En la madrugada del jueves nos despertamos con la triste noticia de que se estaba llevando adelante un desalojo con represión en los terrenos de Guernica donde al menos 1000 familias permanecían en la búsqueda de un terreno para vivir.
El día anterior muchxs nos ilusionamos con la posibilidad de una solución para todxs ellxs. Solución que fue retirada de la mesa por el Gobierno Provincial luego de que con mucho trabajo había sido aprobada por las asambleas.
Nosotrxs como miles, nos dimos cuenta de que por más que se hable de la crisis y la pandemia para los pobres que ya no tienen a donde vivir, no hay una solución real. Ni siquiera en un terreno baldío, con dueños dudosos y que deben años de impuestos…
La pandemia no nos afectó a todos por igual y los que veníamos más golpeados por la política macrista, fuimos empujados a la miseria extrema, sin poder pagar los alquileres, la comida y otras necesidades básicas. En todo el país se multiplican las tomas. Esa es la necesidad del pueblo y por eso luchamos y seguiremos luchando.
Nos queda claro que se priorizó la construcción de barrios privados y los acuerdos con los poderosos. Este es un camino de derrota por el que sólo avanzan los enemigos del pueblo.
Frente al desalojo y la reprensión, desde La Salamanca, rápidamente tomamos un papel activo en todos los territorios en los que estamos en el país y la forma de manifestar nuestro repudio y solidaridad fue discutir lo que había pasado y hacer una campaña en las redes con fotos de carteles donde expusimos nuestros sentimientos y exigencias.
Todxs nos sentimos familias de Guernica, porque somos iguales, porque no tenemos tierra para vivir o trabajar, porque somos desocupadxs o no nos alcanza para el alquiler o vivimos en la villa o amontonados en lo de algún familiar.
Estos acontecimientos nos golpean pero también nos dan la certeza que tenemos que hacernos más fuertes para seguir luchando en las calles por un rumbo popular para salir de la crisis.