Con ayuda de sus lacayxs.
Los datos de la inflación del mes de marzo anunciados por el INDEC (7,7%) siguen ratificando un camino en franco declive donde los índices se consolidan, golpeando los bolsillos de la inmensa mayoría del pueblo.
El modelo acordado con el FMI es inflacionario y de sometimiento, a la medida de aquellos (en particular EEUU) que van tras nuestros recursos naturales utilizando el chantaje de una deuda y sus intereses ilegales e impagables.
El informe del staff del FMI sobre la cuarta revisión de la economía de nuestro país no deja dudas que estamos frente a una trampa mortal dejada por el gobierno de Juntos por el Cambio y aceptada por Alberto Fernández y lxs legisladorxs que lo votaron.
El ajuste que señala para estos tres meses venideros es feroz, cabalgando sobre la actual realidad de aumento de la pobreza. Ahora este organismo hegemonizado por EEUU exige para nuevos desembolsos, “achicar el déficit” y cumplir con las reservas en el Banco Central para pagar los intereses y capital este año.
“Sobre llovido, mojados”
Pero si algo faltaba, ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de empeorar sus proyecciones de inflación y de crecimiento económico este año para la Argentina: estimó que la suba de precios será en 2023 de 88% (antes 60%) y que el PBI terminará este año con una muy leve mejora del 0,2%, según publicó en el último informe de “Perspectivas Económicas Mundiales”. De la misma manera se había expresado el Banco Mundial en cuanto al nulo crecimiento para este año.
La recesión en ciernes es el ancla objetiva a la que apuesta el FMI para contener la disparada de la inflación. Pero el peligro es latente en cuanto a un escenario de “estanflación” es decir, una recesión que convivirá con altos niveles de inflación. Este escenario golpeará al empleo, los salarios y profundizará la pobreza.
Frente a esta realidad, el gobierno busca paliativos como la medida justa de exceptuar del pago de ganancias los adicionales salariales lo que representará un aumento de bolsillo de entre 7 y 16% para 600 mil trabajadores (pero recordemos que lxs trabajadorxs activxs en el país son mas de 12 millones de personas de las cuales casi el 40% son precarizados). Está claro que esta medida no alcanzará a la gran mayoría ya que aun sumando los adicionales están muy por debajo de los 404.000 pesos que es el limite para empezar a tributar ganancias.
La cruda realidad
El empeoramiento de las condiciones quedó cristalizado en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA realizado a finales de marzo. El consenso de los analistas consultados estimó que el Producto Bruto Interno (PBI) mermará 0,9% en el primer trimestre respecto al último de 2022, 1,8% en el segundo y 0,3% en el tercero. Para todo 2023 se espera que la economía sufra una caída de 2,7% acumulada, lo que interrumpiría dos años consecutivos de crecimiento.
El INDEC publicó los datos de la pobreza para el segundo semestre de 2022. Según el instituto, el porcentaje de pobres en Argentina subió un 1,9%, alcanzando al 39,2% y la indigencia al 8,1% del total de la población. Es decir, en el año 2022, 18 millones de argentinxs terminaron debajo de la línea de pobreza. De ellos, el 54% son personas de entre 0 y 14 años. Más de la mitad de las infancias argentinas son pobres.
Por primera vez en los últimos 20 años, se observó un incremento en la pobreza a pesar de que haya aumentado el PIB per-cápita. En otras palabras, el aumento del nivel de actividad económica (y con ello del nivel de empleo) dejó de ser condición suficiente para que la tasa de pobreza se reduzca”.
A la horca del FMI
Si bien el FMI flexibilizó las metas de reservas, mantuvo las dos más importantes: déficit de 1,9% y emisión de 0,6% del PBI.
Esto traducido explican las exigencias que impone en su cuarta revisión, a saber: terminar con los subsidios a la energía y transporte; recortar 400 mil planes sociales “Potenciar Trabajo” y “licuar” el 50% (aprox) de la moratoria previsional que abarca a 800 mil personas.
El gobierno fue a Washington con la intención de “moderar la punta del lápiz rojo», pero volvió con “uno de trazo grueso».
Antes había tomado una medida claramente en esa dirección cuando desde el Ministerio de Economía se mandó a que los trabajadores ganen menos para de esa forma licuar su gasto en prestaciones sociales. Así fue como a través del Consejo del Salario Mínimo que integran empresarios y sindicalistas con la articulación del Ministerio de Trabajo, se convalidó el pedido de hacienda, de una actualización salarial a la baja. De esta forma se puede graficar como ese «1,9% de déficit” que exige el FMI, pega directamente en cada bolsillo. El otro “adelantamiento” fueron los aumentos en los servicios, prepagas y medicamentos para este mes.
