Hablamos con Gustavo Funes Secretario General del Comunismo Revolucionario-PMLM sobre la confirmación de la no presentación de Cristina, la influencia de las elecciones provinciales que se realizaron y la coyuntura política-económica.
Vamos x la Liberación(VxL)– Cristina acaba de ratificar, una vez mas, que no va ser candidata. ¿Esto tiene que ver con los resultados de las elecciones en el interior y la avanzada de la Corte Suprema?
Se puede decir que la acción de la Corte prohibiendo las elecciones en San Juan y Tucumán es también un claro mensaje a Cristina y ha mostrado que es un instrumento poderoso de un sector del Estado, sobre todo cuando se lo deja avanzar, se le concede o se lo subestima como las candidaturas en los distritos mencionados. Pero también los resultados electorales de las provincias le daban espalda a una candidatura de Cristina. En esa disyuntiva ella optó por no presentarse, golpeando una esperanza fuerte de grandes sectores que veían en su candidatura el desafío practico a ese poder que está detrás de la Corte Suprema. Está claro que si aceptaba el clamor popular la ubicaba en una acción de liderar en una situación nueva, de crisis social y política que podía abrirse. Desde ya somos partidarios de este ultimo escenario, porque está claro que no se van a detener por mas que se les conceda, salvo que fuercen un pacto de impunidad.
VxL- ¿Esta nueva situación y los resultados de las elecciones provinciales le dan aire a la candidatura de Massa como el «mal menor»?
Los gobernadores desdoblaron las elecciones y se desacoplaron de lo nacional, eso los benefició. Eso puede tener dos lecturas, una que se pondera lo provincial sin injerencia nacional que es adversa, y otra que la crisis en esas provincias no son las de los grandes conglomerados de otros distritos claves. Desde esta coyuntura el gobierno nacional «toma aire» y se muestra competitivo y esto puede explicar los movimiento de Massa proponiendo un acuerdo de cúpulas sin PASO, ratificando el método de la «rosca» antidemocrática con la que manejan el Frente de Todos los sectores que lo hegemonizan.
VxL-¿Interesante, podrias ampliar lo de la estructura de la crisis?
– Me parece que hay un elemento importante a destacar, que es que las proyecciones que se hacen, sobre todo de los medios hegemónicos, los dominantes, no se vienen dando en esos resultados. A esto hay que sumarle algo importante, me parece que no son elecciones que trazan una proyección nacional en gran medida. No son elecciones menores, pero a la vez no son las de las grandes urbes como, por ejemplo, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza o Capital Federal. Esas todavía no se han hecho. Pero lo que sí me parece que es importante es que uno de los fenómenos que aparece es que ganan los oficialismos, salvo en el caso de Neuquén (pero eso tuvo que ver también mucho con la interna del Movimiento Popular Neuquino). Pero en general, los oficialismos provinciales han retenido la gobernación. Dentro de eso, me parece importante que el peronismo como tal, el Frente de Todos como frente electoral, han retenido las provincias que gobiernan.
VxL – ¿Por qué creés que la crisis económica no se reflejó en los resultados para esos oficialismos?
– Ahí hay que ver cómo es la estructura de la crisis.Efectivamente existe, es profunda y golpea centralmente a los sectores asalariados. Y hay que analizar cómo se da esa crisis en las provincias en las que hubo elecciones y cómo en las provincias más grandes que mencionaba antes. Eso me parece que es un elemento también a poner arriba de la mesa, centralmente por una cuestión: la estructura de la crisis que atraviesa la Argentina tiene una característica y es que es una crisis inflacionaria que puede llegar a dos dígitos el mes que viene (algunos países ya la llaman hiperinflación) donde se ensancha la brecha y las diferencias sociales, y arremete en la puja de la distancia entre el salario o el poder adquisitivo y los productos o los bienes y servicios. Entonces esa división que existe que está regida por la inflación, pero no está atravesada a la vez por una fractura en la cuestión social.
VxL- ¿y cómo se explica eso?
