LA LUCHA DEL NEUMÁTICO DESNUDA EL CORAZÓN DE LA POLÍTICA ECONÓMICA

Inflación, aumento de la tasa de ganancia de los monopolios, precarización y “dólar a medida”

La pelea por el salario y condiciones de trabajo que llevan adelante los trabajadores del SUTNA pone de relieve dos cuestiones importantes: la política de elevar la tasa de ganancia de las empresas y un Ministerio de Trabajo que se coloca del lado de las patronales a la hora de resolver conflictos duros como los que se empiezan a crear producto de una inflación que se acerca rápidamente a los tres dígitos.

En medio de una sideral suba en los precios, que se ha dado desde el comienzo de la pandemia allá por abril de 2020, se empujó la ideologización del conflicto, con origen desde las patronales, principalmente FATE y de los medios hegemónicos, los cuales enfocaron a la lucha de los trabajadores como la que produjo la suba de precios y la falta de neumáticos en el mercado, escasés que según los mismos medios, podría poner en peligro la fabricación de automóviles.

Este conflicto tiene la clara impronta de una línea de las patronales del neumático de incrementar sus ganancias. Esto se ha expresado en la continuidad, luego de 120 días, de una propuesta paritaria a la baja y la negativa a resolver 20 puntos sobre condiciones de trabajo y el punto que los trabajadores ponen de relevancia que tiene que ver con el pago de las horas de sábados, domingos y feriados como marca la ley al 200%.

Las empresas tienen una forma de trabajo de 6×2 o 7×2, trabajando seis y siete días seguidos y descansando dos, en turnos rotativos. Esto implica que los francos rara vez caen los fines de semana. Por eso el pedido de reconocer las horas de fin de semana con lo que recibirían una mejora salarial del 15%, nada imposible para estos monopolios, ya que la diferencia del aumento de los neumáticos con respecto a los salarios en los últimos años es de casi el 200% en contra del salario.

Pirelli y Bridgestone son las empresas multinacionales fabricantes de neumáticos más poderosas en el mundo. Bridgestone hizo un acuerdo de un bono a cuenta de ganancias, allá por el 2001, en medio de la crisis y con una marcada recesión y con una rebaja voluntaria del 40% en los salarios. Ese bono no se ejecutó desde aquel año y en febrero de este año la conducción del SUTNA negoció con la empresa que se cumpla ese acuerdo y la Bridgestone, que venía con ganancias fuertes, pagó un bono de $730 mil pesos para cada trabajador, suma correspondiente al acuerdo no cobrado desde 2001. Fue un acuerdo con mucha repercusión, que muestra la situación económica en alza que tienen las empresas del sector, lo que expone la conducta que toman en las discusiones paritarias 2021-22 y 2022-23, de maximizar su nivel de ganancia que se estiman por sobre el 150% en este año.

Pirelli (que no cotiza en la Bolsa local) informó una ganancia de 462 millones de dólares en el primer semestre del año. Bridgestone acumula una ganancia de 372 millones de dólares en el primer trimestre y otros 360 millones en el segundo. En el caso de FATE, sus resultados son parte del conglomerado Aluar (que sí cotiza en el mercado argentino), de Javier Madanes Quintanilla: evidencia un saldo positivo por compras y ventas de bienes y servicios de 904,5 millones de pesos y “resultados financieros”, por otros 799,6 millones.” El destape web 27/09/2022.

FATE es una empresa de capitales nacionales. Su dueño, Madanes Quintanilla, también es dueño de otra empresa, ALUAR, con posición dominante en el mercado, en este caso en el aluminio. FATE es la única que fabrica neumáticos de camiones en el país, por lo que cuenta con una posición dominante en este nicho, contra las otras empresas que tienen que importarlas. Los trabajadores de FATE denuncian que la carga salarial en la fabricación de cada neumático en esa empresa es de $1000 con lo que la incidencia del salario en el costo de neumáticos no llega al 2%. Neumáticos que si tomamos el precio al comienzo del conflicto promediaban los $30 mil para los de autos y han llegado a estar entre $60 y $70 mil en estos días. Madanes Quintanilla ha dicho que los gremios dirigidos por sindicalistas de izquierda no deberían existir y que si Crespo no reflexiona esto va a seguir así, en una clara posición amenazante y fomentando declaraciones como las de Espert sobre que hay que darles “cárcel o bala” a los que paralicen fábricas.

Puerta de FATE

Los salarios son desiguales en la industria del neumático. Hay diferencias de casi el 40% según categorías. Un armador de Pirelli cobra la hora poco más de $400 y FATE poco más de $600. Los salarios en FATE, reconocidos por su dueño, rondan los $150mil y en Pirelli los $120 mil. La canasta familiar básica supera hoy los $120 mil.

Es bueno recordar que las empresas han realizado provocaciones a la permanencia de los trabajadores en las puertas de fábrica, con espionajes, aprietes con empresas de seguridad, denuncia de bloqueos inexistentes, etc. Metodología que siempre tiene un solo objetivo, dividir a los trabajadores.

Esta situación la han padecido también los trabajadores de Lácteos Vidal, que llevan casi 50 días de conflicto y hasta han sufrido el despido de los trabajadores que se concentraban en la puerta. Con la lucha, ATILRA, el gremio que los nuclea consiguió que la justicia declare ilegales los despidos y siguen luchando en la puerta de fábrica.