Las proyecciones de Massa fracasaron a principios del año cuando naufragaron las medidas como “precios justos” y el “espectáculo efímero del control de precios”. Los aumentos sobre los alimentos y bienes y servicios arrasaron con aquella predicción de que “la inflación para el mes de abril empezaría con 3”.
Entonces, “ventajita Massa” echó mano a la caja del ANSES (del Fondo de Garantías de Sustentabilidad en dólares) para “parar la corrida del dólar” y garantizar los verdes para el FMI (contó con el “siga…siga” de la camporista Fernanda Raverta titular de la ANSES) y el aumento a la baja del SMVM que durante el primer semestre del año será del 34% contra una inflación que se estima superará el 40%.
Premios y devaluaciones
El gobierno anunció una nueva versión del “dólar soja” pero ahora mas extensivo en la actividad agropecuaria, alcanzando a otros productos del sector con el objetivo de asegurarse una fuerte liquidación de divisas mediante las exportaciones.
Siempre dijimos que esta es una lisa y llana devaluación dirigida, VIP o encubierta, donde se benefician a aquellos sectores que están detrás de los aumentos de precios y escasez de los alimentos.
Esta medida, como las anteriores implica un costo fiscal respaldado por la acción de bonos en pesos ajustables del Tesoro Nacional. El mismo fue de 407.150 millones de pesos en septiembre de 2022; de $ 189.240 millones en diciembre de 2022, y rondará los $ 420.000 millones en la tercera versión, si se venden unos 6 mil millones de dólares. En total, la saga del dólar agro suma una deuda de $ 1.016.390 millones, equivalente a 3400 millones de dólares.
“Esa mayor deuda pública avala la devaluación puntual, temporaria. Pero además, por el grado de concentración de la tierra y de las firmas acopiadoras y distribuidoras, implica un nuevo impulso inflacionario para mayor flagelo de la población y, con esa mayor suba de los precios de los alimentos, acrecienta la pobreza y la indigencia”.
“Para tener una idea de la magnitud del gasto, en la ley 27.701 de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2023, se estima que el total de las transferencias a familias suman 3.140.249 millones de pesos. Es decir, el subsidio a un puñado de exportadores equivale a más del 30% del total de subsidios a las familias, incluyendo AUH, AUE, Potenciar Trabajo, Becas Progresar, Asignaciones familiares, pensiones no contributivas, etc”. (Horacio Rovelli- Ex director de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía y Finanzas. Integrante de Soberanxs).
Hablemos de riqueza
El empeoramiento de la estructura social arroja una pérdida de participación de 10,6 puntos entre el primer trimestre de 2016 y el tercer trimestre de 2022. Esa perdida equivale a 87.000 millones de dólares transferidos de los trabajadores hacia los empresarios.
Toda la intolerable situación de lxs trabajadorxs tiene su reverso, y son aquellos que desde la pandemia hasta la actualidad han crecido patrimonialmente a expensas del sometimiento del pueblo trabajador. Hay que retomar el punto de qué pasó con las reservas del Banco Central cuando desde el Gobierno Nacional se impulsaba el “crecimiento de la economía” tras la pandemia. En los años 2021 y 2022 a pesar de los ingresos de dólares por encima de la media, debido en gran parte a las exportaciones del sector agro, la mayor fracción de esas ganancias fueron absorbidas por las grandes empresas, muchas de ellas de capital extranjero, para saldar sus deudas y capitalizarse con importación de maquinaria, insumos, etc.
Ahora, esa misma asistencia a empresas y grupos económicos, también expuso lo imposible de sostener el nivel de actividad porque los dólares de la reserva se evaporaron, a lo cual se le debía sumar la carga de la deuda externa en moneda extranjera. Todo ello mientras la pérdida salarial, tanto de los trabajadores registrados con paritarias a la baja, como de aquellos no registradas víctimas de un alto nivel de precarización, se agravaba.
Por ejemplo, el costo laboral presentado en los balances de empresas lideres como Ledesma, Aluar, Molinos Río de la Plata y Arcor, se reduce a 16,7% en los últimos datos que se conocieron en 2022 (parciales) en relación con el mismo período de 2021, donde el guarismo alcanza 17,8%. La variación de ventas se mueve por encima de la variación del costo salarial, ilustrando la transferencia de ingresos derivada de tal proceso.
Según el INDEC, en el tercer trimestre de 2022, la brecha de ingresos promedio entre el 10% de la población con ingresos más elevados y el 10% con ingresos más bajos fue de 29,4 veces. El 20% más rico obtuvo el 48,1% de los ingresos, mientras que el restante 80% de la población obtuvo el 51,9%, donde las mujeres se llevan la peor parte.
