Lxs Docentes y los virus

Se suspendieron las clases, pero se nos demanda el rol de efectores de soluciones que atienda las dificultades que atraviesan los sectores más vulnerables del país, sin tener en cuenta la vulnerabilidad propia del sector.

Mientras televisivamente se recomienda cómo lavarse las manos, quedarse en casa y suspender todas las actividades que no sean indispensables, como mecanismos para la reducción de la circulación del coronavirus, se pretende que las escuelas sigan cumpliendo el rol de asistencia alimenticia que atendían antes de la pandemia. Así nos encontramos el primer día de suspensión de clases con escuelas llenas: docentes que les hacen cumplir el horario de trabajo, lxs hijxs de lxs docentes que no pudieron resolver con quién dejarlos, lxs alumnxs acompañadxs de sus familias para disponer del comedor. Todos al mismo tiempo, en el mismo lugar.

Estas medidas no se condicen con las necesidades epidemiológicas. De no modificarse las escuelas pueden convertirse en focos de contagio. Pero no podemos descargar en cada familia la responsabilidad de la cuarentena nacional, porque cada una cuenta con distintos recursos para afrontarla. Reglas igualitarias en una sociedad desigual, no pueden más que reforzar de hecho la desigualdad. ¿Cómo se atiende la situación sanitaria dando respuesta al hambre en el que vive la mitad de lxs niñxs del país?

Este aspecto también hay que contemplarlo en otros planos. La suspensión de clases del Gobierno Nacional presupone una continuidad pedagógica con formatos a distancia. Nuevamente somos lxs docentes lxs que tenemos, rápidamente, que elaborar soluciones alternas (en paralelo a estar en las escuelas).

Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con cinismo, la Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires salió a declarar que la ciudad estaba preparada y que lxs docentes implementaríamos el uso de clases virtuales y de una biblioteca digital con miles de títulos. Lo que omitió decir Soledad Acuña, es que en los cuatro años de macrismo se discontinuó la entrega de netbooks a lxs alumnxs, se eliminó el servicio técnico de las que estaban repartidas, buena parte de lxs alumnxs no cuenta con internet en sus hogares y sus celulares no cuentan con datos para la navegación.

Ni qué hablar si pensamos en el alumnadx del turno noche, que en muchos casos no dispone de celular o, sobre todo en lxs adultxs, que no dominan el uso tecnológico. No lxs tiene en cuenta, al igual que cuando firmó la resolución que cerraba las escuelas nocturnas. La distancia entre la propuesta y la realidad se extrema cuando hay alumnxs que ni tienen agua, como ocurre en la Villa 31 de Retiro desde hace seis meses.

Como denuncia en un comunicado la comunidad educativa del Isauro Arancibia: “Entendemos y acordamos con las medidas de cuidado adoptadas por el Estado. Entendemos que éste tiene un rol central en el cuidado de lxs ciudadanxs. Ahora bien, ¿cómo pedirle a nuestrxs estudiantes, quienes en su mayoría viven en situación de calle, en habitaciones de hoteles o en viviendas muy precarias, que se queden en sus casas para no enfermarse ni enfermar a otrxs? ¿Qué medidas específicas tomarán para aquellxs que sobreviven en las calles de la CABA? Una vez más, no lxs han mencionado. (…) Esta crisis mundial pone en evidencia que LA SALUD ES UN DERECHO y no una mercancía, que SIN VIVIENDA NO HAY SALUD y que el Estado es el único que puede garantizarlo”.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un foco de Dengue y Coronavirus, pero el peor parásito está en el gobierno. Por eso es muy difícil afrontar ambas enfermedades sino se le arranca desinfecciones para los huevos de los mosquitos o equipos de aislamiento para quienes sean proveedores de asistencia alimentaria.

Sin ir más lejos, la semana anterior a suspenderse las clases el reclamo en las escuelas era la falta de insumos para protección del personal y cuidado de la higiene: en las aulas se promovía el lavado de manos y los baños no contaban con jabón y lo que es peor, muchas escuelas están sin agua y sin luz. Ninguna medida extraordinaria se puede hacer sin plata extraordinaria.

Mesa Paritaria Nacional Docente

¿De dónde venimos?

Hace 3 años que el salario docente queda por debajo de la inflación. Año tras año se devaluó, como el presupuesto destinado a la Educación Pública.

Este sector fue importante en la lucha antimacrista de los últimos años y se reflejó en la campaña electoral del Frente de Todxs.

Por eso, un sector muy amplio de lxs docentes puso sus expectativas en recuperar calidad de vida con este nuevo Gobierno. Sin embargo, la primer medida no materializó esas expectativas.

La alegría de reestablecerse la Paritaria Nacional Docente que eliminó Macri en su gobierno, se opacó con una propuesta salarial por demás baja. No sólo no fue respuesta para aquellas provincias que ya cobraban por arriba de ese piso, sino que por distintos factores de hecho no se implementó en buena parte de lxs docentes que cobraban por debajo de lo fijado por la paritaria nacional. En parte porque el monto propuesto contenía sumas fijas y “en negro”, es decir, no se incorporaban al básico achatando aún más la escala de antigüedad y ni se contemplan para la jubilación.

Así fue que en el inicio de las clases, trece provincias estaban en plan de lucha que implicó paro en: Chubut, Entre Ríos, Tucumán, Santa Cruz, Catamarca, Neuquén, Chaco, Misiones, Formosa, Santa Fe, parcialmente en las seccionales opositoras en Buenos Aires y CABA (sólo uno de los 17 gremios convocó, el mayoritario rechazo pero no realizó ninguna medida real).

En esta misma línea la CTERA dejó los conflictos a la suerte de cada Provincia. Reflejo de esta situación es la mínima mención en el discurso de Alberto Fernández durante la apertura de sesiones del Congreso Nacional.

Si no es entre todxs, no salimos

Es importante avanzar en el aislamiento y la segmentación de la población que eviten el contagio. En este sentido van las medidas que tomó el Gobierno de suspender el transporte de larga distancia desde el área metropolitana (posee el 70% de los casos de coronavirus). Avanzar en este sentido es lo que se viene trabajando desde los gremios docentes para que nuestra participación sea a través de guardias mínimas y que se reprogramen y amplíen los de plazos de trámites (becas, inscripciones, etc), que evite la acumulación de personas en las instituciones, a la vez que se pide que las empresas tercerizadas encargadas de la alimentación en las escuelas sean quienes garanticen esa necesidad con el equipo de aislamiento correspondiente.

Reduzcamos los grupos de contacto, es ayudarnos a no contagiarnos, es ayudar a que no se contagien los demás, es ayudar a que no colapse el sistema de salud. Resulta imperioso la fumigación y desinfección para la contención de los contagios.

Es posible conformar un fondo de emergencia destinando recursos que provengan de la suspensión del pago de la deuda y tomar medidas económicas respecto de quienes se beneficiaron todos estos años, como los bancos los monopolios y las grandes exportadoras. Para de esta manera garantizar los recursos necesarios para afrontar la emergencia sanitaria y demás necesidades populares agravadas en este contexto.

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