Trabajadores de Lacteos Vidal

El gobierno

El otro tema es como explica el gobierno que su ministro de trabajo, luego de 120 días, 34 audiencias y varias conciliaciones obligatorias, no pudo lograr que las partes lleguen a acuerdo en el conflicto del neumático. O aún peor, en la reunión anterior pretendió cerrar a la baja la paritaria 2021-22 y el primer tramo de la 2022-23 unilateralmente junto a las empresas, desatando un nuevo paro de los trabajadores. Se explica seguramente porque las empresas presionan un acuerdo sobre importaciones y por la política de ajuste y encadenamiento al FMI y concesiones al poder real que se impuso desde la llegada de Massa a economía y que aceleró concesiones a terratenientes y monopolios agroexportadores con el “dólar soja”, que les permite a estos intentar maximizar sus ganancias a costa de la caída de los salarios, en medio de un anuncio de un casi 37% de pobreza en Argentina (17 millones de personas). Millones de pobres son trabajadores en actividad.

El mismo Massa amenazó con abrir las exportaciones, expresando que no se puede tener a la industria automotriz parada por que unos pocos no se sientan en una mesa. Y volvió a exasperarse contra los trabajadores del SUTNA en la comisión de presupuesto del Congreso, llamando a Crespo mentiroso y negando las reuniones. Los números de audiencias de negociación desmienten al ministro, que asumió justamente con la necesidad de “regular importaciones” para juntar dólares y pagar la deuda externa al FMI. Ahora Massa sacaría los dólares del BCRA para bancar las importaciones de las empresas del neumático, aceptado por el FMI.

El “cuello de botella”: el acuerdo con el FMI

El FMI impuso su rumbo y el conjunto de las clases dominantes, de dentro y fuera del gobierno, (incluyendo al llamado “poder real”) acordaron. Sectores del Frente de Todos lo justificaron aduciendo que era la forma de “ordenar la macroeconomía” que Guzmán “había dejado hecha pedazos” y eso significa “aceptar un periodo de pragmatismo”, “de medidas odiosas” (ajuste) en medio de una crisis.

Es más potente correr al Palacio Bosh de la embajada de los EEUU y posar para la foto con el embajador Mark Stanley…como la cúpula de la CGT, de la CTA liderada por Hugo Yasky y Roberto Baradel, que jugársela y apoyar a los trabajadores en lucha como los del neumático, lacteos o estatales.

Esta realidad muestra, que hace mucho que los sectores populares perdieron la capacidad para poder incidir en el rumbo del FdT y el gobierno. Entonces, el acuerdo que sentimos corporalmente que avala el ajuste y camina al ritmo del que impone el FMI y los EEUU, no lo emprenden sectores que miran a los intereses del pueblo y parten (y no se mueven) de allí, no, hablan de que “lograron tranquilidad porque ordenaron la macro” y eso es sobre una obscena transferencia del pueblo a los sectores concentrados, con el dólar soja a las agroexportadoras y la Mesa de Enlace, plata que se paga directamente con emisión, que nos vuelve a meter en un ciclo de más inflación. Las facilidades de dólares a precio oficial para importación se prioriza para los monopolios, perjudicando a miles de pymes de producción que necesitan dólares para insumos que, producto de no haber una política de sustitución de importaciones, quedan paralizadas.

Acá lo que se paga, y lo venimos diciendo hace mucho, es el encubrimiento del endeudamiento, la evasión y la fuga de capitales del macrismo y el FMI, y eso tiene un costo para el Estado que lo pagamos todos. Pensaban que “pateaban la pelota para delante”, pero la pelota viene atrás y se va haciendo una bola de nieve porque la inflación no para, pero la fuga y el chantaje del “poder real” tampoco.

La tasa de ganancia de los monopolios y la lucha de lxs trabajadorxs

Ese poder real al que se busca complacer es cada vez más fuerte e impone su impronta desde los resortes de la economía, la justicia y la política, y va por más y ya no solo no ocultan las barbaridades que harán si vuelven a tener el control del gobierno en el 2023, sino que instalan desde los medios que controlan, mensajes y provocaciones donde los “chicos malos” son los obreros o los estudiantes que luchan. Mensaje “comprado” por parte del gobierno, mientras se va viendo que son esos mismos sectores que están atrás de los grupos “paraestatales” de servicios que protagonizaron el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Una impronta de mano dura que se mostró con la “mesa judicial” contra los sindicatos opositores cuando gobernaron y hoy muestran sin tapujos tanto Rodríguez Larreta en la CABA contra los estudiantes que luchan y son perseguidos, amedrentados y criminalizados junto a padres y docentes, o como Gerardo Morales en Jujuy que con ayuda de sectores del PJ modificó la Constitución Provincial para impedir los cortes de rutas y calles, llevándose puesta la Constitución Nacional.

Por ello, la lucha de los obreros del neumático se mete brutalmente en la tasa de ganancias del puñado de empresas monopólicas y la realidad de los trabajadores golpeados por la inflación, producto entre otras cosas porque se permiten desde el gobierno esas ganancias obscenas, en particular en los alimentos y bienes de consumo masivo. Pero esa tasa de ganancias tampoco podría darse sin super explotación y precarización de millones de trabajadorxs.

Paro nacional de ATE.

Esta es una lucha que excede el campo ideológico de quienes dirigen el gremio, (que dicho sea de paso, el troskismo tiene al secretario general, pero comparte con dirigentes kirchneristas la conducción del SUTNA y son mayoría en las fábricas, aunque ahora más desencantados que antes).

El apoyo de todos a las luchas de los trabajadores por su salario, como el SUTNA, Lacteos Vidal y estatales es necesario para que triunfen. Sus logros fortalecen el frente popular para enfrentar al llamado “poder real”, los que generan más miseria y para ponerle un freno a la política económica del gobierno que los beneficia en desmedro de la mayoría de lxs trabajadores.

Es en las calles, sin ajuste, sin FMI y organizando la solidaridad con el pueblo que lucha.

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