El analista político y director consultora “Equis”, Artemio López, se pregunta con razón “¿Qué resulta de extraño observar 39,2 % de pobres donde el mercado de trabajo remuneraba en promedio – al 13 de marzo de 2023- con ingresos formales públicos y privados- por debajo de la línea de pobreza a los trabajadores ocupados plenos?”.
“¿Qué de raro tiene un 39,2% de pobreza general donde el sueldo mínimo vital y móvil recién a partir de junio será de 87.987 pesos, así como las jubilaciones mínimas con los bonos adicionales se ubican hoy en torno a los 73.665 pesos mensuales y cubren apenas poco más del 50% de la Canasta Básica Ampliada de pobreza?”.
“¿Qué de inesperado supone un 39,2% de pobreza en un país donde el 10% más rico acapara el 31,3% del ingreso total y el 50% más pobre apenas accede al 21,5%?”.
Elecciones nacionales: cuando la economía manda
La política manda en el armado de las listas y las propuestas, pero la economía es determinante en ultima instancia en los resultados electorales, y este es el “karma” que persigue al gobierno nacional y provinciales. Nadie escapa a esta máxima.
En este sentido, el oficialismo del Frente de Todos, “arranca con menos 10” ya que pone en juego la gestión y los resultados están a la vista. La derechización del gobierno y las consecuencias del acuerdo con el FMI se llevó puesto y dejó en el aire conquistas y reconquistas logradas luego del macrismo y la pandemia. Los que ganan claramente son los dueños del poder pero esos votan otras opciones como las de Juntos por el Cambio o Macri, Bullrich o Milei que proponen “dinamitar todo” o “una parte” (claro, ellos se tienen que salvar).
Pero, entre otras cosas, las elecciones de Neuquén mostraron que se gana desde discursos que atienden las urgencias populares, pero en este caso este candidato, Figueroa, tuvo que decirlo desde la vereda del frente del oficialismo que el ocupaba hasta hace poco (ver nota). A diferencia del Frente de Todos a nivel nacional, la gestión va a mandar y no habrá mucho margen para mostrar otra voluntad cuando se tuvo la oportunidad y se optó por el camino trillado donde mandan el reducido núcleo de los “dueños del poder”.
¿Como se dará vuelta la bronca y la desesperanza que se mastica por abajo? Con tres dígitos de inflación anual y frases recurrentes como “la guita no alcanza”, “nos corren el arco”, “vivimos al día”. “Esto no es peronismo” afirman dirigentes peronistas, y tienen razón, mirando a los orígenes del peronismo y sus objetivos históricos. Eso lo sabíamos cuando Cristina eligió a Alberto Fernández y luego sostuvieron a Sergio Massa, pero se esperaba que la lucha por el rumbo iba a estar mas peleada dentro del Frente de Todos, y allí estuvimos dándola, pero los actores de peso “dejaron pasar la sortija” con argumentos recurrentes para la ocasión. los mismos que esgrimieron cuando aprobaron el acuerdo con el FMI que nos trajo hasta este abismo.
La táctica, a esta altura, no puede ser otra que tratar de que no avance la peor versión de la derecha reaccionaria, esa que se aglutina en la vereda del frente y viene por todo con dinamita o sin ella pero con la fuerza de haberse fortalecido con el gobierno de Fernández, Massa y el FMI. Se equivocan y son funcionales aquellos que solo hablan de los “halcones” como el peligro de la oposición, describiendo a “las palomas” como una “derecha democrática” ocultado que van a aplicar las mismas recetas económicas pero con mas anestesia mientras reivindican a la Corte Suprema o a empresarios genocidas como Pedro Blaquier de Ledesma.
Elecciones y geopolítica
La disputa es muy dura donde los cambios en el mundo inciden directamente en los reagrupamientos políticos interno de los países. La interna que va estallando en Juntos por el Cambio, donde también mete la cola Milei que propone una PASO en otra alianza a Patricia Bullrich, expresa los cambios que se avecinan en EEUU donde la sombra de Trump sobrevuela los cielos hacia las lecciones presidenciales del año entrante, mientras la crisis y la guerra en Ucrania (que parece empantanada) golpea de lleno al gobierno de Biden, mientras el imperialismo chino y ruso sellan su alianza liderando los cambios históricos donde el dólar va perdiendo terreno como moneda de transacción y ahorro internacional entre Estados, frente al Yuan chino. Nuevos bloques surgen liderados por China como emergente frente a EEUU que está arrastrando a una nueva crisis a sus aliados europeos donde la lucha social hace estallar países como Francia que ya busca nuevos rumbos antes que sea demasiado tarde.
