Comunicado
Desde el domingo a la noche luego de conocerse los resultados electorales se desató una ola de movilizaciones que fueron creciendo, con decenas de miles de personas que denuncian fraude, organizada por la oposición de derecha, aprovechando el legítimo sentimiento de una parte del pueblo que desacuerda con el gobierno, sobre todo en la capital y grandes ciudades del interior donde triunfó la derecha o la diferencia fue más ajustada, pero donde la oposición instaló que ese resultado fue abrumador en todo el país con números que solo hacen publico ellos.
Entendemos que, en un proceso, de avances y retrocesos de la política económica y social que lleva adelante el gobierno de Maduro, lo central y que interesa a la embajada EEUU es que se ha impedido que la ultraderecha en acuerdo con EEUU, lograra instalar una base militar en el hermano país para avanzar en la disputa con sus rivales China y Rusia por el control del petróleo y otros recursos naturales en la región.
Es necesario que la CEN (Comisión Nacional Electoral), dé a conocer los resultados de los distritos para desarmar está ofensiva y llevar certezas y tranquilidad a los hogares populares cesando la represión y el enfrentamiento entre hermanos y hermanas venezolanos.
Ya se cuentan muertos y cientos de detenidos y heridos. Entendemos que este es el mejor escenario para restringir más las libertades democráticas y favorecer el accionar de la ultraderecha que solo busca desestabilizar aislando al gobierno en el plano internacional, llevando nuevas divisiones en el plano interno.
La unidad del pueblo no se puede imponer con mano de hierro y menos democracia, sino con certezas, reconstruyendo la esperanza sobre la base de una política económica de desarrollo independiente y soberano, que abandone la dolarización en la economía, fortalezca la democracia, vuelvan los millones de ciudadanxs que abandonaron el país y pueda unir al pueblo para romper el bloqueo y aislar a la ultraderecha que acecha.
Entendemos que para desarrollar estos objetivos es crucial el respeto a la voluntad popular y la no injerencia en los asuntos internos de Venezuela por parte la OEA y otros Estados -como el argentino- que estuvieron manchados de sangre en el golpe de estado a Evo Morales en el 2019 y otros oscuros acontecimientos motorizados por la ultraderecha que atentaron contra las libertades democráticas en la región.