Con 200 votos a favor, 22 en contra y 16 abstenciones aprobó la Ley de etiquetado frontal.
Se partió el bloque de Juntos por el Cambio, donde la mayoría votó por la aprobación. De los que se opusieron fueron todos de ese bloque juntándose “palomas y halcones” tanto los legisladores vinculados a Larreta como a Macri. En definitiva fueron el mascaron de los intereses monopólicos que trataron que fracasara.
Esta vez no pudieron los monopolios de la alimentación salirse con la suya en esta batalla de gran importancia que hace a la salud de la población.
No pudieron a pesar del monumental lobby que hicieron donde fracasaron varias sesiones en diputados con el peligro de perder “estado parlamentario”. No pudieron!
La lucha de las organizaciones y dirigentes que vienen luchando y denunciando la desastrosa alimentación de la población, pero en particular los sectores más pobres. La aprobación de esta ley muestra un salto en la conciencia de grandes sectores de la población y muchxs dirigentes.
Se pudo también ganarle a las falsas polaridades que se pretendió instalar argumentando que “la necesidad de alimentarse está por encima de la calidad de los alimentos”. Dicho de otra manera que los pobres coman mierda!
Argumentos no solo xenófobos sino que solo benefician a las empresas de fabricación masiva de alimentos.
Ahora vendrá la lucha para su pronta implementación y control de su cumplimiento efectivo.
La lucha por una alimentación saludable va unida a la lucha por la soberanía alimentaria y el cuidado del medioambiente. Va unida a la lucha contra los agro negocios contaminantes.
Va unida a la lucha por una producción de alimentos pensada en la salud de las grandes mayorías y las futuras generaciones.
Estos paso son grandes mirados en una perspectiva de liberación.
Sin dudas la salud pública se impuso por sobre los intereses concentrados de las empresas.
Corresponsal