Declaración del Movimiento Popular Liberación y Corriente Clasista René Salamanca – 16 de febrero 2024
¡Plata hay! ¡Basta de ajustar al pueblo!
Que salga de los sectores concentrados, monopolios, terratenientes, bancos y el no pago de la fraudulenta Deuda Externa, estas verdaderas castas que ganan fortunas y es favorecida por el gobierno nacional.
¡Con el pueblo en las calles, vamos por una Asamblea Constituyente Soberana!
Luego del masivo paro y movilización del 24E y la caída de la ley ómnibus, el gobierno y el poder concentrado huyen hacia delante y aceleran la marcha del ajuste, la entrega, la dolarización y la venganza sobre el pueblo, graficado en el recorte de partidas a las provincias, dejando sin financiamiento a hospitales, educación, salud, transporte, obras públicas y comedores escolares, junto con el vaciamiento de alimentos a los merenderos y comedores sociales mientras avanza el hambre y la pobreza a niveles peores que en la pandemia.
Se ha agudizado la realidad de la precarización y trabajadores sin derechos, así como la de millones de jubilados que ya están en peores condiciones que en el 2001. En dos meses se acumuló 45% de inflación, pero es relativizada por las mentiras instaladas desde los medios de comunicación y las redes controlados por los dueños del poder que trabajan para el gobierno. Buscan ocultar que la caída de los ingresos en los sectores asalariados y medios es brutal, a la par del grado de endeudamiento de las familias.
A esta realidad se le suma la militarización de los ministerios y otros lugares de trabajo donde se avanza con el desguace y los despidos, sumado las amenazas a gobernadores, artistas, dirigentes sindicales y sociales, con protocolo y represión abierta a jubilados y manifestantes, mientras se aprovechan y avanzan sobre el deterioro de esta democracia devaluada con en el accionar fascista se empuja el “caos organizado”, como manera de confrontación y división del pueblo con derechos cada vez más pisoteados, presos politicxs, operaciones de prensa, la búsqueda del “poder público” mediante decretos y la impunidad de un intento de asesinato sobre la ex vicepresidenta. Así, buscan imponer un plan de negocios para vender la patria, transformando a la argentina en proveedor de materias primas de un mundo en guerra que viene por ellas.
En este sentido, el gobierno, introduce al país en la “alianza occidental” comandada por EEUU, retirándose de los BRICS, atacando al gobierno de Brasil y China (nuestros principales socios comerciales) y posicionando al país como blanco potencial por el apoyo al genocidio de Israel sobre Palestina y en la guerra creciente en Oriente Medio. Pero la alianza estratégica con EEUU e Israel también suma la injerencia directa en nuestro territorio con el despliegue de sus FFAA, compra de armas y la entrega de tierras a esos países, entre otras medidas.
Milei nos embarca junto a las acciones de EEUU y la OTAN frente a un mundo que ha cambiado y lo encuentra en serios problemas en cuanto a su influencia. Un mundo multipolar, donde se agudizan las contradicciones y factores de guerra imperialista, que en vez de mantenerse de manera independiente y saber aprovecharlas, se arrastra a los pies de occidente, aceptando la lápida de la Deuda Externa con el FMI y fondos buitre que regulan la economía y destruyen nuestra soberanía y ecosistemas.
Se ha llegado muy lejos en el ajuste y el saqueo, empujando a los pueblos a plantearse medidas que estén a la altura del daño que se está llevando adelante, donde las “salidas intermedias” o “consensuadas” no han alcanzado y han llevado a mayor fortaleza de sus verdugos quienes hoy vuelven a gobernar y pretenden entregar nuestra patria, cambiando paradigmas y barrer conquistas históricas por la que dieron la vida miles de luchadorxs populares, los 30.000 detenidxs desaparecidxs y nuestros héroes de Malvinas.
¡Es necesario parar esta política! pero acompañada con cambios de fondo, donde se plantee otra matriz económica, política y cultural, donde las personas, la naturaleza y la realización como país soberano sea el objetivo central y colectivo con una nueva democracia plena.
