Ganó Nicolas Maduro con el 51.2% de los votos
UNIDAD DEL PUEBLO PARA DERROTAR A LOS GOLPISTAS Y DESESTABILIZADORES
Luego del resultado electoral dado a conocer por la Comisión Nacional Electoral, donde el Gran Polo Patriótico que encabezó Nicolás Maduro se impuso por el 51,2% sobre el candidato de la ultraderecha, González Urrutia, acompañado por Corina Machado con el 44%, se puso en marcha el plan acordado entre la oposición y los gobiernos alineados con EEUU para instalar el fraude y llevar adelante un plan desestabilizador con apoyo de masas con el objetivo de lograr la intromisión en la vida política en el hermano país bolivariano.
Mientras se espera el conteo final y las actas por parte de la CEN, la oposición que reclama, aún no entregó ni mostró las actas en su poder y actúa como si estuviera fuera del problema, mientras mantiene dos representantes en la CNE.
Entendemos que no es posible analizar el proceso y el resultado electoral en aquel país soslayando la monumental campaña mediática dominante en el orden regional y mundial ubicando a Maduro como un cruel y sanguinario dictador (más cruel o igual que Hitler) y a Venezuela cómo una gigantesca “cárcel a cielo abierto”.
Esto se repitió hasta el hartazgo, llevando a un nivel más bajo el sistema democrático, ya que instalaron caprichosamente que “si ganaba el bloque opositor sería un resultado democrático en una elección histórica”, pero, por el contrario, si ganaba el oficialismo “sería con un fraude escandaloso”. Esto estuvo preparado de antemano, y así fue.
El contexto dominante tiene una clara línea divisoria entre la ultraderecha local, el imperialismo yanqui y sus aliados, por un lado, y los intereses populares y gobierno por el otro.
Esto tiñó todo el proceso hacia las elecciones y la situación de crisis política y social que recorre por estas horas Venezuela con directa implicancia en la región.
Los principales dirigentes que hoy en Venezuela encabezan el clamor por “libertad y democracia”, fueron parte del gobierno de Carlos Andrés Pérez (CAP) quienes azotaron al pueblo con las políticas neoliberales de ajuste brutal acordadas con el FMI y el Banco Mundial que derivó en el histórico “Caracazo” de febrero de 1989. Una pueblada que abrió un proceso, que si bien, terminaría posteriormente con aquel gobierno, le costaría al pueblo más de 3000 muertos con cientos de heridos y detenidos. Entender estos acontecimientos son fundamentales para conocer el surgimiento de la corriente encabezada por Hugo Chávez en Venezuela.
Pero aquellos neoliberales de ayer, son los mismos que planificaron los diversos intentos golpistas durante el gobierno del presidente Chávez como el de Nicolás Maduro en todos estos años, llegando a instalar un gobierno paralelo con el esbirro Juan Guaidó como presidente interino, apadrinado abiertamente por EEUU a quien reconocía como “legítimo presidente” al igual que el presidente Mauricio Macri en nuestro país.
Pero no están solo aquellos oligarcas venezolanos, sino que son acompañados en nuestro país por personajes nefastos como Milei, Macri o Bullrich que se creen con derecho de exigir “trasparencia” y “libertad” mientras el actual presidente comparte foros con Jaír Bolsonaro (ex presidente de Brasil) que mandó a encarcelar a Lula, favorito para ganar las elecciones en Brasil; o Macri y Bullrich acusados de promover y mandar armas para el golpe de estado que derrocó a Evo Morales en Bolivia en el 2019. ¿De dónde saca autoridad Milei para agredir a Maduro, mientras apoya al Estado sionista de Israel en su genocidio sobre Palestina?, ¿Acaso no es una clara intromisión la presencia de funcionarios de su gobierno incitando y cantando contra Maduro el domingo 28 en la puerta de la embajada de Venezuela en Argentina?
¿No es una proclama golpista llamar a las FFAA a levantarse contra el gobierno de Venezuela, como escribió Mauricio Macri en las redes?
El problema no es Maduro, sino la consolidación de las mismas políticas de ajuste, hambre, pobreza y entrega que aplica Milei en nuestro país, rebajando la democracia que tanto nos costó conseguir.
El plan es someter a Venezuela para cerrar un ciclo y controlar los recursos naturales como sostuvo la jefa del Comando Sur de los EEUU, Laura Richardson tiempo atrás.
Por eso estamos en la misma vereda del gobierno de Venezuela frente a los intentos desestabilizadores a la vez que luchamos por una democracia plena y la liberación en toda la región, garantizada por la necesaria unidad de los pueblos de la Indoamérica para derrotar a la oligarquía y el Imperialismo.
Exigimos que se respete a Venezuela como país soberano. Solo su pueblo tiene el derecho a resolver sus acuciante situación económica, social y política, acosado por el bloqueo económico impuesto por EEUU y sus aliados, con millones de migrantes, así como defenderse de la ultraderecha que se monta en esta situación para imponer la desestabilización, un golpe de estado o guerra civil que los lleve nuevamente al poder.