– Porque no se juntan dos elementos que son centrales, que han dado el paso y el pie al estallido social en el pasado, que es una política altamente inflacionaria junto con una política de destrucción de la industria de caida del crecimiento y por ende elevada desocupación. El «coctel», inflación mas desocupación es explosivo. Eso no se está dando ahora, por lo menos no en las características ya conocidas por nosotros. Lo que sí se da es un escenario de alta inflación, trabajo altamente precarizado y mal pago. Esa es la característica que tienen los sectores asalariados que vienen de la experiencia de alta desocupación, alta inflación y precarización. Hay una desocupación que todavía no llega al 10%, con lo cual es una desocupación relativamente baja. A la vez el mercado laboral es altamente precarizado, con casi el 50% de los trabajadores fuera de convenio. En pocas palabras, lo distintivo de esta crisis es que se atraviesa con trabajo, para decirlo de alguna manera. Me parece que eso también hay que ponerlo y está arriba de la mesa en análisis de estas elecciones provinciales. Vamos a ver cuánto incide eso en la elección en esas grandes urbes que decíamos al principio.
VxL- ¿Creés que el recuerdo de esas crisis del pasado, las que mencionás que eran crisis económicas sumadas al desempleo juegan en la cabeza de los votantes?
– Claro. Porque el que tiene trabajo, si bien no le alcanza el salario, o directamente está mal pago, precarizado, fuera del convenio, va viendo que lo que se propone de las opciones de la oposición, por un lado las que ya gobernaron y por otro lado los inventos fascistas como Milei, proponen mayor flexibilización, eliminar conquistas que son muy sensibles para una parte grande del movimiento obrero. Proponen políticas que van a llevar a la destrucción del mercado interno, con lo cual van a traer una franja de desocupación muy elevada. Entonces, hay toda una parte que, cuando tiene que terminar de cerrar su círculo de análisis en cuanto a las opciones y la oferta desde el punto de vista electoral, elige el mal menor, para decirlo de alguna manera. Elige tener trabajo mal pago, que se pueda seguir peleando, pero dentro de todo hay sumas fijas, paritarias y una relativa estabilidad desde el punto de vista del trabajo. Esto último se va a ver complicado con las proyecciones de la política del Fondo Monetario, ya que este año no vamos a crecer y el año que viene tampoco. Pero hay una proyección que se hace que sí da una leve esperanza o estabilidad desde el punto de vista político o electoral a la hora de votar.
VxL- ¿Qué pensás que puede pasar con el fenómeno Milei en las elecciones en las provincias más grandes?
– Bueno, es un fenómeno que puede aparecer en esas grandes urbes. Hasta el momento no es un fenómeno que haya calado, por lo menos en estas elecciones del interior y eso también me parece que es un elemento de análisis para tener en cuenta. Hay dos perdedores en las elecciones. Uno es Juntos por el Cambio, que termina segundo en todos los escenarios, salvo Jujuy, donde ya venía gobernando. Y el otro es Milei, que viene saliendo tercero y que en casi todos los casos no llega a los 10 puntos. Y después hay una construcción que me parece que viene alimentada por un sector importante de la clase dominante de ir a un gran acuerdo nacional. Pero tienen que poner sobre la mesa al enano fascista, tienen que poner sobre la mesa al temor creciente del fascismo encarnado en una derecha financiera, reaccionaria, neoliberal. Eso se enfrenta al otro sector de las clases dominantes que pugna por un acuerdo que tenga un eje en propuestas de tipo «desarrollista». Esta alternativa puede funcionar en el caso hipotético de un avance muy grande del fascismo, que insisto todavía no se ha dado, más allá de los medios hegemónicos y algunas encuestas.
VxL- ¿Sería un gran acuerdo frente al fascismo pero atendiendo a los cambios en cuanto al nuevo orden mundial?
– Exacto. Es un gran acuerdo que está lanzado, se está empezando a trabajar en eso. Y se ve estimulado con ejemplos como el de Lula en Brasil, que pactó con los sectores más fuerte de la economía brasileña y con sectores de la derecha y se profundizó su vinculo con el BRIC, profundizando la crisis del dólar como moneda de transacción y de ahorro en el plano internacional, abriendo a otras monedas como el Yuan chino, Rublo y el propio Real brasileño. Puso a Dilma Rousseff como presidenta del banco del BRICS, pero no rompe con Estados Unidos. Y ese puede ser un modelo que algunos dicen que efectivamente se puede agarrar en el país. Hacer un acuerdo con el centro gravitante corrido de EEUU pero sin romper. ¿Y eso Por qué? Porque se necesita tiempo también para cambiar la hegemonía a nivel mundial. Eso todavía está en disputa. Entonces, me parece que eso es lo que también se muestra, o muestran algunos sectores.