Donde los pueblos sean los protagonistas en todos los sentidos de los cambios revolucionarios que están a la orden del día, sabiendo que para ello habrá que arrebatarles el control de la economía, la política, la justicia y los medios de comunicación a la ínfima minoría que hoy gobierna por sobre las grandes mayorías.
Entendemos que emprender hoy ese camino es fortalecer la lucha que marcó el paro y movilización del 24E, las asambleas barriales, coordinadoras, luchas sectoriales y la caída de la Ley Ómnibus. Un camino que de inicio a la contraofensiva popular que ponga freno al ajuste, la entrega y pueda imponer una Asamblea Constituyente Soberana que discuta las medidas estructurales y que inicie la reconstrucción del país con el protagonismo activo de los pueblos que lo habitan.
Una Asamblea Constituyente Soberana, en el espíritu de la Constitución de 1949, que revierta con el pueblo en las calles la vigente, que nos arrebató el federalismo y dio reelección al saqueo de las riquezas comunes y la destrucción de la naturaleza.
Para esto, es necesario una amplia unidad popular para avanzar hacia un paro general de 48hs con movilización y en lo inmediato exigir un paquete de medidas de emergencia económicas, sociales y federales que planteen en primer lugar:
¡DEROGACIÓN DEL DNU Y PROTOCOLO REPRESIVO ANTICONSTITUCIONALES!
- Declarar la emergencia económica. Triplicar de manera inmediata los salarios, ayudas sociales, pensiones y jubilaciones.
- Declarar la emergencia alimentaria. Garantizar las partidas para alimentos en los comedores y merenderos. Restitución de los planes y programas sociales dados de baja por el gobierno. Congelamiento de precios de la canasta básica y medicamentos.
- No a la Liquidación del fondo del ANSES y fin de la Intervención al PAMI. Boleto sin costo en todos los medios de transporte para jubilados y pensionados en todo País.
- Cese de los despidos y reincorporación de los trabajadores en la administración pública.
- No al aumento de tarifas. Congelamiento para transporte, combustibles y demás servicios y prepagas.
- Declarar la emergencia habitacional. Regulación y tope del monto de los alquileres. Tierra para vivir y trabajar. Urgente asistencia de gobiernos provinciales e intendencias para el desendeudamiento de las familias.
- Impuesto a las grandes fortunas. Aumentos de alícuotas a los grandes monopolios, bancos y exportadoras.
- Puesta en marcha de un plan de emergencia del sistema productivo y la obra pública, promoviendo a las Pymes y unidades productivas cooperativas y sociales.
- Mercados abastecedores y puesta en marcha de empresas provinciales y municipales de alimentos/medicamentos y bienes de uso y consumo.
- Devolución del IVA y coparticipación del impuesto al cheque. Derogación del impuesto al salario ycoparticipación del llamado “impuesto país”.
- Frente al recorte de partidas a las provincias: creación y aumento de impuestos provinciales y municipales a los monopolios comerciales, industriales, agropecuarios y grandes terratenientes beneficiados y sostenedores del gobierno nacional. ¡Que ellos paguen la crisis!
- Desconocer los acuerdos con el FMI y la deuda ilegítima y fraudulenta. Que ese dinero vaya a la emergencia económica del pueblo. Cárcel a los responsables que la contrajeron.
Frente a la crisis política y su agudización, el pueblo en las calles, puede y debe constituir una salida impidiendo que los sectores de derecha impongan un recambio para seguir con el ajuste y la entrega.
Si la derecha reaccionaria pretende con DNU y una mayoría circunstancial en el parlamento, llevarse puesta la Constitución Nacional y derechos históricos conquistados para beneficio de una minoría concentrada, deberán ser los pueblos que habitan nuestro país quienes se impongan con la lucha y organización férrea y apelando a las herramientas constitucionales como la Constituyente Soberana, abrirse paso hacia la liberación nacional y social para cambiarlo todo en favor de los pueblos y la naturaleza.