Un informe de la Auditoría General de la Nación, publicado el 8 de Febrero, expuso la realidad fraudulenta del acuerdo Stand By celebrado con el Fondo en 2018 por un total de 56.800 millones de dólares. A su vez expuso el crecimiento exponencial del porcentaje de deuda en relación al PIB respecto al año anterior y un programa de pagos incumplible.
“La relación deuda externa total/PIB ha sido creciente a lo largo de los tres períodos considerados, pasando del 34,95% en 2016, al 41,37% en 2017, hasta llegar al 71,92% en 2018. Con respecto a la Deuda bruta de la Administración Central, en 2018 la misma representaba el 86,2% del PBI, incrementándose, respecto de 2016, 33,1% puntos porcentuales. A su vez, la deuda externa de la Administración Central que en 2016 representaba 17,7% del PBI en el año 2018 alcanzó el 41,8%. La deuda bruta en moneda extranjera de la AC que en 2016 representaba 36,3% del PBI, en 2018 alcanzó el 65,8% del PBI.” Luego de firmado el acuerdo, el aumento de la deuda pública en el año 2018 trepó a los 332.192 millones de dólares, representando el 85,2 por ciento del PIB. Tal como lo indica el informe de la AGN, en 2017 esas cifras eran 320.935 millones de dólares, lo que equivalía al 56,5 por ciento del PIB. Por eso sostienen en las conclusiones que “Durante el mes de junio de 2018, el Estado Nacional recurrió al FMI solicitando un préstamo Stand By. Los desembolsos de este préstamo en el periodo auditado representaron el 36% de las emisiones del ejercicio y un 17% del total de la deuda pública. No obstante, la firma del acuerdo fue en 2018, sus consecuencias sobre el endeudamiento público generaron un alto impacto sobre el perfil de vencimientos de ejercicios futuros, afectando la solvencia y la sostenibilidad de la deuda pública.”
A partir de ese momento, empezaron a correr los plazos para pagar los vencimientos del acuerdo firmado. Es decir, se profundizó la transferencia de riquezas hacia organismos extranjeros, en perjuicio de un pueblo trabajador empobrecido que vio como un puñado de CEOs de JxC fugaban los dólares del préstamo del FMI con la complicidad de éste.
Tal como lo expone la AGN “El segundo lugar por la concentración de vencimientos se da en 2022, con 37.199 millones de dólares, de los cuales 14.016 millones de dólares (el 37,67%) correspondían a vencimientos de capital del acuerdo Stand-by del FMI. Por su parte, la mayor concentración de vencimientos de intereses se da también en el ejercicio 2019, con 17.963 millones de dólares, de los cuales 919 millones de dólares (el 5,11%) correspondían al acuerdo con el FMI.” El imposible pago de estos vencimientos nos lleva a la trampa del endeudamiento perpetuo. Es decir, se renegocia la deuda contraída agrandando el monto del capital adeudado debido a la renegociación, y a duras penas se llegan a pagar algunos vencimientos de intereses.
Mientras esta deuda insostenible se perpetúa en el tiempo, el Fondo exprime las arcas nacionales con las riquezas que genera la labor de nuestro pueblo que se siguen fugando al extranjero en pagos de intereses de deuda. Es ahí cuando la deuda pasa a ser usurera y se profundiza la pobreza.
Respecto de las irregularidades del acuerdo, el informe detalla que “Con respecto al acuerdo se detectaron varias cuestiones que merecen ser destacadas: en primer lugar, se observó que la documentación de respaldo y los expedientes fueron generados en el sistema GDE a posteriori de la firma del Acuerdo y resultaron incompletos y desordenados. En segundo lugar, se destaca la falta de la firma digital que valida los actos administrativos en los términos de la Ley 25.506 de Firma Digital en algunos de los documentos que lo requerían. Finalmente se detectó que la formalización del endeudamiento, no fue realizada por Ley de Presupuesto ni por Ley específica, ni similar, como podría haber sido un Decreto presidencial. El Acuerdo fue firmado por el Ministro de Hacienda cuya cartera no contaba entre sus Misiones y Funciones la gestión del Crédito Público. No es de extrañar, entonces la carencia de análisis de riesgos, solvencia y sostenibilidad anteriores a la firma del Acuerdo”.
El dictamen publicado por la Auditoría General de la Nación (AGN), corroboró lo que miles de voces venimos declamando hace tiempo: la deuda con el FMI es odiosa e ilegítima. Si bien la Nación Argentina llega a este informe años después de la renegociación del acuerdo por parte de la actual alianza gobernante, sirve para no dejar lugar a dudas de en donde está parado nuestro país actualmente y en las próximas décadas. Las políticas monetarias se consultarán en Washington permanentemente –tal como viene sucediendo-.
Resuenan las palabras del propio Presidente en el acto de asunción de sus funciones cuando prometía investigar y encarcelar a los responsables de someter a todos/as los/as argentinos/as a convivir con las políticas del Fondo las próximas décadas, discurso que en práctica fue reemplazado por la renegociación que convalida una deuda fraudulenta que traerá mucho pesar sobre nuestro pueblo. Una vez más reafirmamos que el camino debe ser soberano, con la suspensión de los pagos e investigación a fondo de la deuda para que la paguen los que la fugaron.
Compartimos el informe de AGN:
624877279-Informe-Del-Auditor-sobre-Ejecucion-Presupuestaria-de-2018