VxL- ¿y qué rol deben jugar los sectores revolucionarios del pueblo en esta situación?
Dentro del llamado «campo del pueblo», que no es inmóvil, ni hace solo a cuestiones de clases, sino a la disputa política, hay sectores populares, antiimperialistas, de burguesía nacional, sectores independientes, de burguesía intermediaria y agentes de los monopolios. Estos últimos están en esta vereda porque hay enemigos mas poderosos, los «dueños del poder» concentrado que controlan la justicia, tienen el poder político que tienen y controlan las palancas económicas centrales del país, pero eso puede cambiar como vemos en el presente. ¿Cómo nos paramos ahí, qué propuesta tenemos, cómo vamos trabajando? Bueno, eso está en el centro del debate en este periodo. Desde ya la táctica electoral nos tiene que ubicar en esa disputa de las grandes masas populares y por la construcción de poder popular ques e pueda imponer en el «amplio campo popular».
En ese sentido, Cristina habla de plan de gobierno, el otro día Máximo, en el cierre del Congreso del PJ,hablaba de «partitura», o sea el programa. Bueno, nosotros tenemos en el MPL un programa que es antiimperialista, democrático y anti terrateniente. A la vez compartimos un programa más amplio, que es el de Soberanxs, que es el Plan de la Patria, que recoge básicamente la estructura fundamental de lo que fue el primer peronismo y la base en la constitución de 1949. Ahora, nosotros consideramos que para llegar a eso -hoy por hoy esas medidas son revolucionarias-, el pueblo tiene que luchar, y en estas elecciones pugnaremos por darlo a conocer en todo el país.
VxL- ¿Luchar con qué objetivo?
– Luchar centralmente para poder desarmar el consenso entre los sectores dominantes de que el único camino para conseguir o para reclamar o para tratar de cambiar algo es la vía institucional, la vía del diálogo.Resulta que lo que hemos comprobado dolorosamente es que por esa vía hemos llegado a donde estamos. Entonces necesariamente hay que, en defensa propia desde el punto de vista del pueblo,transitar mucho más y romper ese consenso que se trata de imponer. No somos enemigos de las instituciones, pero muchas veces son utilizadas por los sectores que hegemonizan el Estado para sus intereses y la mayoria de las veces van contra el pueblo. El movimiento obrero no puede abandonar la huelga para poder hacerse escuchar frente a una política que le va calando cada vez más desde el punto de vista de la inflación sus salarios. Los trabajadores deben luchar para poder impulsar el camino para poder terminar con la precarización y poder imponer que se respeten los convenios, que todos los trabajadores estén en blanco, etcétera. Entonces, frente a la situación que se plantea, es preciso que el pueblo se encuentre, que los sectores populares se encuentren en las calles, se encuentren en la lucha y coordinen desde ahí un programa soberano. Cualquiera sea el gobierno que venga. Sobre todo frente a los gobiernos que vienen a plantear la reacción como programa central, terminando de cercenar una cantidad de conquistas y derechos de los trabajadores y del pueblo. Pero así también como si ganara algún candidato del Frente de Todos. El transitar las calles, no abandonarlas, la unidad en las calles es fundamental para los cambios que se tengan que producir y que se deberán producir.
Nosotros tenemos que tratar de abrirnos paso, disputar en esos terrenos del campo popular, para poder poner en marcha a una gran cantidad de sectores y ganar a la inmensa mayoría del pueblo para que sea protagonista de los cambios, que no son otros que cambios revolucionarios y emancipadores por la profundidad de la crisis en la que hemos caído.
En ese sentido nosotros planteamos un camino, que es un camino de lucha, que es un camino revolucionario, y tenemos un programa que es emancipador, antiimperialista, popular y soberano.