2 de abril de 2024, Malvinas la lucha no termina

Una política de saqueo y despojo

Sin dudas el gobierno de Javier Milei representa en términos generales el despojo y el desprecio por lo nuestro que incluye un salto en la entrega de nuestro territorio, Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur. Tierras usurpadas y ocupadas por la corona británica hace 191 años (3 de enero de 1833).

Decimos un salto porque el Reino Unido ha reforzado su presencia en las islas, una verdadera base de la OTAN en el Atlántico Sur con más tropas y maquinaria de guerra. Pero no solo eso, en los últimos días luego de la visita del canciller británico David Cameron a Malvinas, el Comisionado de las Georgias y Sandwich de Sur, actuando “en nombre de su majestad”, estableció restricciones totales a la navegación y pesca sobre casi 170.000km2 adicionales del Mar Austral.

Antecedente colonial #1

Esta nueva ofensiva da continuidad a la ya establecida en el año 2012 cuando unilateralmente decidieron crear una AMP (Área Marina Protegida) de más de un millón de kilómetros cuadrados.

Las AMP, son porciones de espacios marítimos sobre los cuales se dictan medidas especiales de restricción a las actividades de tipo extractivo como la pesca o la exploración petrolera y a cualquier otra que ponga en riesgo el ecosistema marino con el consecuente perjuicio para los recursos vivos. Existen dos tipos de restricciones. Parciales, que imponen por ejemplo un control sobre la actividad pesquera, y totales, que impiden lisa y llanamente cualquier actividad en un área determinada. “Londres acaba de avanzar en este sentido”, advierte la Liga Naval Argentina (LNA)

Cuando Londres la anunció -hacia fines de 2011- tanto la Cancillería Argentina como la Cámara de Diputados hicieron oír su reclamo ya que no solo constituía un acto de provocación al ser realizado en forma unilateral, sino que además lo hacía avanzando sobre aguas que están sujetas a lo normado por la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (CCAMLR).

En el sitio web oficial de la autoridad colonial de las islas Georgias del Sur se brinda una reseña acerca de la creación de esta verdadera “zona de exclusión”, la que por su superficie total de 1.240.000 km2 es equivalente a 5 veces la superficie emergida del Reino Unido. El portal señala que la misma se constituyó a principios de 2012.

Antecedente colonial #2

El acuerdo, conocido como el pacto “Foradori-Duncan”, fue acordado en el 2016 entre Alan Duncan, exviceministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, su par de Argentina, Carlos Foradori.

El Ministro de Relaciones Exteriores británico, Sir Alan Duncan y el Vice Canciller argentino Carlos Foradori durante el gobierno de Juntos por el Cambio

En el detalle de la letra, Argentina se disponía a garantizar varias cuestiones al Reino Unido, como la remoción de todos los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas.

El documento realizaba concesiones a los intereses británicos respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región y retrocedía notablemente en el justo reclamo por soberanía. Además, se habilitó la explotación off-shore para legitimar el saqueo petrolífero. Asimismo, se sumaron nuevos vuelos desde el continente, destacándose la ruta San Pablo-Malvinas, con una escala en Córdoba.

El artilugio de la diplomacia argentina del gobierno de Mauricio Macri fue adoptar la forma de “comunicado conjunto”, lo que implicaba evitar cumplir con la obligación constitucional de someter a la aprobación del Congreso Nacional los acuerdos internacionales que suscribe el Poder Ejecutivo.

La declaración adopta las dos principales demandas británicas le habían realizado al presidente Macri en una carta que le había enviado el gobierno británico donde se “pedía” la remoción de obstáculos para explotación de recursos y vuelos al continente.

En términos de recursos naturales, el comunicado expresaba que se acordó “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.

Ninguno de los históricos reclamos argentinos estuvo presente en el texto, como así tampoco menciona la base militar que existe en la zona de paz y cooperación del Atlántico Sur.

El nefasto acuerdo fue congelado cuando asumió el gobierno de Alberto Fernández en el 2019 y posteriormente, el 2 de marzo de 2023, lo anularía mediante una resolución que fue comunicada a las autoridades británicas.

