Se va el 2022

Pero vienen grandes desafíos

No es un año más este que se va, es el fin de muchas cosas y como siempre pasa, es el comienzo de otras tantas.

Sin dudas las espaldas de nuestro pueblo son anchas y fuertes, no son muchos los que pueden soportar las consecuencias del ajuste inflacionario acordado con el FMI. Pero no lo soporta por manso, sino porque está en desventaja, disperso pero igual lucha, se resiste y busca levantar la cabeza.

Esas espaldas que bancan el día a día de pobreza y explotación, con menos derechos laborales y más diferencias sociales donde las luchas contra el hambre se multiplicaron a la par de las mega ganancias obscenas de los monopolios, terratenientes y bancos.

Esa argentina donde se da como buena noticia que la inflación pasa de 6,4 a 5% o que se multiplican las “ayudas sociales” a tres años de gobierno.

Cuanta bronca embarga cuando se ata “el crecimiento del país” a esa orgia de los dueños del poder real. Cuanta bronca cuando el crecimiento de la macroeconomía “se ve como el todo” mientras la vida simple -del día a día- del pueblo pasa por otro lado y no llega o llega a “cuentagotas” algo de dignidad.

Un 2022 donde fuimos conmocionados por el intento de asesinato a la vicepresidenta y la impunidad de una justicia que señala a los responsables materiales como “loquitos” y los que sostuvieron económica y políticamente el atentado están en libertad. La misma justicia que desde la Corte Suprema se manejan con el descaro del vínculo y reuniones con empresarios, jueces, fiscales, ministros y servicios para conspirar contra el gobierno.

Atentado a Cristina Kirchner

Un empresariado monopólico que no vacila en descargar los tarifazos en los alimentos, combustibles y servicios porque lejos de ser frenados, son premiados con “devaluaciones vip”, ventajas impositivas o blanqueos.

Todos ellos no se muestran como un “Estado paralelo”, son los verdaderos dueños del Estado!!

Un 2022 donde vivimos de cerca las imágenes de la guerra imperialista de la OTAN y EE. UU. apadrinando a Ucrania contra el imperialismo ruso aliado a China en un nuevo orden mundial que comienza, donde las nubes de una tercera guerra mundial se agitan sobre los pueblos y naciones del mundo. La salida para países dependientes como el nuestro no pasa por ser “cola de león” de algún imperialismo, sino atrevernos a “cabeza de ratón” de nuestro propio destino.

Esa disputa inter imperialista agita las luchas en nuestra región, donde los pueblos buscan sacudirse las cadenas de la opresión, el hambre y la dependencia y logran imponerse muchas veces con gobiernos débiles y heterogéneos, pero con derechas neoliberales y reaccionarias que son golpeadas pero mantienen intacto el poder económico, mediático, de la justicia y militar que utilizan para volver a imponerse en el poder a como de lugar.

Destrucción en Ucrania por la invasión Rusa

Pero esta realidad amarga no nos pudo sacar la felicidad, la alegría y el orgullo de ser de este país maravilloso, a pesar de los malparidos de la oposición reaccionaria que vociferan que somos “una sociedad fracasada” o “un pueblo de mierda”.

Esos agoreros del desánimo y el odio se chocaron la trompa con millones en las calles con la celeste y blanca, desde la multitud del obelisco hasta la “caravana” improvisada de una familia en soledad en el corazón del monte Santiagueño. Mal que les pese, somos dueños de la copa mundial y del «andá pa’ allá bobo».

Los pueblos viven, luchan, padecen y son felices cuando pueden en nuestro querido suelo. La hermandad, la solidaridad y el cariño se mostró una vez más en las calles. Así vivimos el otro Argentinazo de diciembre junto a los pibes de la “escaloneta”.

Todos cantábamos con la selección por “los pibes de Malvinas que jamás olvidaremos…

Nos emocionamos con la lucha de las abuelas por los dos nietos recuperados que nos llenan el corazón después de la partida de Hebe.

Todas estas alegrías y emociones conjuntas no son otra cosa que un acto de amor del siglo XXI que involucra a todos los pueblos de la Argentina.

Vaya si cargamos las pilas para enfrentar el año que viene!!

El 2023 debe ser de esperanza, este pueblo se lo merece!!! Pero esa esperanza está en juego donde unos, la derecha reaccionaria y fascista, pretende arrebatarla o destruirla añorando la dictadura, la mano dura y la quita de derechos históricos conquistados. Pero otros, el llamado “progresismo”, ha dado muestras de su tibieza, limitaciones y hasta complicidad que llevaron a desvanecer esas esperanzaspopulares y darles fortalezas a sus enemigos declarados.

Frente a enemigos tan poderosos como los expresados, a los sectores populares no nos queda otra opción que aliarnos con ese “progresismo” en la disputa de poder, en la gran pulseada histórica, pero si no avanzamos en ganar fuerza propia, no podremos superarlos y volverán a ganar los dueños del poder real.

En la lucha como en las elecciones debemos levantar el programa y reagrupamiento emancipador, porque la derrota electoral de los enemigos no puede ni debe ser un punto de llagada, todo lo contrario, debe ser un impulso para conquistar nuevos derechos que potencien el camino y la salida revolucionaria, necesarios para imponer otra matriz económica y cultural en favor de las grandes mayorías.

Este quizás sea uno de los grandes desafíos para la militancia popular en el año que comienza.

En ese camino las vanguardias como el Comunismo Revolucionario y el MPL son fundamentales junto con otras expresiones antiimperialistas y democráticas para no abandonar la senda liberadora.

Salud y revolución!!

Gustavo Funes

31-12-2022

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