Frente a esta realidad, EEUU apura el paso en el país e incide en la interna política utilizando el acuerdo con Alberto Fernández y Massa a través del FMI, y deberá impedir que se consolide el operativo clamor para que Cristina acepte ser candidata dando vitalidad y liderando la opción mayoritaria del campo popular, ya que podría terminar de desbalancear la región haciendo ingresar al país a la alianza de los BRICS (alianza comercial y política entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), quienes acordaron adoptar también el yuan (moneda china) para contrarrestar el dólar en las transacciones internacionales. Pero también se consolidaría la presencia de China en futuras inversiones que hoy trata de parar como la cuarta central nuclear o la explotación de litio y el puerto multipropósito en Tierra del Fuego, entrada a la Antártida frente a Malvinas.
Por eso, es justa la lucha para que se anule el acuerdo con el FMI, ya que opera como una traba directa que utiliza EEUU para dividirnos y someternos en un mundo que va siendo protagonista de la perdida de su hegemonía.
Los nuevos reagrupamientos son liderados por potencias imperialistas, pero a la ves se tienen que mostrar como democráticos y “amigos de los pueblos”, introduciendo el concepto de “multipolaridad”, cuando en realidad es la presencia de nuevos bloques que disputan entre si como señalara de manera brillante Vladimir Lenin en su obra“El imperialismo fase superior del capitalismo” (ver nota). Pero esta realidad encierra numerosas contradicciones que las fuerzas populares y antiimperialistas deberemos aprovechar si no nos comemos el “caramelo” de que son “imperialistas buenos”, olvidando aquellas palabras de gran vigencia del comandante “Che” Guevara en cuanto a que “no se puede confiar en el imperialismo ni tantito así, nada”.
“No confiar” no quiere decir no aprovechar las ventajas que da la agudización de la disputa entre los bloques imperialistas, todo lo contrario, saber aprovecharlas desde la independencia estratégica, da sin lugar a duda ganancias en el terreno de la táctica política, ya que sabemos y mucho lo que significa en la historia cerrarle la puerta a un imperialismo y abrírsela a otros. “no se trata de cambiar de collar, sino de dejar de ser perro”. No se trata de cambiar la dependencia, sino de ser soberanxs!
Si nos planteamos emprender ese rumbo como país, sabemos que en una primera etapa seguiremos transitando una transición dual donde necesitaremos seguir exportando materias primas para hacernos de divisas que necesitaremos para empezar a poner en marcha un desarrollo industrial y agropecuario independiente, así como seguir importando manufactura para la industria y el comercio, pero desde un enfoque distinto, con otra matriz, donde el Estado controlará las exportaciones y la banca. Un transito que deberá estar signado por la sustitución y el mercado interno, abandonando, de esta manera y progresivamente, la dependencia del dólar u otra “moneda fuerte”.
Estos objetivos tendrán que entender las potencias y monopolios imperialistas si quieren comerciar con nuestro país. No nos cerramos, pero las reglas las ponemos en función del desarrollo soberano y de allí no nos apartamos. “Al imperialismo no lo queremos, pero no le tememos”.
Trabajamos para poner en marcha un reagrupamiento que exprese un programa soberano que tratará de aportar a una opción que derrote a la derecha reaccionaria y fascista en estas elecciones. Si se logra, el gobierno de Alberto Fernández habrá sido una dura transición y si se imponen los sectores enemigos, esa transición habrá sido un gran instrumento de la derrota popular y deberemos preparar muy bien la resistencia.
Desde el MPL, La Salamanca e Insurrecta somos parte de Soberanxs en regionales como Tierra del Fuego y Córdoba, así como Movemos en CABA, donde buscamos integrar esas opciones políticas con la lucha popular que se hace presente contra la pobreza y el FMI como la ultima jornada nacional unitaria entre decenas de organizaciones sociales, sindicales y políticas ganaron las calles, entre ellas La Salamanca que desplegó su presencia en muchas regionales del país.
La lucha y el paro contra los 48 despidos en el monopolio Clarín que no acata la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, colocándose una vez mas por encima de las instituciones y las leyes. La de los trabajadores del Astillero Tandanor, de los docentes universitarios de la CONADUH y las organizaciones sociales y territoriales, muestran que hay voluntad de lucha entre lxs trabajadorxs que no aceptan el ajuste del FMI, el atropello patronal y la precarización laboral.
Entrelazar la lucha por las urgencias populares, con la anulación del acuerdo con el FMI y poner en marcha las opciones electorales con un programa soberano, es la tarea que nos planteamos llevar adelante en el actual periodo político.