Antecedente colonial #3

El 17 de mayo del 2019, se publicó la adjudicación de 18 áreas para el offshore argentino, en el marco del Concurso Público Internacional Costa Afuera N°1.  Las áreas adjudicadas son la Cuenca Argentina, casi enfrente de la provincia de Buenos Aires; y la Cuenca Austral y la Cuenca Malvinas, que están frente a la provincia de Tierra del Fuego y Santa Cruz.

El 17 de mayo del 2019, se publicó la adjudicación de 18 áreas para el offshore argentino, en el marco del Concurso Público Internacional Costa Afuera N°1

Las empresas británicas que “ganaron” un área en la licitación realizada por el gobierno de Mauricio Macri fueron: Tullow Oil, Shell, British Petroleum.

Otra empresa de las adjudicadas fue Equinor, estatal de Noruega, uno de los 13 países que se abstuvieron de votar por el diálogo en la votación de la Resolución 2065 de la Asamblea de las Naciones Unidas.

El territorio bicontinental, insular y marítimo argentino comprende una superficie de casi 10.400.000 km2, de los cuales un tercio se encuentra ocupado ilegítimamente por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, mucho más que los 16.000 km2 correspondientes a la superficie terrestre de los archipiélagos de Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. 

En la actualidad, la principal empresa que opera ilegalmente en Malvinas es Rockhopper, que en su propia página web dice que tiene licencias en bloques que previamente fueron licenciadas por Shell, este dato lo destacamos ya que Shell opera en la Argentina y Aranguren fue director de la petrolera hasta que asumió como ministro de energía durante el gobierno de Macri.

La principal empresa que opera ilegalmente en Malvinas es Rockhopper, que en su propia página web dice que tiene licencias en bloques que previamente fueron licenciadas por Shell.

Tullow Oil obtuvo tres áreas en la Cuenca Malvinas Oeste, dos de ellas a una distancia de 100-150 kilómetros de Malvinas, en una misma formación geológica a la licitada ilegalmente por los británicos. Esto es trascendental ya que los estudios que recojan es de suma importancia para el territorio usurpado.  Pero, además, Tullow Oil operó con 7 licitaciones offshore al sur y oeste de Malvinas, con la ilegítima licencia inglesa. En el 2007, Tullow se retiró vendiendo sus licencias a la kelper Falklands Oil and Gas, que, en el 2015, fue absorbida por Rockhopper. Es decir, Rockhopper, continuó el trabajo de Shell y Tullow. Mientras una se ocupa del mar ocupado ilegítimamente, las otras empresas hacen base en el continente y avanzan en el mar argentino.

El gobierno de Mauricio Macri entregó a empresas que trabajaron (¿seguirán trabajando?) para el usurpador, la concesión de un extenso territorio por treinta años y con la posibilidad de prorrogarla por diez años, pero también con el agravante que es sobre una zona ubicada en una misma formación geológica a la licitada por los Kelpers al sur de las Malvinas e igualmente próxima a la Cuenca Norte.

Ver nota de Juan Natalicio: Malvinas, Mar Argentino y la invasión británica.

El gobierno de Alberto Fernández, tuvo en su retórica que Malvinas era prioridad, pero más allá de sus reclamos en los organismos internacionales, continuaron estos acuerdos y tardó tres años (marzo de 2023) en anular el acuerdo Foradori-Duncan. Vale recordar que en el año 2021 YPF firmó un acuerdo preliminar para el ingreso de Shell Argentina como socio en el bloque offshore CAN 100, ubicado en la Cuenca Norte del Mar Argentino, en donde también se encuentra Equinor como operadora, mostrando no solo que se mantienen acuerdos, sino que se profundizaron.

