% ya acordado en el período julio 2021 a marzo 2022, incluso quitando el anunciado bono que había ofrecido. Inmediatamente abre la discusión del periodo 2022-2023 con una oferta del 38% (doce puntos menos que la paritaria anterior en el mismo periodo) cuando la inflación ronda el 100% interanual. Esto desató la toma de las instalaciones del Ministerio el miércoles 20/9, el paro por tiempo indeterminado y la permanencia en la puerta del ministerio en Callao y Mitre de CABA.
El otro punto, considerado central por los trabajadores y el SUTNA, es el de las horas de los fines de semana. El gremio del neumático tiene un acuerdo a la americana de 6×2, trabajan seis días y tienen 2 francos. Este sistema, acordado por una conducción anterior del gremio, genera francos rotativos y no contempla horas extras, por lo cual no se cobra el doble del valor de horas normales por el trabajo de sábados y domingos, tal como indica la ley. Esta situación en el marco de la producción habitual, significa una perdida de alrededor del 15% del salario. Este reclamo tiene mucho tiempo y hace eclosión en un periodo donde la situación económica pone las necesidades de la masas en el centro de la escena política.
El conflicto del SUTNA es importante por el hecho que es un planteo de reclamo gremial, que tiene los ribetes políticos necesarios para exponer la posición de profundizar una toma obscena de ganancias a costa del salario de los trabajadores, de empresas monopólicas extranjeras como Pirelli y Bridgestone, a la que se suma el monopolio de origen nacional FATE, con numerosos lazos internacionales. El gobierno, lejos de utilizar esta exposición en favor de una salida popular que beneficie a los trabajadores y recomponga los salarios, vuelve a ceder frente a los que ostentan posiciones de poder económico como los monopolios, a los que les cencedió la prioridad sobre los dólares para importaciones, garantizándoles su funcionamiento, mientras se recorta en educación, salud y se mantiene un salario mínimo, vital y móvil en poco más de $50 mil, profundizando el crecimiento de la precarización, mientras el ingreso necesario para no ser pobre se pone por sobre los $120 mil.
Para avanzar en un camino popular, es sin ajuste, sin FMI y defendiendo en las calles cada conquista, el salario, enfrentando la pobreza y empujando un programa soberano que ponga al pueblo en marcha conquistando su propio futuro.