Un presente colonial

La gravedad de la situación que se fue desarrollando en el correr de los años y que ahora ha escalado, lo constituye la decisión del gobierno de alineación estratégica con el bloque hegemonizado por EEUU, la OTAN. La reunión en Davos con David Cameron (canciller británico), el acuerdo para que la flota estadounidense “patrulle” el mar argentino contra la pesca ilegal y el acuerdo para meter en la hidrovía del Rio Paraná a la marina de EEUU y la compra de los aviones F16 (de más de 40 años de antigüedad) a ese país, reviste un cambio de rumbo en cuanto a la defensa nacional donde se deja a la principal potencia mundial que penetre nuestra frontera y controle nuestros recursos.

Milei y Mondino con J. Cameron en Davos.

Esta realidad se da en el marco de la disputa internacional muy aguda entre las grandes potencias donde se ha agudizado la confrontación de EEUU y sus aliados con China y Rusia evidenciada en la guerra en Ucrania, el Mar de China y el desarrollo de una guerra en medio oriente. Argentina se alinea en este periodo crítico.

La gravedad de esta alianza radica en que “Argentina al ser un Estado Marítimo con el 64% del total del territorio nacional en esas condiciones, el gobierno abandona y entrega el control de la soberanía política y la debida administración del Atlántico Suroccidental”.

El avance sobre la prohibición de navegación y pesca de un área 166.000 Km2 sobre el Área Marina Protegida existente, viola la Convención y la Resolución de la ONU 31/49 del 1/12/1976, promovida por el gobierno de Isabel Perón, que instó “a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso recomendado en las resoluciones 2065 y 3160”.

Argentina al ser un Estado Marítimo con el 64% del total del territorio nacional en esas condiciones, el gobierno abandona y entrega el control de la soberanía política y la debida administración del Atlántico Suroccidental

Las normas relativas a la Convención Antártica y toda la legislación argentina relativa a los derechos argentinos territoriales, pesqueros y ambientales, sin que la Cancillería, se haya pronunciado al respecto, contradiciendo la estrategia argentina desde 1833 en adelante y, asombrosamente (¿o no?), en ausencia de la Canciller Mondino o la Secretaria de Malvinas de la Cancillería, en la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) “los países de la región reafirmaron su respaldo a los derechos de soberanía argentinos en la cuestión de las Islas Malvinas, conforme a lo dispuesto por la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas” (Prensa MRECyC 131/24); precisamente, la resolución citada -entre otras- es la que viene violando en forma sistemática el Reino Unido desde 1976 cuando, alrededor de Malvinas, éste solo ocupaba tres millas marinas; es decir, un territorio argentino que alcanzaba a 11.410 Km2, más las citadas millas”. (Dr. César Augusto Lerena. Pte Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana CESPEL).

Derrotemos la política colonial

La lucha de los ex combatientes mantiene la llama encendida y el faro que guía la lucha del pueblo contra el olvido y “la desmalvinización cultural”.Pero para grandes masas populares ha penetrado la anestesia y los mensajes que vinculan la defensa de Malvinas con el populismo que roba desde el Estado. Esta confusión logró divisiones que se evidenciaron en el resultado electoral que llevó a la presidencia a Milei, aun con un discurso anti Malvinas y pro inglés, admirador de Margaret Thatcher (que para nuevas generaciones no saben quién fue).

La denuncia de estos actos de colonialismo es muy necesaria, en la medida que se articule con la lucha en su conjunto contra la política del gobierno.

Las reservas antiimperialistas se construyen con programas y certezas que tengan la lucha e iniciativas claras donde se planteen cuestiones concretas como la exigencia de la afectación de los intereses ingleses en nuestro territorio mientras usurpen nuestras islas. A nosotros nos queda la tarea de amplificar esto y señalarlos con nombre y apellido trabajando mancomunadamente con aquellos sectores que denuncian la destrucción y la entrega de nuestra soberanía sobre Malvinas, el Mar Argentino, los ríos, la tierra, los recursos comunes y empresas nacionales son fundamentales.

Si tomamos la lucha por Malvinas debemos tomar la necesidad de la conquista de la soberanía integral que rompa con la dependencia y la disputa sobre nuestro territorio.

ES PREFERIBLE LA REVOLUCIÓN A LAS PESADILLAS

Gustavo Funes

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